MADRID -- Zinedine Zidane calificó de "enorme" la actuación de sus jugadores en la victoria por 0-3 del Real Madrid en el derbi madrileño, sobre todo, por la dificultad que supone arrancar tres puntos del Vicente Calderón, donde el equipo merengue no celebraba un triunfo desde abril de 2013.
"Ha sido un partido enorme desde el inicio, en un estadio donde sabemos que es complicado ganar. Interpretamos bien el partido desde el principio y entramos fuerte. Estoy contento con lo que hicimos porque no es fácil; hay pocos equipos que ganan aquí", dijo Zidane.
Tan pocos, que el Real Madrid es el primero equipo visitante que se proclama vencedor en el Manzanares en la presente temporada.
Con el triunfo cosechado este sábado, el Real Madrid se afianzó en el liderato de la tabla, con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, Barcelona, que no pudo pasar del empate 0-0 con el Málaga, situación que cobra particular relevancia en este momento de la temporada pues en escasas dos semanas debe visitar el Camp Nou en otro partido clave.
Zidane, no obstante, quiso evitar el tono triunfalista en ese sentido. El técnico insistió en que su equipo aún "no ha ganado nada", al tiempo que recordó que tiene por delante la etapa más dura de la campaña, con dos partidos de Champions en que se jugará la clasificación a octavos de final, un clásico y un Mundial de Clubes, antes de que termine 2016.
"No hemos ganado nada; sabemos las dificultades que vamos a tener desde ahora hasta el final. Estamos en un momento bueno y queremos seguir. Vamos a tener partidos complicados ahora. Todos los partidos son complicados de ganar", dijo el técnico.
La victoria además extendió la racha del cuadro merengue a 17 partidos como visitante sin conocer la derrota en Liga, el mejor registro de los 22 equipos que actualmente militan en la Primera División.
Pero independientemente al registro, la imagen del técnico se vio reforzada tanto por el juego desplegado por sus hombres como por las decisiones que tomó para compensar las bajas de Toni Kroos, Casemiro y Álvaro Morata.
Dejó al recientemente recuperado Sergio Ramos en la banca por no querer "arriesgar" al "no verlo al 100%", y pese a la ausencia de Morata, no utilizó a Benzema hasta la recta final ya que no estaba en condiciones de jugar 90 minutos a tope.
Utilizó un sistema diferente, con Isco como enganche detrás de Cristiano Ronaldo, quien a falta de un centro delantero natural jugó solo en punta. Aún más importante, jugó con una media más compacta en un 4-4-1-1 con la que logró ganar la batalla en el centro del campo al Atlético de Madrid y, por tanto, anular su gran fortaleza.
"El partido de Isco y los jugadores que estuvieron esta noche han sido fenomenales. En la primera parte Isco no ha perdido ni un balón y en esta posición, que es su mejor posición detrás de Cristiano... Defendimos bien juntos.
“Contento con las prestaciones de todos los jugadores, los que entraron y los que no", dijo Zidane, quien sin embargo, restó importancia al "esquema" y destacó, en su lugar, la "intensidad" con la que por fin jugaron sus hombres.
Tanto así, que dejó claro que el sistema utilizado ante el Atlético no se volverá una norma en el Real Madrid.
"Desde el inicio, cuando metes intensidad, estás concentrado con la calidad que tenemos, no estoy preocupado. Vi desde el primer minuto que el equipo estaba muy metido. El esquema... Bueno, metiendo a Lucas y Gareth en bandas (hay más gente en el centro de la cancha) para mí el esquema no es importante, sino lo que cada jugador da de sí mismo.
“Es verdad que la batalla en el medio es muy importante y en el medio con Mateo y Luka, que sabemos qué clase de jugador es, y jugando con Isco de esta manera nos han dado muchísimo en el centro del campo. Hoy ha sido así, pero vamos a ver. Vamos a intentar plantear y hacer lo mismo. Jugar bien e intentar ganar", dijo.