BARCELONA -- El Barcelona considera “indispensable” que el Barcelona B se mantenga en la Segunda División y ante el dramático presente del equipo, situado en puestos de descenso a falta de seis jornadas para acabar la Liga, solventó este miércoles una medida de urgencia: despedir al entrenador, Gerard López, y colocar en su lugar a Francisco Javier García Pimienta, a las órdenes de quien el pasado lunes el equipo juvenil conquistó la Youth League frente al Chelsea.
La revolución, sospechada hace semanas, llega después de que el Barça B, en cuya plantilla la cantera ha pasado a tener un papel secundario con multitud de fichajes de nulo rendimiento, haya perdido los últimos cinco partidos y encadene ya nueve jornadas sin conocer la victoria, demostrándose totalmente errónea la política deportiva de un fútbol base que se rompe, precisamente, en el último escalón.
Equipo planteado durante su historia para convertirse en ese paso definitivo hacia el fútbol profesional (dentro o fuera del club) con los jugadores creados en La Masia, esta temporada el Barça B ha sumado hasta 17 incorporaciones de jugadores procedentes de otros equipos, con la circunstancia, inverosímil, de que 7 de ellos llegaron cedidos, algo nunca sospechado a lo largo de la historia.
“El Barça B está en una situación complicada, sí, hay que tenerlo claro. Si tengo que tirar de jugadores del juvenil lo haré... Pero sí me gustaría dejar claro que son los del Barça B los que lo tienen que sacar adelante”, enfatizó el nuevo entrenador, García Pimienta, al lado de quien, José Mari Bakero y Guillermo Amor, leyendas del club y hoy responsables del fútbol base, intentaban dejar claro que en el Barça se mantiene, a pesar del polémico y difícil presente, la confianza en la cantera.
“Debemos ir con calma porque a veces no es llegar, sino hacerlo en el momento adecuado”, enfatizó Amor, proclamando que el club “para nada” se ha olvidado de la cantera. “Es una gran equivocación pensar eso porque se sigue trabajando en esa línea a pesar del momento actual del filial” explicó.
“Es muy importante, por lo que significa para el club, mantenerse en 2ª División A”, repitió el que fuera primer jugador surgido de La Masía en 1988, aun reconociendo que en tiempos pasados hubo ascensos al primer equipo con el filial jugando en 2ªB. “Han existido esos momentos, sí, pero el fútbol hoy ha cambiado, existe mucha urgencia, a veces demasiada, por quemar etapas y tenemos que ir con cuidado con eso”, sentenció Amor.
“La culpa de esta situación del filial es de todos”, reconoció Bakero, quien mantuvo que la columna vertebral de la plantilla sigue siendo “de la cantera” considerando como hechos puntuales la llegada de jugadores cedidos desde otros clubs.
“Seguirán subiendo jugadores de la cantera al primer equipo. Seguro”, proclamó en un mensaje tranquilizador Amor, mientras Bakero dejó claro que “muchas veces” los aspectos económicos “son definitivos” para explicar la fuga de talentos que ha sufrido el club en los últimos tiempos.