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Coutinho-Yerry Mina: Cara y cruz

BARCELONA -- Coutinho demostró en Valencia que no es un jugador de acompañamiento en la misma medida que Yerry Mina quedó señalado y dejó, en 90 minutos fatales, su futuro azulgrana pendiente de un hilo. O, más aún, sentenciado.

Ausente Leo Messi, el brasileño ejerció el papel de líder, sobresalió en el desastre y resucitó a un Barça irreconocible durante demasiados minutos. Fue la cara de una noche entre terrible e insufrible. Y que colocó al otro lado al zaguero colombiano, a quien Valverde se atrevió a darle galones junto a Vermaelen y quedó retratado de manera colosal.

La rapidez del Levante mostró las carencias de un Mina que no supo ni tomar decisiones acertadas, fotografiado en tres de los cinco goles que encajó Ter Stegen y que fue la imagen de la impotencia, destacado en una defensa irreconocible, con Semedo fallón, Vermaelen lesionado y Jordi Alba desconocido.

MIRANDO A SUDÁFRICA

El Barça jugará el miércoles en Sudáfrica un partido amistoso que le reportará unos ingresos superiores a los 4 millones de dólares y que, con la temporada sentenciada, provocó que Valverde concediera ‘fiesta’ a Messi, resguardase a Umtiti (oficialmente aún lesionado) y apartase de la alineación inicial al Piqué, reclamado de urgencia por la lesión de Vermaelen.

En un hecho histórico, el Levante marcó 5 goles en sus primeros 6 remates a puerta derrumbando a un Barça que apareció tras el descanso como si la cosa no fuera con él.

Destensado y descolocado, cayó de rodillas de mala manera, con el equipo roto por el eje, inexistente en la presión y sin entender qué ocurría.

Sin Messi en el campo, Coutinho tomó el papel de protagonista. Buscó el balón, lo dirigió con acierto y demostró que su papel es más de líder que de secundario.

Marcó los tres primeros goles, dos de los que despertaron al equipo y nunca se rindió, sirviendo el corner que desembocó en el penalti del 5-4 y rebelándose en primera persona, junto a Piqué, contra esa derrota.

¿SENTENCIA?

Valverde se mostró condescendiente en su discurso final con Yerry Mina, no cargando las culpas en él. Pero, de la misma manera, dejó clara la razón por la que su protagonismo fue tan limitado en el pasado y es dudoso, como poco, en el futuro.

El cuarto central de la plantilla es su papel. O lo era. Si las lesiones que sufre tan a menudo Vermaelen ya provoca preocupación en el club azulgrana, el riesgo que en algunos sectores despierta la personalidad de Mina motivará que deba replantearse su permanencia en la plantilla.