BARCELONA -- Samuel Umtiti hizo, otra vez, oídos sordos a las recomendaciones de los médicos del Barça y solventó, de acuerdo con los doctores de la selección francesa, marcharse a Doha para llevar a cabo un tratamiento conservador con el que recuperarse de su lesión en la rodilla.
Las dudas, de esta manera, respecto a qué camino tomar en cuanto a la solidez del centro de la defensa, con Piqué y Lenglet innegociables en los próximos partidos, provocan incomodidad en el club, donde no se entiende la postura del jugador.
El Barça recomendó al defensa francés pasar por el quirófano, rendido a la evidencia de que ello le apartaría del plano al menos cuatro meses, pero se encontró con su negativa, más proclive a apurar las opciones de recuperarse en un plazo más breve en el hospital Aspetar, donde bajo la supervisión del doctor Hakim Chalabi y acompañado de fisioterapeutas de la federación gala confía en solucionar sus problemas en el cartílago de la rodilla.
“Samuel Umtiti seguirá un tratamiento conservador con el objetivo de resolver las molestias en su rodilla izquierda. El jugador se trasladará a Doha (Qatar), donde durante las próximas semanas seguirá esta terapia bajo la supervisión de los servicios médicos del club”, informó el FCBarcelona oficialmente, no existiendo un plazo fijo de regreso del jugador mientras en el Camp Nou se duda acerca del camino a seguir, atado como está, contra su voluntad, el club respecto a como manejar su ausencia.
FICHAR... O NO
El asunto podría prolongarse durante algunas semanas, especulándose que el Barça podría acudir al mercado para incorporar con urgencia a un central que ocupase su puesto o apostar por dar entrada en la rueda de las convocatorias a algún canterano, consciente como es el área deportiva del club de las dudas que ofrece el rendimiento de Vermaelen.
Sin embargo, el club no puede dar el paso sin saber a ciencia cierta cómo se desarrolla a recuperación de Umtiti, quien mantendrá a los galenos azulgranas en guardia por un tiempo mínimo estimado de tres semanas, justo hasta el parón navideño que es cuando, de una manera u otra, deberá tomarse una decisión definitiva.