MADRID -- La ida de la semifinal de Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid de este miércoles será el primer clásico de Santiago Solari en el banquillo del equipo merengue. Su primer visita al Camp Nou. El primer partido grande. Y una trampa a la que pocos entrenadores merengues han logrado ‘sobrevivir’.
En lo que va del siglo XXI, diez entrenadores del Real Madrid han fallado en la misión de ganar su primer clásico del futbol español. Desde que Vicente del Bosque dejó el cargo en el verano de 2003, Real Madrid ha visto pasar a 15 hombres por el banquillo solo cinco han logrado salir victoriosos de su primera cita ‘grande’. Carlos Queiroz (2003), Vanderlei Luxemburgo (2005), Fabio Capello (2006), Bernd Shuster (2007) y Zinedine Zidane (2016).
Y Ninguno de ellos lo ha hecho en una eliminatoria directa.
Ese primer clásico ha resultado, en la mayoría de los casos, un campo minado para el entrenador merengue, que ha dejado marcada el resto de su gestión. Para bien o para mal.
Carlos Queiroz, fue el primer técnico en estrenarse en el siglo XXI con una victoria en un clásico, un 1-2 en diciembre de 2003. Hace tanto, que Santiago Solari alcanzó a jugar los últimos cuatro minutos después de entrar sustituyendo a Raúl. También el primero en este siglo en ser despedido apenas terminar su primer campaña por una mala racha, incluido un descalabro por 1-2 ante el Barça.
Tras esa campaña fallida del portugués siguió una etapa oscura con hasta tres ocupantes diferentes del banquillo en un año: José Antonio Camacho, que no alcanzó a dirigir el clásico pues dimitió en pleno septiembre, Mariano García Remón, que se marchó diciembre 2004, un mes después de que su equipo sufriera una derrota por 3-0 en el Camp Nou.
Vanderlei Luxemburgo llegó para la segunda vuelta de la campaña 2004-05 y logró remontar hasta cerrar la Liga como segundo después de una racha de diez partidos sin perder, incluida una victoria por 4-2 sobre Barcelona. Luxemburgo, sin embargo, no llegó a visitar el Camp Nou. A la campaña siguiente, su suerte quedó echada tras sufrir una goleada de los culés por 0-3 en el Bernabéu. López Caro se hizo entonces cargo del equipo el resto de la campaña, pero no pudo pasar del empate 1-1.
La llegada de Capello devolvió la estabilidad para la campaña 2006-07. Su primer clásico se saldó con una victoria por 2-0. Para la vuelta, disputada en Barcelona, el conjunto merengue sacó un empate 3-3 que le dio vía libre para remontar en la tabla y conquistar su primer título de Liga en cuatro años.
El italiano cedió la estafeta a Schuster, que dirigió al equipo la campaña 207-008. Aunque solo fueron dos, es el único entrenador blanco de los últimos 15 que ha salido victorioso en todos los clásicos que ha dirigido, con un triunfo por 0-1 en el Camp Nou y una goleada por 4-0 en el Bernabéu.
A Schuster siguió otra crisis. Otro maratón de cambios. Juande Ramos que tomó al equipo a media campaña y sufrió dos sendos descalabros. Un 2-0 en su estreno y una goleada por 2-6 en pleno Bernabéu que sigue resonando diez años después. A Mauricio Pellegrini tampoco le fue bien; dejó un saldo de dos derrotas en dos clásicos por 1-0 y 0-2 antes de abandonar al equipo al final de campaña sin haber ganado nada.
En 2010 llegó José Mourinho. El primero, y hasta ahora único, inmune a la sentencia del clásico a pesar de su nada halagadora marca en el clásico del futbol español: dos eliminatorias (semifinales de Champions League y cuartos de final Copa del Rey) y un título de Supercopa de España perdido ante el máximo rival, y una marca de solo cinco victorias por seis empates y seis derrotas en 17 clásicos.
Mourinho se estrenó en el partido grande con aquella ‘manita’ por 5-0 en el Camp Nou en noviembre de 2010. No fue hasta su tercer encuentro frente al Barcelona en que pudo cantar victoria (0-1). Eso sí, fue en la final de la Copa del Rey que un tanto de Cristiano Ronaldo le diera su primer título como merengue.
Carlo Ancelotti y Rafa Benítez, sus sucesores, tampoco pudieron cantar victoria en su primer encuentro ante el ‘gigante’ catalán. Para el español, la goleada por 0-4 en noviembre de 2015 supuso una sentencia adelantada.
Llegó entonces Zidane poner puso fin a más de diez años de miserias blancas en el clásico. Arrancó con una victoria a domicilio por 1-2 y se marchó, año y medio después, con un saldo de tres victorias, dos derrotas y dos empates en un clásico y sin haber perdido jamás en el Camp Nou.
Solari, como Zidane, llega a la gran cita en Barcelona para disputar una importante eliminatoria tras un fugaz, pero oscuro, periodo de transición a cargo de Lopetegui que ya vio al equipo caer goleado por 5-1 esta campaña.
Solari hace frente al partido que determinará su suerte con sólo 23 partidos en la élite, 18 victorias, cuatro derrotas y un empate, en los tres meses que han transcurrido desde que tomó las riendas, precisamente, después de que el conjunto merengue sufriera una goleada por 5-1 hace tres meses.
El partido en que si no se juega el puesto, sí el crédito como técnico de Primera. Aunque prefiera quitarle peso.
“A nosotros nos encanta la competición; por eso nos dedicamos a esto desde pequeños. Nos encanta competir como entrenadores y como futbolistas y para competir es (hacerlo) en cada partido. Desde el primer amistoso hasta el último. Los juegas todos con la misma naturalidad. Y en todas sumas desde que empieza. Así afrontamos todo”, dijo al respecto.