BARCELONA -- Señalado por la afición del Barça, que le dio la bienvenida con una pitada que ni pudieron disimular los tibios aplausos posteriores, Philippe Coutinho podría no volver a jugar esta temporada de azulgrana. O, dependiendo del mercado de verano, nunca más si tal como va imponiéndose entre la directiva se le puede traspasar sin que ello perjudique la cuenta de resultados.
Partícipe en 53 de los 58 partidos oficiales disputados por el Barça esta temporada, 37 de ellos como titular y solamente 11 completos, el rendimiento del futbolista brasileño ha sido tan defendido desde dentro del vestuario, empezando por Messi y acabando por Valverde, como discutido en el palco y despreciado mayormente en la grada, donde su indolencia acabó por provocar el rechazo mayoritario de una afición azulgrana a la que la junta entiende que contentaría con su traspaso.
El brasileño abandonó el Camp Nou dolorido y al cabo de un par de horas de terminado el partido frente al Getafe el club facilitó un comunicado médico en el que informaba que sufre “una elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda” que le mantendrá de baja “un periodo aproximado de diez días”.
La final de Copa frente al Valencia se disputa en doce días, por lo que su recuperación a tiempo para el encuentro en Sevilla es bastante dudosa… Y hubo quien torció el gesto en el mismo Camp Nou, dando a entender que con la Copa América en el escenario, Coutinho no estaría por la labor de forzar su reaparición.
De pronto la final de Copa se está convirtiendo en un dolor de cabeza para Ernesto Valverde, que empieza a entender la dificultad que tendrá en presentar un equipo solvente ante el Valencia si Cou se suma a la baja confirmada de Luis Suárez y a la más que probable de Dembélé, a quien los servicios médicos no son favorables forzar si no se quiere correr el riesgo de una recaída que pudiera perjudicarle de cara a la próxima pretemporada.
También está tocado Arthur, ausente ante el Getafe por un pubalgia y que debería llegar sin dificultades a la final de Sevilla… Aunque en club no se quiere aventurar nada porque “las molestias en el pubis con muy tracioneras”.
La plantilla azulgrana no volverá a entrenar hasta el jueves por la tarde para preparar el duelo del domingo en el estadio de Ipurúa frente a un Eibar que tampoco tiene ya nada a decir en este campeonato liguero, que se tomará el choque como una fiesta y que, en clave barcelonista, deberá verse si sirve para dar descanso a los protagonistas de la final de Copa o, por el contrario, el entrenador les pone en el plano para que mantengan el ritmo de competición.