BARCELONA -- Johan Cruyff al lado de Ladislao Kubala. Tres años y medio después de su muerte y mientras la calle a su nombre sigue guardada en un cajón del olvido del ayuntamiento, el FC Barcelona cumple este lunes la solemne promesa de Josep Maria Bartomeu de dedicarle una estatua en el Camp Nou, un homenaje sentido… Y muy poco habitual en España, al contrario que Gran Bretaña, donde son legión los clubes que homenajean de esta manera a sus leyendas.
Thierry Henry y Bergkamp, Bobby Moore, Stanley Matthews, Billy Bremner, Brian Clough, George Best, Alex Ferguson, Bobby Robson… Inglaterra mantiene una costumbre muy arraigada con sus leyendas, algo que raramente sucede en Europa, donde más allá de Kubala en el Camp Nou, el Athletic tiene en el interior de San Mamés el busto de Pichichi mientras el Real Madrid dedicó una estatua a Alfredo Di Stéfano en la Ciudad Deportiva del club merengue.
Cruyff tiene la suya personal en Amsterdam, frente al estadio del Ajax, como el Dinamo Kiev dedicó una a su entrenador fetiche, Valeri Lobanovski, o el legendario Fritz Walter, héroe alemán del Mundial de 1954, es homejeado por duplicado, frente al estadio que lleva su nombre en Kaiserslautern y también en Frankfurt.
Maradona, Pelé, Riquelme, Garrincha o Romario también tienen sus estatuas dedicadas en Argentina y Brasil y Zico fue el primer futbolista con estatua en… Japón, mientras a Messi le dedicaron hasta tres en Rosario y Buenos Aires.
EL EDÉN
Pero nada como Inglaterra, donde raro es el estadio frente al cual no se levante un monumento dedicado a sus leyendas, veneradas por los aficionados veteranos y de obligado conocimiento para que los jóvenes descubran, y respeten, la historia de sus antepasados.
Bobby Robson, quien entre 1996 y 1997 entrenó al Barça de Ronaldo, tiene en Portmand Road, el estadio del Ipswich Town, y en St Jame’s Park, del Newcastle, sendas estatuas dedicadas, por la consideración de entrenador de leyenda que tiene en ambos clubs. En Ipswich Robson comparte honores con Alf Ramsey, quien dirigió a los Blues durante ocho temporadas.
A las puertas de Old Trafford el Manchester United mantiene una estatua en la que aparecen juntos George Best, Bobby Charlton y Dennis Law, teniendo la suya personal Alex Ferguson, que ya da nombre a una de las tribunas del estadio. Al este de Manchester, en Liverpool, Bill Shankly tiene la suya junto a la entrada de tribuna de Anfield Road, mientras que apenas un kilómetro más allá, en la puerta
de Goodison Park, estadio del Everton, se levanta la dedicada a Dixie Dean, legendario futbolista de la década de los 30 del pasado siglo.
En Leeds no hay personaje más mediático que Marcelo Bielsa… Pero en la historia permanece la leyenda de Billy Bremner, futbolista de excepción en la década de los 60 y los 70, durante la última gran época de los whites, a las órdenes de Don Revie.
Desde Leeds, conduciendo apenas 35 millas al sur se llega a Sheffield, donde frente a Bramall Lane, sede del United, se levantan las estatuas de Derek Dooley y Joe Shaw, mientras que en Hillsborough, sede del Wednesday, el homenaje principal es para las 96 víctimas, hinchas del Liverpool, de la tragedia ocurrida en 1989.
Transitando otras 35 millas al sur se llega a Nottingham y al City Ground, el estadio del Forest donde, por supuesto, no podría faltar la estatua dedicada a Brian Clough, el entrenador que llevó al club de la Segunda División a la conquista de Europa en la década de los 70. Su personalidad es tal que las 14 millas que separan por carretera Nottingham y Derby llevan su nombre: Brian Clough Way… Porque su figura es también inolvidable en el Derby County.
Stanley Matthews, considerado uno de los mayores personajes futbolísticos de la historia en Inglaterra, tiene la suya especial frente al Britannia Stadium, sede del Stoke City, y William McGregor, considerado como el fundador de la Football League, tiene la suya en Birmingham, frente al Villa Park, estadio del Aston Villa, club del que fue miembro destacado a principios del siglo XX.
Londres, claro, tiene diversas. Peter Oosgod tiene la suya frente a las paredes de Stamford Bridge, donde el Chelsea mantiene, además, posters gigantes (excelentemente cuidados) de no pocos personajes míticos; frente al Emirates sobresale las estatuas dedicada a Thierry Henry, Bergkamp o Wright mientras que en Wembley no falta la de Bobby Moore, héroe del Mundial de 1966.