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Joao Félix termina las dudas que hay sobre él en el Atlético

Parece que la tormenta ya ha pasado, pues el joven atacante del Atlético de Madrid, Joao Félix, ha conseguido dejar atrás de un plumazo todas las dudas que recayeron sobre él —tal vez con demasiada dureza— después del derbi de la semana pasada.

En el escenario más importante, en la Champions League, el portugués no sólo fue capaz de anotar un gran gol ante el Lokomotiv de Moscú, con el cual se convirtió en el goleador rojiblanco más joven en el máximo torneo continental, sino que se convirtió —junto a Thomas Partey— en el verdadero líder del equipo.

Al 7 colchonero, que este verano llegó a cambio de 126 millones de euros desde el Benfica, se le pedía que apareciera ya. Con ese precio, ni siquiera sus 19 años eran excusa. Joao tenía cartel de estrella, precio de estrella, por lo que debía jugar como una estrella.

Tras su ilusionante pretemporada, el arranque del jugador en Liga había sido bastante decepcionante. Simeone le dio galones desde el principio, ha sido un fijo en el equipo en los casi dos meses de competición que llevamos, pero el portugués sólo había logrado dos goles en Liga, y su rendimiento había ido claramente de más a menos.

El fin de semana pasado en el derbi ante el Real Madrid, el luso falló la mejor oportunidad del equipo tras un error en el repliegue de los merengues, y a partir de ahí desapareció del partido. Simeone lo cambió en el segundo tiempo y pudieron oírse tenues silbidos en el Wanda Metropolitano. La situación era preocupante, pues una inversión de tal magnitud no podía salirle mal al equipo del “Cholo”.

Por suerte Joao Félix entendió el mensaje.

También ayudó Simeone, que en el partido ante el Lokomotiv armó un equipo que favorece bastante el estilo de la estrella lusa, colocándole en el vértice de un mediocampo con Koke, Saúl y Thomas detrás suya, y con Álvaro Morata y Diego Costa por delante. Es en esa demarcación de mediapunta, con campo de acción por delante, y sin sentirse atado a una banda, donde el joven atacante puede florecer, pues puede dar rienda suelta a su talento sin tantas restricciones tácticas.

De sus botas nacieron los dos goles que encarrilaron la victoria en Rusia, además de que también fue él quien remachó a la red la primera diana.

La sonrisa de Joao Félix no mentía: finalmente, se había encontrado así mismo y a su juego. Simeone tomó nota y seguramente repetirá con este once —al menos en el plano ofensivo— de aquí en más en los partidos importantes. La alineación potencia prácticamente a todos los jugadores clave del entramado de ataque. Libera a Saúl y Thomas, ancla a Koke, apoya al juego de choque de Costa, permite a Morata encontrar socios en el área, y le da alas a un Joao Félix que llevaba semanas pidiendo a gritos poder centrar su posición y ampliar su rango de acción.

La afición no podría haber quedado más satisfecha con el desempeño del portugués en el encuentro, presagio de lo que puede estar por venir. Estamos ante el comienzo de la era Joao Félix.