BARCELONA -- El FC Barcelona anunció este lunes el despido definitivo de Víctor Valdés, quien el pasado viernes, tras un fuerte encontronazo con Patrick Kluivert, Director del fútbol formativo del club, fue apartado de sus funciones y ya no dirigió a su equipo en el partido del sábado en Tarragona.
El ex portero azulgrana fue citado a una reunión en la que se le comunicó su cese y se anunció que el puesto será ocupado por Franc Artiga, hasta ahora entrenador del Juvenil B y que pertenece al futbol formativo del club desde 2010.
La salida abrupta de Valdés del Barça fue tomando forma en las últimas semanas, debido a varios desencuentros entre el entrenador y sus colaboradores y superiores que, mezclados con los malos resultados del equipo (dos derrotas en los dos primeros partidos de la Youth League ante Borussia Dortmund e Inter de Milán) y el que se considera desde el club alejamiento de los postulados futbolísticos que deben regir en La Masia sentenciaron este cese final.
‘El FC Barcelona le ha comunicado hoy a Víctor Valdés que deja de ser entrenador del Juvenil A y de pertenecer al Club. Franc Artiga, hasta ahora entrenador del Juvenil B y en la Masia desde el 2010, pasa a ser el entrenador del Juvenil A’ rezó el breve y frío comunicado dado a conocer por el club azulgrana, en una muestra clara de la nula sintonía existente entre las dos partes después de lo que entiende la entidad ha sido una etapa repleta de polémicas y nada acorde con lo esperado en el momento de su contratación.
Tan frío fue el final de Valdés en el Barcelona que este lunes a su llegada a la Ciudad Deportiva del club no se vio con ningún responsable de la cantera. Ni asistió Kluivert, ni lo hizo Jordi Roura o el directivo Xavi Vilajoana, siendo recibido por el responsable de recursos humanos, con quien finiquitó su rescisión inmediata.
La tensión entre el técnico y el club aumentó en las últimas semanas, considerando Valdés que Kluivert no respetaba la independencia que se le prometió cuando se incorporó en julio, y acusándole de interferir en su trabajo, lo que ponía en duda su mando al frente de su plantilla.