BARCELONA -- Pep Guardiola concedió una entrevista al programa ‘La TDT’ de Catalunya Ràdio en la que repasó su etapa como entrenador del Barcelona, consideró “normal” el final de su etapa, destacó tanto el trabajo de Luis Enrique como de Ernesto Valverde y se reafirmó en su idea personal como entrenador.
“La manera de preparar el equipo en los cuatro sitios que he estado ha sido la misma. Hay que saber qué clase de jugadores tienes, su calidad…”, aclaró el técnico, quien incidió que en el Manchester City “hemos hemos adaptado el equipo a las calidades de los jugadores que teníamos. Ese es un trabajo de los entrenadores: conocer la calidad de sus jugadores, saber qué le conviene más al equipo a través suyos”
Con todo, Guardiola se mantuvo firme en asegurar que él, en asboluto, ha cambiado su filosofía: “A veces escucho que dicen que Pep ha cambiado, que no juega como lo hacía el Barça y que ahora ya no lo haría… Y no es cierto. En el Barça, actualmente, atacaría de la misma manera que lo hacía entonces; pero en el Bayern por ejemplo, era totalmente distinto. Allí tardé unos meses en procesar que no podía hacerlo igual porque no tenía los mismos jugadores, eran diferentes y por eso atacábamos diferente”.
En una conversación de una hora de duración, el entrenador citizen habló ampliamente de su etapa en el Barça, que consideró “inolvidable”, incluso en su final.
“Estos 11 años han pasado rápido, sí. Es cierto que las temporadas, con el paso del tiempo, se te hacen más largas y pesadas, sobre todo aquí en Inglaterra que hay muchos partidos. Hemos tenido suerte de ir hasta casi el final en todas las competiciones… Se hace duro y llega un momento en que ves que necesitas vacaciones” admitió, reconociendo también que con el paso del tiempo intenta desconectar más de su trabajo.
“Veía mucho más futbol antes, cuando no era entrenador. Como entrenador ves mucho fútbol de tu equipo y de los rivales contra los que debes jugar… Partidos excepcionales sí los miro pero cualquier otro, por placer, no. No tengo tiempo, tengo familia…”.
LA LEYENDA
“Tuve la suerte en el filial, coincidió que al primer equipo le fue mal, hubo un presidente muy bueno, Laporta que me puso, con un staff joven con Tito y toda la gente y unos jugadores con la edad ideal, de 24 o 25 años, y un tío que… Que no ha existido ni existirá otro. No habrá otro como Leo, con esa capacidad” comenzó por aseverar Pep, restándose, en cierta medida, su papel al recordar que durante la historia ha habido “muchos, muchísimos entrenadores muy buenos pero que nunca han ganado nada… Y es porque no han tenido a un Messi, a un Xavi, ni Iniesta, Puyol, ni a Lahm, Alaba, Boateng, Neuer o los grandes jugadores que tengo ahora en el City”.
Desgranó aquella etapa asegurando que no solo fue feliz, “Me lo pasé teta (estupendo)… En el momento, con todos los partidos seguidos, la cara de los que no juegan, el día a día no te da tiempo a pensarlo, pero en el proceso de ver como crecía el equipo, como se portaban entre ellos, su química, el respeto a su status, saber quién era el mejor, los salarios de cada uno… La llegada de Piqué, que venía de Manchester y estaban Puyol con Márquez y se fue adaptando… Todo se fue situando”.
“Aquel era un grupo de amigos, que salían a cenar a menudo. Era ver como daban un paso adelante en momentos de dificultad… Yo fui feliz, estuve muy contento pero el peso de la responsabilidad que tienes por ser el responsable de un trasatlántico no te da demasiado tiempo para disfrutarlo” solventó, explicando que el final llegó por normalidad.
“Tienes que trabajar mucho y llega un momento en que dices que ya está. El Barça es muy exigente y más si lo sientes. Los buenos momentos son muy especiales. Eres de allí y lo vives diferente. Siempre puedes hacer más pero llega un momento que ya está. Llega un momento en que ya no aguantas más” resumió, descubriendo que esa sensación la compartió charlando con Luis Enrique.
“La última vez que estuve con Luis Enrique hablamos de ello. Le dije que tenía un súper equipo… Pero me dijo que es que ya no podía más, que con dos o tres años se cansa y yo no es que le entienda, es que lo había vivido. La gente no se lo puede imaginar. A mí me habría encantado estar diez años en el Barça y a Luis Enrique también porque amamos a Catalunya, a Barcelona, al club, la Liga española es fantástica… No hay un sitio mejor para estar, pero llega un momento en que ya no se puede más”.
“Hay momentos en la vida en que debes tomar decisiones. Tienes que decir las cosas y llega un momento en que todo se acaba y no es porque en un día yo esté enfadado con ellos o ellos conmigo, sino que con las cosas que vas haciendo en el equipo, durante el tiempo, te llevan a un momento en que dices que ya está. Es que si seguimos yo no seré el mismo, me intentaré excusar y nos haremos daño. Es una cuestión natural de tiempo, no es que se acabase y nos peleásemos” resaltó Guardiola, quien sentenció que con el paso del tiempo, la estima entre aquellos que lo protagonizaron se mantendrá inalterable.
“Tengo la percepción que vivimos, todos juntos, una cosa tan chula, que hicimos tan feliz a tanta gente y fuimos tan admirados por lo que ganamos y cómo lo ganamos que eso durará por siempre. Y cuanto más tiempo pase más estima nos tendremos” enfatizó.
“Aunque nos veamos y hablemos poco, la relación que tenemos de estima con la base de aquel equipo es imposible superarla. Valdés, Pinto, Alves, Piqué, Márquez, Puyol… Todo el grupo nos tenemos mucho aprecio porque nos dimos tanto entre todos que eso no hay Champions que lo sustituya o sea más gratificante. Es imposible.
“Una de las razones por las que me marché del Barça era por ver si era capaz de hacer jugar a mis equipos de esa manera, de hacerlo en otros países, de mantenerlo. Es muy aburrido pasarte veinte años en el mismo sitio y haciendo siempre lo mismo. Eso no es sano ni para ti ni para el club ni los jugadores porque llega un momento en que crees que el club es tuyo, te confundes. Hay que moverse, es saludable para todos” convino igualmente, dejando claro que a pesar de todo, el club azulgrana se mantiene en su corazón.
“A mí me gusta ver al Barça, primero por sentimiento, porque si juega Leo es un gozo verle, como a Busi, De Jong… y por si tenemos que jugar contra ellos. A mí me gusta que al Barça le vaya bien, me pongo contento cuando gana la Liga” aclaró, antes de afirmar que el equipo de Valverde “mantiene la esencia” a pesar de los cambios obligados por el tiempo que ha pasado.
En primera persona, y contrariamente a lo que se especula, Guardiola reconoció que sí podría dirigir a un equipo de menor entidad. “Yo recuerdo que Helenio Herrera decía que no podría tomar un equipo pequeño porque ganaba tanto dinero que no le podrían pagar… Yo no lo descarto, para nada. Yo he ganado porque he tenido clubs que me han apoyado en todo y también jugadores brutales porque el futbol, al final, le pertenece a los futbolistas pero si a mí me dan un equipo que no sea para ganar pero que me hace feliz y me gusta lo cogeré, sí. Ahora bien, siempre intentándolo hacer a mi manera” aclaró.
“Es que yo nunca he dicho que mi manera de jugar sea la única, es la que me gusta. Soy bueno porque gano pero si perdiera sería una castaña” se reafirmó, aclarando que “no soy un estúpido. Intento jugar, pero si veo que cada vez la pierdo, pues buscaré alternativas porque el secreto del fútbol es tomar la decisión en el momento oportuno en función del rival”.
“Yo no puedo hablar del Barça de Valverde porque él sabe lo que pasa allí dentro. Juegan bien, quieren atacar… esa es la esencia al final” sintetizó al referirse al equipo azulgrana del presente, ligando su discurso al tiempo pasado después de su marcha en el Camp Nou y enfatizando, de manera especial, en la etapa de Luis Enrique.
“Es de las mejores personas que he conocido en un vestuario. Simpático, honesto, directo, sincero. Va a la suya y nada le importa… Recuerdo que al subir al primer equipo hablé con Txiki y Alexanco y les dije de coger a Luis Enrique” recordó Pep, solventando que al asturiano “le quiero mucho, muchísimo… Su Barça, que nos tocó al Bayern en la Champions, y este Liverpool son los dos rivales más fuertes a los que me enfrentado, seguro. Con diferencia. Aquel equipo que juntó a Messi con Suárez, con Neymar… Con su estructura, sus movimentos… Era espectacular”.
“El equipo de Luis Enrique te mataba por velocidad y por estrategia. Nosotros con el Bayern llegamos con medio equipo lesionado, pero nos habrían ganado igual porque eran mejores. Llegabas al minuto 70 con 0-0 y pensaba que no podía ser, mirabas el marcador y no entendías… Hasta que acabas 3-0 y a casa” rememoró, recordando una charla con Valverde: “Ernesto me decía que ibas al Camp Nou de rival y durante el partido mirabas de reojo el marcador para ver cuánto quedaba para acabar… Y eso lo experimenté en primera persona aquella vez”.
LOS DETALLES
Con todo, Guardiola aseguró que a pesar del tiempo pasado, el Barça seguirá ganando porque “ya ha ganado 8 Ligas de 11 y lo ha hecho con diferentes entrenadores o presidentes porque el fútbol es de los jugadores. Ahora han ganados dos Ligas, la Copa… Y no ganaron el triplete el año pasado porque tuvieron un mal partido en Anfield porque si no lo habrían hecho, habrían ganado la final contra el Valencia y contra el Tottenham” sentenció.
“El fútbol es el único deporte en el que puedes no marcar y ganar… Pero hoy es mucho más rápido que hace diez años y al final tu nivel te lo marca el contrario” convino el técnico, recordando que en el Barça “teníamos un nivel que ganábamos la Liga con 10 o 12 puntos de ventaja y entonces hubo un equipo (el Real Madrid) que se reforzó mucho y nos igualó”, pasando a proclamar que, además del juego, dominar las áreas “es fundamental.
“Si yo tengo a Cristiano y recibe diez balones, pues lo que intentaría es que recibiera veinte. Eso te lo da el juego, pero al final siempre hay uno que debe decidir, tirar y acertar. Si tienes a Michael Jordan tendrás más posibilidades de ganar el anillo que si no lo tienes”.
Ahí recordó como ejemplo máximo dos eliminatorias de Champions que marcaron su etapa en el Camp Nou: “Yo he llegado a una final de Champions chutando una sola vez a puerta con aquel gol de Iniesta (Stamford Bridge) a la escuadra y no he llegado a otra final tirando treinta y no sé cuantas veces entre palos y pensando que no es posible no haberlo conseguido”.