<
>

García Toraño: Capitán de los capitanes

ESPN

Recuerdo muy bien que de niños, a la hora de armar la 'cascarita', la mayoría quería jugar de delantero o de portero, en mi caso, pocos alzaban la mano para ser defensores.

“Quiero hacer los goles, quiero ser la figura del partido, quiero ejecutar los tiros libres y tirar los penales, que me den el gafete de capitán, que la novia vea que aquí el ‘mero mero’ soy yo, el trofeo lo levanta el 9 o el 10, NO el número 4”… Para acabar pronto, la mayoría buscaba ser el líder del grupo, el que se lleva las portadas, el que se pone al equipo en los hombros, el que habla en el vestidor antes, en el transcurso y después de los partidos; el que es el vínculo más cercano entre cuerpo técnico y jugadores, el que vende más playeras, el que cobra mejor y el que aparece siempre en las situaciones más críticas.

Pero no siempre ese jugador es el delantero, y si no pregúntenle a SR4, a el vikingo, el líder del equipo mas importante del mundo: Sergio Ramos.

El 30 de marzo de 1986 nació uno de los mejores centrales que ha dado el futbol. Con tan solo 10 años, comenzó a jugar en las categorías inferiores del Sevilla, mostrando desde ese momento su capacidad y fortaleza. A los 17 debutó con la escuadra andaluza y a partir de ahí comenzaron los reconocimientos y premios. En el 2005 llegó su primera convocatoria con la Selección Española que dirigía Luis Aragonés, ese mismo año fue contratado por el Real Madrid, donde juega actualmente.

¡Pero como hay latosos que le quitan méritos y le dan poco crédito, esos que le pegan por pegar!

Esos que le dicen mala leche, cochino, anti FairPlay. Todos ellos son unos envidiosos que les gusta criticar sin conocer, y carecen de análisis. No se trata de poner a Sergio Ramos como un Dios, pero sí a un jugador que ha sido nominado 6 veces al Balón de Oro, que ha sido campeón de Europa ,del Mundo, de LaLiga española, del Mundial de Clubes, de la Supercopa de España y de la Copa del Rey.

¿Acaso eso no cuenta, eso lo gana cualquiera?

Pero los críticos le subestiman, le atropellan, le cuestionan, le minimizan, pero bien dicen: “Dime que criticas y te diré de qué careces”. Estoy seguro que todos ellos quisieran un central de esas características en sus equipos, con ese pundonor y rabia cuando se defiende y esa efectividad y miedo que genera cuando se incorpora al ataque.

A todos esos críticos de Sergio Ramos, les sugiero que le aplaudan, que compren su playera con el 4 y que cuando lo nombren le digan: Capitán de los Capitanes.