BARCELONA -- El Barcelona se mira en el espejo de 2015 y de 2004, y se agarra a la esperanza de que el inicio de 2021 con Ronald Koeman en el banquillo tome el mismo camino que disfrutaron los primeros proyectos de Frank Rijkaard y Luis Enrique. Un punto de inflexión que relanzó al equipo, para evitar el desastre que se temía con Rijkaard o tomar el impulso que le dio el tridente al proyecto del hoy seleccionador español. Ganar en Granada sería, se supone, la confirmación de ese empuje.
El estadio en el que se confirmó la pasada temporada que el liderazgo de Ernesto Valverde se acercaba a su final, derrotado el equipo azulgrana por 2-0, se contempla hoy como el lugar adecuado para relanzar a un Koeman que después de haber enlazado por primera vez tres victorias lejos del Camp Nou mira al futuro inmediato con un optimismo renovado. El que le otorga el cambio de imagen de un equipo mejorado.
El entrenador holandés ha acabado por demostrar ser más flexible de lo que se aventuró en sus primeros meses en el banquillo y ha aparcado aquel doble pivote que parecía intocable, dando mayor protagonismo a los interiores, liberando a un Frenkie de Jong cuyo rendimiento se ha catapultado y recolocando a Lionel Messi como falso nueve para recuperar la mejor versión del capitán, quien en San Mamés marcó dos goles, estrelló tres remates en la madera y redondeó una actuación soberbia.
A ello se suma la eclosión de un Pedri monumental, el refuerzo de un Ousmane Dembélé exquisito y hasta la solvencia de Ronald Araújo en la defensa, puntos vitales de un Barça que, paciente con Sergino Dest y vuelto a poner bajo el ancla de Sergio Busquets, se esfuerza por abandonar las sombras que centraron los primeros meses de Koeman en el banquillo.
HAY LIGA
El 4 de enero de 2004, en la jornada 18 el Barcelona de Frank Rijkaard, que cumplía su primera temporada como entrenador, fue vapuleado por el Racing de Santander (3-0) y quedó en la 12ª posición de la clasificación, con 24 puntos, a 18 del entonces líder Real Madrid y 16 del Valencia, a la postre campeón.
La presión sobre el entonces presidente (y hoy precandidato) Joan Laporta fue máxima exigiendo el despido del técnico... Pero Laporta se mantuvo firme en su confianza, el club incorporó a Edgar Davids a la plantilla y el equipo resucitó, bajo el embrujo de Ronaldinho, de una manera escandalosa, enlazando 14 victorias y 3 empates para acabar como subcampeón, por encima del Real Madrid.
No era para nada tan dramático el momento deportivo en la temporada 2014-15... Pero el ambiente en el vestuario, al comienzo de 2015 con la derrota en Anoeta ante la Real Sociedad (con Messi en el banquillo) desembocó en una crisis enorme a punto estuvo de llevarse por delante a Luis Enrique. ¿Qué pasó? Pasó que Luis Enrique cedió ante los cracks y el tridente (Messi-Suárez-Neymar) lideró una segunda parte de temporada excepcional que se cerró con el triplete.
¿Ahora? "No podemos fallar, está claro que no podemos pensar en ganar viendo a los de arriba... Pero quedan muchos partidos”, refiere Koeman, quien después del empate ante el Eibar verbalizó por primera vez que pensar en el título era una quimera y que ocho días y tres partidos después ya vuelve a ver las cosas con diferentes ojos.
Relanzado en la confianza, el Barcelona se presenta en Granada con una prueba que se aventura definitiva para conocer cuál es su realidad en la Liga. Conquistar su cuarta victoria consecutiva lejos del Camp Nou, algo que no se produce desde enero de 2019, demostraría que por difícil que sea la empresa no está todo perdido...