BARCELONA -- La Liga que en diciembre se dibujaba en rojiblanco llega a mediados de marzo más difusa que nunca. La escalada del Barcelona, la irregularidad del Real Madrid y, por encima de todo, la caída del Atlético de Madrid ha convertido la recta final del campeonato en un rompecabezas de incierta solución. La ventaja colchonera ha ido menguando de tal manera que, en puertas del último parón por selecciones, a los de Simeone se les ha acabado el colchón.
En las últimas diez jornadas el Atlético ha sumado 19 puntos, 21 el Real y 28 el Barça, catapultado como no podía imaginar cuando a principios de diciembre perdió en Cádiz (2-1) y, quinto en la clasificación, sufría un auténtico incendio alrededor de su vestuario. A partir de ahí 17 jornadas sin derrota, 45 puntos sumados de 51 disputados (catorce victorias y tres empates), y un cambio absoluto en las predicciones. Si hubo un momento, en enero, que en la clasificación, con dos partidos pendientes el Atlético, se contemplaba la opción de que los de Simeone se escapasen hasta 13 puntos por encima del equipo azulgrana, el escenario a día de hoy ha cambiado absolutamente.
De aquí al final del campeonato quedan once jornadas, 33 puntos, con partidos de todo tipo para los tres candidatos. Solamente el derbi madrileño está cerrado a favor del Real (una victoria y un empate) pero mientras falta por disputar un Clásico en el Bernabéu (jornada 30), el Atlético deberá visitar el Camp Nou en la fecha 35, en un duelo que a ocho partidos se sospecha que puede ser definitivo.
Seis salidas tienen Atlético y Barça y cinco el Real. Los de Simeone, que solo han ganado tres de sus últimos ocho partidos ligueros, sumando 13 de 24 puntos, recibirán esta próxima jornada al Alavés y en adelante disfrutan de un calendario como locales teóricamente amable. Huesca, Eibar, Real Sociedad y Osasuna visitarán en el Wanda, sospechándose la Real como el contrincante más complicado. Fuera, sin embargo, el equipo colchonero tiene un auténtico tour de force: Sevilla FC, Real Betis, Athletic de Bilbao y Barcelona, además de Elche y Valladolid le recibirán.
El Barça, que este próximo fin de semana visita a la Real Sociedad, deberá después hacer lo propio con Real Madrid, Villarreal, Valencia, Levante y Eibar, recibiendo en el Camp Nou a Valladolid, Getafe, Granada, Atlético y Celta Vigo. El Real, por su parte, jugará el fin de semana en Vigo ante el Celta y posteriormente deberá visitar a Cádiz, Getafe, Granada y Athletic, recibiendo en Valdevebas a Eibar, Barça, Betis, Osasuna, Sevilla y Villarreal.
La situación sigue favorable al Atlético, pero la historia, no solo las sensaciones actuales, le ofrecen un guiño al Barcelona. En las temporadas 1991-92 y 1993-94 el equipo azulgrana le remontó en las últimas jornadas ventajas que se adivinaban imposibles a Real Madrid y Deportivo para conquistar el título contra todo pronóstico en la última fecha.
Y también merece una mención la temporada 1995-96, la conocida como del play-off, y que tenía en esta misma jornada 27 al Atlético como líder con ocho puntos de ventaja sobre el Barça (61-53) y que acudió al Camp Nou nueve después, en la 36, con solo tres puntos de renta. Aquella noche del 20 de abril de 1996 el Barça de Cruyff tenía la opción de asaltar un liderato que dos meses antes se entendía imposible... Pero el asalto colchonero (1-3) sentenció la competición. Un escenario que podría repetirse este curso cuando los de Simeone (jugador colchonero hace 25 años) visiten a los de Koeman.
El Barça ha tomado, de momento, velocidad de crucero en su mejor momento de la temporada. Asemejándose a la recuperación bestial que protagonizó en la segunda parte de la temporada 2003-04 pero en mejor situación clasificatoria que entonces, el equipo azulgrana suspira por un título del que en diciembre se había, prácticamente, despedido. Aunque el Real Madrid, desplazado a la tercera plaza, irregular y discreto a partes iguales, tampoco ha dicho su última palabra.
La disputa del Clásico, el 11 de abril, puede abrir un nuevo escenario... Pero ahora, de momento, la Liga se adivina más abierta que nunca.