El Barça enlazó su cuarto triunfo en la Champions, olvidó su mala racha en LaLiga y se confirmó en los lugares de privilegio de la clasificación.
BARCELONA -- El Barça recuperó la sonrisa en Europa. Después de dos tropiezos en LaLiga frente a Real Sociedad y Celta apagó las alarmas derrotando al Brest, enlazando su cuarta victoria en la Champions y confirmando su buena estrella en el torneo, olvidado el KO del debut en Mónaco. Lewandowski anotó su gol número 100 en el torneo, Dani Olmo sentenció y otra vez el polaco convirtió el triunfo en goleada por 3-0.
Sin más brillo del necesario... Y sin ningún sufrimiento. De hecho no habría sido una sorpresa que el equipo de Flick sumase una nueva goleada auténtica al hilo en la competición tras aplastar a Young Boys, Bayern Múnich y Estrella Roja. Marco Bizot, ridículo en el penalti que cometió a Lewandowski y que sirvió al polaco para abrir el triunfo, se agigantó después, salvando dos remates envenenados a Fermín. Y a ello se sumaron otros errados por mala puntería de Raphinha y Pablo Torre que limitaron los daños para un Brest que llegó a Barcelona invicto... y se marchó con la lógica y esperada derrota.
El equipo galo, auténtica sorpresa en el comienzo de curso continental, se plantó en Montjuïc con atrevimiento y ni el 1-0 de los diez minutos le amilanó... Pero fue a chocar contra un Barça mucho más serio y concentrado que en sus últimos compromisos. Consciente de que otro tropiezo, sin poner en peligro evidente su futuro en Europa, podría abrir la puerta de las dudas alrededor del vestuario.
Sumados 12 puntos en cinco jornadas la clasificación entre los primeros 24 equipos es ya un hecho, no matemático pero sí virtual... Pero el objetivo de entrar entre los ocho primeros para así meterse directamente en los octavos de final se adivina igualmente mucho más cerca para este Barça que aparcó sus dudas de LaLiga y recuperó la sonrisa en Europa.
Montjuïc sigue siendo talismán para el equipo de Hansi Flick, intocable en un estadio donde cuenta sus partidos por victorias y que este martes no echó en falta a la grada de animación, cerrada por el club y sin visos, a corto plazo, de volver a llenarse de aficionados.