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Vinicius y Alaba son las nuevas pesadillas del Barcelona

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¡Sorprendió a todos! Alaba y un golazo para el Real Madrid El austríaco definió como un goleador de toda la vida y puso el 1 a 0 en El Clásico ante el Barcelona. (1:20)

El austríaco definió como un goleador de toda la vida y puso el 1 a 0 en El Clásico ante el Barcelona. (1:20)

BARCELONA -- David Alaba soñó un día, hace ya años, con jugar en el Barça. Lo dijo abiertamente cuando apenas empezaba a dejarse ver en el Bayern Munich y no podía ni imaginar la carrera que le esperaba. Vinicius no solo dijo que quería jugar en el Barça... Más aún estuvo a un paso de fichar por el club azulgrana hasta que la billetera de Florentino Pérez le convirtió al madridismo. Y este domingo, en el primer Clásico de la era post Messi, ambos tomaron el papel protagonista.

Lo de Alaba no es nuevo. El austriaco, central, carrilero, mediocentro y lo que sea menester, fue una auténtica pesadilla para el Barça durante su etapa en el Bayern de Munich. Se enfrentó tres veces al cuadro culé y ganó las tres: 4-0 y 0-3 en la semifinal de 2013 y 8-2 en los cuartos de 2020, en Lisboa. Y en su estreno como madridista no quiso ser menos. De hecho fue más, casi se diría clave para explicar la victoria de su equipo más allá de la jugada que comenzó y acabó con el 0-1 en la primera mitad.

Le ganó por nervio a Memphis, inició un contragolpe de libro y lo acabó, apareciendo de la nada, por la banda sin que nadie atendiera a su llegada y Ter Stegen no pudiera responder a su zurdazo imperial.

Austriaco imperial y Vinicius eléctrico. El domingo que muchos presentaban como el primer cara a cara entre el brasileño y Ansu Fati acabó por ser el de la confirmación de Vinicius, que llevó por la calle de la amargura primero a Mingueza y después a Dest, que supo jugar entre líneas, combinar, correr, pausar y derrumbar a una defensa azulgrana que pasó de la solvencia a la calamidad sin tiempo a nada más.

La tarde en que regresó el público, de verdad, al Camp Nou, citándose más de 86 mil espectadores en sus gradas, fue la tarde en que se confirmó que el Madrid tiene un plan desarrollado a partir de jugadores con la conciencia clara de qué hacer en el campo. Y que, en ocasiones, no tiene ni tan solo que exhubirse para mostrar músculo. Y que, en el sumun, hasta puede dejar a Benzema en segundo plano.

Es más el Madrid, hoy por hoy, que el Barça. Tiene un plan más determinado, tiene menos urgencias (o lo parece) y disfruta de mayor consistencia en el terreno de juego. Mientras el Barça sigue esperando a De Jong, Frenkie, el Real disfruta de un Alaba que desmiente esa necesidad de adaptación porque los buenos se adaptan rápido.

Y eso que Alaba quiso un día jugar en el Barça. Como Vinicius. Y sí, también como Modric, que dio otra clase maestra y pasará a la historia como uno de los grandes de ese Madrid que ya suma cuatro victorias consecutivas en un Clásico más blanco que nunca.