Una Inglaterra gris, con problemas en la elaboración de juego, no pasó este martes del 0-0 ante Eslovenia pero de todas maneras se quedó con el primer puesto del grupo C de la Eurocopa porque, en el otro partido de la zona, Dinamarca y Serbia también igualaron en cero.
El equipo británico fue en este partido lo mismo que en lo que va de torneo: un conjunto repleto de estrellas que parecen no entenderse.
Con el dominio del balón y destellos de sus figuras, no le alcanzó ante una Eslovenia ordenada y que siempre buscó plantársele de igual a igual a los hombres de Gareth Southgate.
A tal punto que la primera jugada colectiva de Inglaterra llegó a los 92 minutos, en un contraataque rápido que encabezó Harry Kane, quien cedió para un Phil Foden que llegaba por la derecha y definió de primera. Jan Oblak atajó abajo, sin mayores problemas.
En varios tramos del encuentro, daba la sensación de que Foden, Kane y Jude Bellingham jugaban con diferentes tácticas: cuando uno iba al espacio, el otro retenía el balón; cuando otro esperaba por la banda, su compañero encaraba hacia el medio.
Por la categoría de su plantel, Southgate tiene todas las chances abiertas de lograr una mejoría sustancial de cara a unos octavos de final en los que, por terminar primero en su grupo, evitó enfrentarse a Alemania.