Este sábado, con el Gales-Dinamarca, arrancan los octavos de final de la Eurocopa, los partidos a cara o cruz, las eliminatorias para empezar a definir los triunfadores y fracasados en un torneo que vio en su primera fase como la España que se derrumbaba entre críticas cerraba su clasificación con una exhibición, como la siempre favorita Alemania que se dio un festín ante Portugal acabó pidiendo la hora contra Hungría o como las renacidas Italia y Países Bajos (ausentes ambas en el Mundial de Rusia) sentenciaban su pase con un pleno de puntos.
Es el momento de las estrellas, de los cracks sobre los que se quieren sustentar las esperanzas de todas las supervivientes, de las favoritas, de las candidatas y de las soñadoras. Es el momento de Harry Kane y de Cristiano Ronaldo; de Alaba, De Bruyne o Modric y de Gareth Bale... Y de quienes, sin un papel mediático estelar, han sido claves en la suerte de sus equipos.
Ésta sería una relación de jugadores a tener en cuenta, atender, por lo visto y lo que se espera ver, de las 16 protagonistas en octavos de final.
ALEMANIA
La Mannschaft al frente de la que Joachim Low vive sus últimos partidos disputará el martes el que es probablemente duelo estelar de los octavos: un duelo ante Inglaterra en Wembley. Si colectivamente ha dejado sombras, individualmente se entiende sostenida por veteranos como Neuer (fallón ante Hungría), Kroos o Müller, nuevos líderes como Kimmich o Gundogan y futuras estrellas, ya con presente, personalizadas en el ya conocido Kai Havertz y el catapultado Robin Gosens.
Del primero ya es sobradamente conocido su papel estelar, puesto en el escenario durante su campaña de estreno en un Chelsea al que llevó hasta la conquista de la Champions League y que está llamado a heredar, sino lo ha hecho ya, la figura de Müller y Kroos en una Alemania que siempre, siempre, debe pelear por los títulos.
¿Gosens? Carrilero (palabra de moda para los laterales ofensivos) de excelentes prestaciones, ha sido un futbolista de explosión tardía. Cercano a cumplir los 27 años apenas si lleva 10 partidos como internacional desde septiembre de 2020 y nunca jugó profesionalmente en su país. Ahora crecen las especulaciones con el interés de muchos clubes para sacarle del Atalanta, vista la excelente aportación para Low en la Eurocopa.
AUSTRIA
Por primera vez en su historia supera la ronda de grupos de una fase final de la Eurocopa y lo hace también por primera vez en un gran torneo desde el Mundial de España 1982. La lógica dice que este sábado se despedirá frente a Italia pero contar con dos tipos como David Alaba y Marcel Sabitzer les invita a mantener el sueño despierto.
Alaba, nuevo jugador del Real Madrid, es el auténtico líder y comodín de una Austria con la que durante el torneo ya ha jugado en tres posiciones distintas. Sutil y rudo a partes iguales, su colocación y calidad con el balón le convierten en futbolista referente. Sabitzer es un mediapunta de visión periférica, excelente toque y capaz de mantenerse invisible hasta el momento oportuno en que aparece dispuesto a ser diferencial y decisivo.
BÉLGICA
La que para muchos es la candidata número uno al título, sin poder ser favorita puesto que nunca conquistó entorchado internacional alguno, se la jugará el domingo frente a Portugal, confiando en un bloque que Robert Martínez ha convertido en magnífico. Bélgica, sin embargo, ya ha mostrado que en momentos de necesidad puede contar con sus cracks.
Su capacidad de asociación y resolución está demostrada de sobra y confiando en la figura de Kevin de Bruyne o la recuperación definitiva de Eden Hazard, son la electricidad de Carrasco y el papel de Lukaku los elementos diferenciales que le han permitido sumar los nueve puntos en la fase de grupos y la presentan al frente de las apuestas. Aunque, por si acaso, habrá que mantener el ojo puesto también en Youri Tielemans y, por supuesto, Thibaut Courtois.
CROACIA
Subcampeona del Mundo en Rusia, la Croacia dirigida por Zlatko Dalic ofrece en esta Eurocopa el último vals de Luka Modric, quien ha perdido la compañía de Ivan Rakitic pero ha ganado la constancia de Mateo Kovacic, enganche de innegociable brega y que se apoya tanto en la lucidez de Andrej Kramaric (necesitado de mantener más regularidad) como en la solvencia ofensiva de Ivan Perisic.
No hay demasiada capacidad de sorpresa en los ajedrezados, que en 2016 comenzaron a cavar la tumba de la España de Del Bosque y cinco años después encaminan un cambio de generación que, por el momento, han demostrado encajar con acierto hasta cruzarse, el lunes, con la nueva España de Luis Enrique.
DINAMARCA
Rival de Gales este sábado en el primer duelo de octavos, la Dinamita Roja danesa se diría que echa tan de menos a su referencia, Christian Eriksen, como que se reveló contra la fatalidad para sentenciar su pase el último día y casi de casualidad, gracias a su goleada sobre Rusia.
Imaginar que la Dinamarca de Kasper Hjulmand pueda emular el éxito de 1992 es utópico (de momento) pero el nuevo liderazgo de Pierre-Emile Hoejbjerg, la sobriedad de Kasper Schmeichel, solvencia de Christensen y brega de Poulsen o Braithwaite ofrecen eperanzas a un equipo de ritmo lento pero competitividad contrastada.
ESPAÑA
De la crítica al elogio, del entierro a la euforia, bastó recuperar a lo grande la capacidad realizadora para que Luis Enrique descorchara el tapón en una España renacida. No tiene probablemente la Roja un líder mediático pero sí un grupo entregado al reto de una renovación de futuro y ya con presente.
En la España que enfrentará a Croacia el lunes en Copenhague emerge por encima de todo la prestancia indiscutible de Sergio Busquets y la electricidad de Jordi Alba, veteranos innegociables junto a la nueva ola personalizada por Pedri y jugadores ya contrastados como Koke o Gerard Moreno.
Necesitada de mantener el balón en los pies, la selección española se diría que tiene su mayor líder en el banquillo. Allí, la figura de Luis Enrique, contestado pero firme, es indiscutible.
FRANCIA
La campeona del mundo, la favorita superior, no ha dado hasta el momento la auténtica medida de sus posibilidades pero es indiscutible que forma el mejor grupo colectivo de todo el torneo.
Deschamps recuperó a Benzema para sumarlo a una Francia que el lunes partirá como evidente favorita ante Suiza y que tiene en Kylian Mbappé a su referencia ofensiva pero no única. El centro del campo emerge con el todocampista Kanté y el renacido Pogba, el enganche de Griezmann o la solvencia de Tolisso.
Es Mbappé el nombre a seguir, sin duda, pero no el único.
GALES
Semifinalista en su primera participación, en Francia 2016, Gales es Gareth Bale y diez más. Sin discusión y sin ninguna clase de duda. El futbolista del Real Madrid, cedido al Tottenham, tiene una absoluta libertad de movimientos en los esquemas de Robert Page, que pone al resto del equipo a su servicio en busca de volver a hacer historia.
Abrirá el fuego este sábado ante Dinamarca, en Amsterdam, confiando en la compañía de Joe Allen y Aaron Ramsey, al frente de un colectivo en el que la cultura del esfuerzo se da por descontada.
INGLATERRA
Enorme su duelo del martes frente a Alemania en Wembley, la Inglaterra de Gareth Southgate sigue esperando la eclosión de sus estrellas para dar ese paso al frente que tanto se ha esperado y aún no ha aparecido.
Se dice de los Pross que tienen el mejor equipo de los últimos 25 años con una nueva hornada en la que destacan tanto Phil Foden como Mason Mount en facetas ofensivas o Reece James y Luke Shaw en dos laterales con vocación de abarcar todo el campo que sea necesario.
Inglaterra cuenta también con el papel nunca regular de Raheem Sterling (autor de sus sos goles en la fase de grupos) pero... por encima de todo, espera la explosión de Harry Kane, su mayor estrella y jugador que debiera ser determinante.
ITALIA
Una selección que no ha perdido en sus últimos 30 partidos disputados y que ha sumado los nueve puntos en la fase de grupos es, sin duda, digna de tener en cuenta a la hora de pensar en un posible campeón. Y ésta es Italia, ausente del último Mundial pero dispuesta a resarcirse con grandeza en una Eurocopa en la que ha dado lo mejor de sí misma.
Lo ha conseguido Roberto Mancini apostando por el juego alegre y desenfadado con que ha dotado a una azzurra que mezcla la personalidad veterana de Leonardo Bonnucci, Giorgio Chiellini o Ciro Immobile con la juventud pujante de Manuel Locatelli y Gianluigi Donnarumma. Y, también, claro, con la prestancia de Jorginho, el brasileño para quien no hay nada imposible.
Con estos mimbres y el papel de favorita se enfrentará este sábado a Austria en Londres, donde todo lo que no fuera una victoria italiana sería una sorpresa monumental.
PAÍSES BAJOS
Frank de Boer sustituyó a Ronald Koeman al frente de una Naranja Mecánica alrededor de la cual se intuye siempre la misma discusión que se vive, disfruta y sufre a partes iguales en el Barcelona. Cuestión de estilo, la personalidaad de la histórica Holanda se dibuja a partir de un sistema que su seleccionador ha variado... para mantener en buen papel.
El domingo se enfrentará a la República Checa en Budapest con los nueve puntos ganados en la fase de grupos en el bolsillo y un equipo en el que ha sobresalido con luz propia Georginio Wijnaldum como enganche y apoyado por Frenkie de Jong en el centro del campo y que tiene en la brillante electricidad ofensiva de Memphis Depay otro argumento tan de peso delante como lo son en la zaga Matthijs de Ligt o Stefan de Vrij.
Ausente del Mundial de Rusia, el regreso de la Naranja Mecánica a una fase final está siendo una excelente noticia. De momento.
PORTUGAL
La campeona se escribe a partir de Cristiano Ronaldo, líder y goleador sin discusión de Portugal, que tendrá una prueba de órdago el lunes contra Bélgica en Sevilla.
El veterano delantero de la Juventus es la estrella indiscutible del equipo que dirige Fernando Santos, que sobrevivió con sufrimiento pero entrega al grupo de la muerte y que acompaña de otro veterano de oro como Pepe en defensa y una nueva generación en la que destacan tanto la verticalidad de Bernardo Silva como la prestancia en el centro del campo de Renato Sanches.
No favorita pero sí candidata, Portugal es a veces tan indescifrable como siempre solvente, más aún después de haber renacido a un estreno desolador contra Alemania que le dio paso a una nueva imagen. No hay que olvidar que en 2016 superó casi de casualidad la fase de grupos... Y acabó ganando el título.
REPÚBLICA CHECA
Futbol directo, pocas sorpresas tácticas, fortaleza física y mucha intensidad son las claves que muestra una República Checa en la que Patrik Schick, autor del mejor gol hasta el momento del torneo, se ha destacado como elemento más notable.
Jaroslav Silhavy tiene en el colectivo a su mayor argumento y que convierte al equipo en un auténtico hueso para cualquier rival, que presentará batalla a Países Bajos el domingo en Budapest y que acompañará de jugadores como Tomas Soucek en el doble pivote o Vladimir Darida en el enganche.
SUECIA
El gol marcado por Viktor Claesson en el último suspiro de su partido ante Polonia le regaló el primer puesto y el enfrentamiento ante Ucrania, el martes, en Glasgow. La lesión de Ibrahimovic provocó que Suecia acudiera a la Eurocopa sin una estrella indiscutible, pero entre un colectivo donde el trabajo es innegociable ha destacado la calidad de Aleksander Isak en la punta de ataque.
Mucho sacrificio, defensa firme y entrega de principio a fin es la principal razón de ser del equipo dirigido por Jane Andersson, donde junto al delantero de la Real Sociedad emerge la figura de Dejan Kulusevski, la calidad de Emil Forsberg y la solvencia defensiva de Victor Lindelof.
SUIZA
El lunes, en Bucarest, tendrá la misión, probablemente imposible, de derrotar a Francia después de haber hecho buenos sus cuatro puntos para pasar como tercera por detrás de Italia y Gales en el grupo A. Suiza ya ha cumplido, pero bajo la dirección de Vladimir Petkovic mantiene arrestos para seguir dando que hablar.
Falto de un goleador resolutivo, ha destacado la figura de Breel Embolo, convertido en una de las referencias del equipo helvético y en el que también han dado que hablar, como se esperaba, Xherdan Shaqiri o el siempre fiable Granit Xhaka.
UCRANIA
Clasificada gracias a la derrota de Finlandia ante Bélgica y el derrumbe de Eslovaquia ante España, Ucrania se metió en octavos de final por los pelos, esperando a un cruce, el martes en Glasgow, ante Suecia, al que puede acudir sin sentirse tan inferior como cabría suponer.
Ucrania tiene a su líder en el banquillo, Andriy Shevchenko, y despierta tantas dudas como esperanzas en el terreno de juego. Allí se agarra a la esperanza de que Oleksandr Zinchenko emerja como de él se espera, a que Yarmolenko ofrezca sus últimos destellos al primer nivel y, sobre todo, a que Ruslan Malinovsky muestre todo lo que se le supone.