Con un equipo totalmente renovado y lleno de los teóricos suplentes, el equipo hispano cumplió con lo esperado, con más solvencia que brillantez, y eliminó a Albania.
De pronto España se metió en los octavos de final siendo la primera selección de la Eurocopa en sumar los nueve puntos de la fase de grupos. De pronto, alrededor de España se puede seguir pensando que no es favorita pero ya se le debe considerar candidata. La 'otra España', la que puso en liza Luis de la Fuente refrescando al límite a su teórico equipo titular, respondió con solvencia y se bastó con un gol de Ferran Torres para completar el pleno.
España celebró su dominio ajena al drama de Leipzig, donde la veterana Croacia de Modric se despidió del torneo en el minuto 98, golpeada por el gol salvador de Zaccagni que recolocó en el último suspiro a Italia, que se las verá en octavos contra Suiza, mientras enviaba a casa al equipo balcánico.
Eso fue la otra cara de la moneda de una noche en la que el combinado español restauró a ojos de Europa, del mundo del fútbol, su aspiración a ser tenida muy en cuenta. ¿Contra un rival menor? Probablemente... pero un equipo que frenó a croatas y puso de los nervios a la propia azzurra.
Y es que al final Albania quiso, claro, pero no pudo. Y como en el estreno frente a Italia se atrevió a buscar el milagro cuando el tiempo ya se le tiraba encima y se entendió imposible sorprender al combinado hispano, salvado en último término por un enorme David Raya, sustituto de Unai Simón en la portería y que solo tuvo que intervenir tres veces... Todas ellas soberbias, monumental la última en tiempo añadido al remate de Broja.
España ya espera rival para el domingo después de mostrar que en su plantilla tiene suplentes asumidos y suplentes rebeldes. Dani Olmo entre estos últimos, redondeando una actuación muy notable, tal como el veteranísimo Jesús Navas, el central Vivian, el carrilero Alejandro Grimaldo o el goleador Ferran. Y Raya, claro, el enorme portero del Arsenal.
El conjunto español golpeó rápido con la excepcional asistencia de Dani Olmo y el resuelto remate cruzado de Ferran para mostrar sus galones. No se había llegado al primer cuarto de hora y a partir de ahí mandó con solvencia y calma. Y tranquilidad…
Y así hasta los últimos 20 minutos, cuando con Broja ya en el campo Albania se desmelenó en busca del milagro imposible. Puede que a España le faltase algo de músculo para defenderse mejor con el balón, pero cerró a fin de cuentas la fase de grupos con todos los puntos posibles... Y sin encajar ni un gol.