<
>

Dos asuntos extradeportivos envenenan el ambiente de Francia

A dos meses de que Francia defienda su campeonato mundial, el ambiente dentro del vestidor y la federación, está envenenado

Una inédita inspección del Gobierno francés a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) por supuestos mensajes sexistas de su presidente y el chantaje a Paul Pogba, en el que está implicado su hermano, han envenenado el ambiente de la selección gala a solo dos meses del Mundial de Qatar.

"No es el ambiente más tranquilo que he conocido", reconoció esta misma semana el siempre comedido seleccionador francés, Didier Deschamps.

Una elegante manera de admitir que, a dos meses de que Francia defienda su corona, hay ruido alrededor de un combinado con un largo historial de querellas internas (quién no se acuerda del motín de los jugadores en el Mundial de Sudáfrica de 2010).

Mientras los Bleus preparan sus partidos de Liga de Naciones ante Austria (22 septiembre) y Dinamarca (25 septiembre), los bastidores de la FFF hierven. Un reportaje de investigación de la revista So Foot abrió la veda.

Apoyada en testimonios anónimos, la publicación atribuyó al presidente de la FFF, Noel Le Graet, el envío de mensajes de contenido sexual a tres de sus subordinadas. El reportaje muestra además un "ambiente tóxico" en la institución rectora del fútbol galo, con casos de acoso sexual y moral, de alcoholismo y de amiguismo.

La Federación presentó una denuncia por difamación contra la So Foot y Le Graet, en el puesto desde hace una década, descartó dimitir.

Sin embargo, el Gobierno francés no se tomó a la ligera las acusaciones publicadas y la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, se reunió el viernes con Le Graet, y la directora general del organismo, Florence Hardouin.

De este encuentro, resultó una inédita decisión: someter a la FFF una auditoría interna, que la ejecutará una misión de la Inspección General de Educación, Deporte e Investigación.

Es fundamental que la FFF prosiga sus actividades "en el respeto absoluto con todos sus asalariados, sin importar su nivel jerárquico, y empeñándose en la lucha contra todas las discriminaciones y violencias, especialmente las sexistas y sexuales", advirtió en su comunicado el Ministerio.

Chantaje a Pogba

Si este espinoso asunto no fuese suficiente, el entorno de la selección francesa lidia con las consecuencias del caso de presunta extorsión y secuestro a una de las estrellas de Francia, el medio de la Juventus de Turín Paul Pogba, en proceso de recuperación de una grave lesión de rodilla que podría apartarle del Mundial.

Este enmarañado y rocambolesco affaire -los chantajistas habrían exigido a Pogba 13 millones de euros- ha resonado en el vestuario. Primero por haber puesto en evidencia los peligrosos entornos de los jugadores de élite y, luego, por las ramificaciones en otros futbolistas.

Arrestado por su participación en el chantaje que las autoridades investigan y presentado este sábado ante un juez para su probable imputación, Mathias Pogba, hermano mayor de Paul, involucró en el turbio asunto al estandarte de la selección, Kylian Mbappé.

De acuerdo con Mathias, de 32 años, Paul habría contratado durante años a un hechicero para echar un mal de ojo a su compañero delantero del PSG. En sus vídeos en redes sociales, Mathias aseveró contar con pruebas de ello sin mostrarlas.

Paul niega haber recurrido a la brujería, mientras que Mbappé, después de hablar con los dos hermanos Pogba, dijo preferir quedarse con la versión de su colega en Les Bleus por el bien de la selección.