Paris Saint-Germain fue claramente superado por Lorient en el Parque de los Príncipes este domingo (1-3), resultado con el que seguirá liderando la Ligue 1, pero con el que también profundiza un mal momento muy pronunciado desde su eliminación en la UEFA Champions League.
El PSG se mostró apático, apagado y perdió de forma inobjetable ante un equipo de mitad de tabla, que le jugó con autoridad y lo incomodó.
Gran responsable fue Achraf Hakimi, expulsado por doble amarilla cuando apenas se jugaban 19 minutos de partido. De todas formas, no fue el único causal de la derrota. Salvo algunos chispazos de Kylian Mbappé, el equipo jamás lastimó a su rival. El gol del empate parcial, de hecho, fue del propio Mbappé por una avivada y genialidad suya. Eso fue lo único destacable del elenco parisino en el encuentro.
El equipo de Galtier mostró graves problemas por el lado izquierdo, y los primeros dos goles del Lorient fueron calcados. Desborde por el lado izquierdo de la defensa, con Vitinha y Marco Verratti con problemas en los relevos, pase al medio y gol. El primero lo marcó Enzo Le Feé y el segundo Darline Yongwa.
En el complemento, pese a que parecía que los locales quemarían naves para cambiar el partido, eso no ocurrió. Sí ocurrió que Lorient se sintió muy cómodo, dominó la pelota y no se replegó. Tuvo la chance de liquidarlo a los 88' con un gol de Dieng, pero el VAR anuló la conquista por fuera de juego. PSG fue con todo a buscar el empate y, en un contraataque, Ponceau, con todo el tiempo del mundo, lo liquidó.
A falta de cinco fechas para el final, PSG le lleva ocho puntos a sus perseguidores, que pueden reducirse a cinco esta fecha. El equipo viene siendo muy irregular en el tramo final y preocupa, en el único certamen en el que sigue con vida y en el que está obligado a ser campeón. Sus hinchas no están nada satisfechos con un equipo que últimamente suele irse silbado de su estadio.