El París Saint-Germain no tiene llenadera y el dinero no es uno de sus problemas. No necesitaba a Sergio Ramos, pero la leyenda del Real Madrid quedó libre y lo fichó…
No necesita (o sí) a Leo Messi, y tan pronto se anunció su salida del Barcelona, lanzó la red que esperaba paciente por el argentino desde hace algunos meses.
La plantilla parisina se enriquece año con año en cantidad y calidad: Georginio Wijnaldum, Achraf Hakimi y el mejor portero (y jugador) de la Eurocopa, Gianluigi Donnarumma, son otras de las caras nuevas del conjunto francés para la temporada que está por arrancar.
Messi es la cereza del pastel y tal vez –el tiempo lo dirá– la pieza que le faltaba a esta agrupación millonaria para por fin alcanzar el objetivo más anhelado: ganar la Champions League.
¿Cómo embonará Leo en este equipo lleno de estrellas? Es sencillo, jugando como lo ha hecho siempre: libre en el frente de ataque, partiendo preferentemente de derecha a centro, y además contará con dos acompañantes de lujo.
Neymar, con quien tiene una sociedad más que probada, y nada menos que con Kylian Mbappé, futbolista maravilloso de 22 años que está llamado a heredar el trono de los grandes como el propio Leo y Cristiano Ronaldo.
En el Barcelona la llamada ‘MSN’ (Messi-Suárez-Neymar) se cansó de romper los mayores registros goleadores de la historia y se consolidó como la sociedad más productiva de la que se tenga memoria.
Algunos años después, con Leo y sus 34 primaveras, pero un Neymar en apogeo a los 29, y no se diga Mbappé con 22, no es descabellado pensar que estamos en presencia de una nueva cofradía: La ‘MNM’.
A diferencia de lo que sucedió en el Barça durante las últimas temporadas, Messi no deberá cargar con el peso del equipo, pues el PSG no dependerá de él.
Mauricio Pochettino tiene una baraja envidiable de opciones en cada una de las posiciones. De entrada en la portería deberá elegir entre Keylor Navas y Donnarumma. Ramos llega para poner dudas en cuanto a la pareja de centrales habituales, el capitán Marquinhos y Kimpembe.
Leandro Paredes, Marco Verratti y Ander Herrera, en mediocampo, son otros de los referentes. Y en ataque la ya –y nueva– mencionada sociedad que con toda certeza será intocable, entre Leo, ‘Ney’ y Mbappé. Y ahí está Ángel Di María por si faltara alguien, o un centro delantero de área como Mauro Icardi.
Neymar no se desprenderá de la camiseta número ‘10’ porque su ídolo y amigo no la aceptó, pero en la cancha seguramente jugará por alguno de los costados como lo hacía en el Barça, o se podrá intercambiar la posición con Leo. Por alternativas y talento, Pochettino no tendrá queja alguna.
Mbappé podrá fungir como un centro delantero engañoso, y su velocidad se va a potencializar con los trazos y visión de Messi.
Cierto que a los culés les debe doler en el alma la marcha de Messi, pero deportivamente hablando bajo ninguna circunstancia su arribo al PSG es un paso hacia atrás, pues llega a un auténtico ‘Dream Team’; cierto, a una liga de menor nivel que la española, pero el reto es Europa, la Champions League.
Todo indica que los libros de futbol también hablarán en un futuro de la naciente ‘MNM’…