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          Jugadora de la Liga Femenina: "Uno lo que quiere es equidad y no hablo de sueldos"

          • Rudy Martínez
          23 de abr, 2022, 16:23 ET

          Futbolista guatemalteca reclama mejores condiciones para practicar el deporte de manera profesional en el país

          GUATEMALA -- Entrenar tres días a la semana, no tener un cuerpo técnico y cuerpo médico completos, no contar con seguro médico y ni siquiera tener instalaciones dignas para ducharse y cambiarse, son solo algunas situaciones que impiden el desarrollo de la Liga Nacional de Futbol Femenino de Guatemala.

          Vanessa Ovando empezó a jugar en la liga cuando tenía 15 años, se alejó algún tiempo para practicar futbol sala y ahora ha vuelto a Cremas Femenino. Fue seleccionada nacional en varios procesos juveniles y perteneció al combinado absoluto.

          Después de la eliminación de la Selección Femenina de Guatemala en la ruta mundialista y olímpica, ha alzado la voz y ha evidenciado falencias en el engranaje del fútbol femenino en Guatemala. La futbolista de 31 años afirma que todo debe empezar en la liga.

          “Hay que hacer una liga competitiva, con una competencia sana entre los equipos. Que los clubes se interesen en formar jugadoras, que ya no sea solo ir a jugar al fútbol. Hay que poner preparación física profesional, trabajo táctico profesional. Eso hará competitiva nuestra liga y hará que tengamos buenos resultados en Selección”, indica Ovando

          La jugadora guatemalteca expone las principales necesidades que tienen ella y sus colegas en una liga que no termina de crecer. “Uno lo que quiere es equidad y no hablo de sueldos. Uno entiende la realidad del fútbol masculino, pero, por ejemplo, utilizar los mismos camerinos, el mismo estadio -que utiliza la Liga Nacional-”.

          “Muchos equipos carecemos de un camerino para cambiarnos, de un baño digno, de seguridad. A veces nos toca pasar en medio del público. Son cosas simples que terminan haciendo la diferencia”, no pide lujos, solo un espacio con cuatro paredes en los que pueda colocarse y sacarse la indumentaria deportiva sin temor.

          En lo futbolístico, hay equipos que solo cuentan con entrenador. No alcanza para un cuerpo técnico completo. “En los equipos femeninos hay un director técnico. Ahora ya se les pide un nivel de preparación y eso es bueno. La mayoría tiene un fisioterapeuta, pero médico no tienen todos. Preparador físico son pocos los que tienen, a veces el técnico asume ese papel”.

          Una de sus peticiones más importantes es la implementación de un seguro médico para todas las futbolistas de la liga. “Hoy una jugadora se lesiona y los equipos no son capaces de darle respaldo Creo que es algo muy básico. Es un deporte de contacto y estas propenso a lesiones. Creo que no es justo que uno invierta tiempo, haga sacrificios y si te lesionas te dejen tirado”.

          Un esfuerzo no correspondido

          En una liga que no alcanza a venderse, en la que no existen estrategias comerciales y de mercadeo, las principales afectadas son las jugadoras.

          “En mi caso, entrenamos tres veces a la semana. Todas estudian, del estudio a entrenar, del trabajo a entrenar, y de entrenar a estudiar o a su rol de mamá. Como la mayoría no tenemos un salario en el fútbol, lo hacemos porque nos gusta, lo hacemos como un hobby, pero no debería… Al menos uno quisiera sentir respaldo, por lo menos que te hagan sentir bien”.

          Jornada a jornada las jugadoras deben lidiar con carencias. Es una liga desigual, en la que algunos equipos tienen la capacidad para ofrecer comodidades y otros no. “Hay de todos los casos. Hay bastantes equipos que les dan bus grande, hoteles. Otros equipos no tienen absolutamente nada. Un viaje largo en un bus pequeño, ocho, nueve horas es peligroso”.

          “Muchas veces las jugadoras tienen que poner para su almuerzo o poner cierto porcentaje para hospedaje, ayudan a compañeras que no tienen para pagar lo propio. Uno lo único que pide es que las jugadoras tengan lo justo y necesario, que no tengan que poner de su bolsa. Sería lo mínimo para empezar. Sé de algunos equipos en los que las jugadoras tienen salario, pero son muy pocas, y es un salario mínimo”.

          Selección Nacional

          Vanessa Ovando considera que la Federación Nacional de Fútbol no ha sabido gestionar proyectos que incluyan a la futbolista. Pide apoyo porque afirma que hay talento.

          “Nos ha faltado saber usar nuestros recursos. Hay muy buenas jugadoras en el interior, pero quién les pagará para venir a entrenar a la Selección, quién les pagará donde vivir, la educación, que es muy importante. No hay respaldo y es donde decís: o juego o estudio. No tenemos apoyo. Ojalá la Federación pudiera hacer un análisis y un estudio para apoyar eso”.

          Sabe que los resultados no se darán pronto, pero lamento que ahora se tenga que empezar de nuevo. En la actualiza Vanessa Ovando pertenece al Sindicato de Futbolistas Profesionales de Guatemala.