Anghelo Marcelo López y Claudio Andreé Albizuris, hijos de los exfutbolistas, forman parte del proyecto TDS 2011 de la FIFA y la Fedefut
CIUDAD DE GUATEMALA -- Durante la mayoría de tardes de enero, los exfutbolistas guatemaltecos Hamilton López y Claudio Albizuris coincidieron en el Centro de Alto Rendimiento -CAR- de la Federación Nacional de Fútbol.
Ambos cargaban implementos deportivos, pera ya no para ellos, era para los herederos, para la nueva generación del fútbol.
Anghelo Marcelo y Claudio Andreé, sus hijos, coinciden en el proyecto TDS 2011 de la FIFA y la Fedefut, un programa que pretende captar, preparar y poner a competir al talento futbolístico de entre los 12 y 15 años en ambas ramas, tanto femenina como masculina. Está a cargo del español Vicent Benlloch, exentrenador en las fuerzas básicas del CF Villarreal.
Como buenos futboleros, López y Albizuris acompañan a sus hijos en su desarrollo. Sin presiones, ambos coinciden en que lo importante es que lo disfruten y que sean unas buenas personas.
Anghelo ha sido llamado por la Asociación de Fútbol de Jutiapa, también ha participado en las fuerzas básicas de Achuapa. Su hermano Joshua, el mayor, está por cumplir 15 años y también juega al fútbol.
Claudio también tiene dos hijos. Andreé, quien se desempeña como lateral derecho, y Matías, de 11 años, quien es portero. Ambos pertenecen a la Academia del CSD Municipal.
“¿De dónde te salió zurdo?”, le pregunta Hamilton a Claudio, entre risas. Ambos se la pasan platicando, mientras sus hijos entrenan. Combinan sus diferentes actividades con la agenda deportiva de sus hijos. Hamilton es el gerente del Deportivo de Mixco y Claudio se dedica a su empresa.
Nueva experiencia
“Es una experiencia completamente distinta a la que vivís como jugador. Como padres es más apoyo, saber escuchar, llevar, traer. Aconsejar en momentos y no involucrarte mucho en sus giros de juego”, cuenta Albizuris. “Nos toca dejar actividades a un lado por apoyar las actividades de nuestros hijos. Estamos ilusionados y contentos porque ellos tienen la gana y el amor al fútbol”, menciona López.
Ambos chicos combinan las actividades deportivas con los estudios. “Saben los sacrificios que se tienen que hacer para lograr muchas cosas. Nosotros vamos acompañándolos, no podemos involucrarnos más allá, lo único que vamos a hacer es apoyarlos y disfrutar lo que ellos disfrutan que es jugar fútbol”.
Tanto Hamilton como Claudio son recordados por su pasado en Municipal, aunque jugaron en otros equipos de Liga Nacional y, también, vistieron la camisola de la Selección de Guatemala. “Trato de no mencionarles lo que viví como futbolista, trato de solo apoyarle, de mencionarle muy perseverante y que tiene que tener disciplina”, afirma Albizuris.
“Trato de no mencionarle lo que hice o dejé de hacer. Ellos tienen que marcar su propia historia, su destino. En el carro platicamos sobre los entrenos, si lo hizo bien, y le digo que lo que haga lo haga al 100%”, dice López.
Así viven los partidos
Eso sí, ambos viven los partidos de sus hijos de forma distinta. Claudio es de sentarse con una taza de café y disfrutarse el juego. “Nunca me involucro en una decisión, ya cuando termina el juego tal vez le hago alguna corrección de actitud o movimiento, pero de forma personal. Muchas veces me dicen, ‘es que vos no eras así en el campo’, y es que no estoy en el campo, estoy viendo a mi hijo y lo estoy disfrutando”, recuerda ‘el Manía’.
“Me gusta disfrutar. Después les hago alguna corrección. En mi caso la tengo difícil porque uno es rojo y el otro es crema, ¡Imagínate que lleguen a jugar en esos equipos!, no sé qué voy a hacer”, dice Hamilton.
Mientras ese momento llega, disfrutan de ver a sus hijos divertirse y aprendiendo en el fútbol, ese deporte en el que ellos fueron felices y dejaron huella en Guatemala. ¿Habrá historia de la dinastía López o Albizuris en la Liga Nacional? El tiempo lo dirá, lo cierto es que, si los chicos siguen los consejos de sus padres, lograrán grandes cosas.