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La decisión más importante de la Premier League en medio de la pandemia del coronavirus: ¿tendrán un verano con fútbol o con demandas judiciales?

La buena noticia para los fanáticos de la Premier League es que en realidad sólo hay dos obstáculos en medio del camino de un regreso tras la suspensión debido a la pandemia del coronavirus. Puede que una de estas cuestiones esté fuera de sus manos, y sí, es en parte su culpa a estas alturas. La otra no es nada que no se pueda resolver con un poco de sentido común, negociaciones serias y buena voluntad, aunque la manera en la que el deporte se maneja en Inglaterra hace que las cosas se compliquen un poco.

Pensemos en la cuestión que la Premier League no puede controlar: establecer un protocolo médico para los entrenamientos y partidos que deje satisfecho al gobierno en términos de seguridad, y a su vez a los jugadores y entrenadores que tienen preocupaciones legítimas.

Que estén lidiando con esta cuestión en el terreno público es un tanto sorprendente y contraproducente. (Los últimos planes: el jueves, el gobierno británico se reúne para tratar la flexibilización de la cuarentena, el día después de que los médicos de la Premier League tendrán sus reuniones. Se espera que el primer ministro, Boris Johnson, anuncie nuevas medidas el domingo, con los accionistas clave de la Premier League reuniéndose nuevamente el lunes).

A diferencia de otras ligas, más notablemente en Alemania y España – donde los CEOs de las ligas, Christian Seifert y Javier Tebas, han hablado extensivamente y en detalle sobre el tema -- la Premier League ha estado sobrevolando fuera del radar, evitando cualquier declaración pública. En su lugar, la liga y los clubes (sobre todo algunos clubes en particular) continuaron diseminando rumores y fragmentos de información acerca de cómo se iban a encargar de la cuestión médicamente. Algunas cosas han sido ciertas, algunas cosas quizá sean falsas, y algunas cosas tal vez hayan sido ciertas en un momento, pero ahora han quedado desactualizadas.

Oficialmente, no tenemos nada, y mientras que la estrategia quizá haya sido no dar a conocer ningún plan para que no salieran a atacarlo, sobre todo porque sin dudas deberá sufrir cambios con el paso del tiempo a medida que las opiniones de los médicos y científicos van cambiando, lo que hizo fue provocar más miedo e incertidumbre. No sólo entre los jugadores, sino también entre los doctores de los clubes que han escrito a la liga y al gobierno detallando una serie de preocupaciones y dudas que no han tenido respuestas.

Hay una pregunta que sobresalió entre las demás: "Como médicos, ¿cómo podemos 'aprobar' lineamientos que todavía conllevan riesgo de muerte?".

La respuesta evidente es que hay riesgo de muerte en la mayoría de las cosas que hacen. Es en realidad una cuestión de mitigar y evaluar ese riesgo. Si esto no hubiese sido parte de la conversación desde el primer día, quizá el panorama y la opinión pública – y tal vez la respuesta del gobierno – hubiesen sido diferentes. En su lugar, ¿los futbolistas se levantan con las noticias de que las personas que deberían mantenerlos a salvo, los propios médicos del club, se preocupan por aprobar protocolos que pueden traer aparejado riesgo de muerte?

En última instancia, será la decisión del gobierno, por lo que la Premier League puede deshacerse de toda responsabilidad y transferirla a los gobernantes. Pero teniendo en cuenta lo sensibles que están estos últimos ante la opinión pública (léase: votantes), entonces la Premier League sin dudas no ha ayudado mucho sus chances de recibir el visto bueno para retomar las actividades.

El otro problema viene de la mano de las fuerzas de seguridad, que han decretado que los partidos se deben disputar en territorios neutrales, en parte debido al temor de que los fanáticos se reúnan fuera de los estadios. Mi colega, Mark Ogden, está de acuerdo con esto; yo, un poco menos, pero en realidad es un debate irrelevante: la palabra de la policía es la definitiva.

Esto ya sufrió el efecto dominó de los clubes cerca del fondo de la tabla, entendiblemente, señalando que perjudica la integridad de la liga ya que algunos habrán tenido más partidos que otros y están amenazando con votar en contra de un regreso como resultado. Se necesitan 14 votos de 20 para aprobar un regreso, por lo que, si pueden conseguir a siete de su lado, no habrá más fútbol de Premier League esta temporada.

Esos clubes estarían felices de jugar en territorios neutrales si se levanta la suspensión. Pero eso, por supuesto, significará que no hay promoción y la English Football League (EFL), que también cuenta con las tres divisiones por debajo de la Premier League, está, comprensiblemente, preocupada por esto.

“Los abogados van a terminar siendo muy ricos si eso sucede”, dijo el presidente de la EFL, Rick Parry, a los funcionarios del gobierno. “Habrá un sinfín de protestas de parte de muchos clubes en nuestro Championship, no se cumpliría con el acuerdo tripartito entre nosotros, la Premier League y la Asociación de Fútbol... la respuesta segura es que terminaría siendo un verdadero lío”.

Ese "acuerdo tripartito" al que se refiere es el acuerdo que se cerró cuando la Premier League se separó de la Football League con la aprobación de la Asociación de Fútbol. Garantiza una serie de cuestiones, una de ellas es el concepto de "tres arriba, tres abajo". Por lo que es aquí cuando puedes hacer la gran Chicken Little y tirar la toalla. Aquí es donde puedes ver los tres resultados posibles, y los tres terminan siendo malos.

1. La PL sigue con su plan actual, la suficiente cantidad de clubes vota contra el regreso a la actividad y todo se cancela definitivamente, dando lugar a un largo verano de batallas judiciales para determinar cómo sigue la historia.

2. La PL suspende el descenso, regresa el fútbol, la EFL y sus clubes inician acciones legales – quizá también las emisoras, que se verán estancadas con partidos sin relevancia -- dando lugar a un largo verano de batallas judiciales para determinar cómo sigue la historia.

3. La PL y la EFL intentan alcanzar una especie de acuerdo para dejar sin efecto el descenso, pero seguir con el ascenso de, digamos, los dos primeros equipos del Championship, lo que significa que la próxima temporada contará con 22 clubes. Con la excepción de que, en ese punto, los clubes de la Premier League clubs votarán en contra porque no van a querer dividir las ganancias de la PL entre 22 en vez de 20, y tampoco van a querer sumar cuatro partidos más al calendario.

¿Entonces? ¿Estamos en un callejón sin salida? Por suerte no, porque en última instancia, la Premier League se compone de 20 negocios separados. Puede que trabajen juntos siguiendo un mismo conjunto de reglas para vender sus productos, pero son 20 entidades separadas con sus propios fines, y sus “propios fines” significan una sola cosa: dinero.

Lo bueno del dinero es que es un bien intercambiable. Lo que significa que se puede intercambiar por cualquier otro bien o servicio o, en este caso, alguna clase de compensación. Y eso significa que se puede llegar a un acuerdo.

Si suspendes el descenso, te ahorrarás alrededor de £150 millones en indemnizaciones – el dinero abonado a los clubes que van al descenso para suavizar el golpe al tener que bajar de división. Leeds y West Bromwich Albion están a siete y seis puntos del ascenso automático respectivamente. Divide esos £150m entre ellos y, teniendo en cuenta que la mayoría de los clubes de la Premier League ganan entre £100m-150m de los ingresos de televisión dependiendo de la posición en la que terminan en la liga y la cantidad de apariciones, básicamente les garantizas casi todo lo que hubiesen ganado si ascendían a la Premier League. Es cierto que ganarán menos con respecto a los sponsors y las entradas si permanecen otra temporada en el Championship, pero también es cierto que los sueldos y costos que deberán afrontar también serán más bajos.

¿Y si eso no es suficiente para evitar las demandas de la EFL? Haz que los equipos de la Premier League cedan un poco más de dinero en un fondo de compensación, digamos un promedio de un 2%, quizá de manera escalonada para que los clubes en el fondo aporten un poco más, ya que son los más beneficiados. Que te de unos £40m más, y eso antes de que quizá lo opuesto sea verdad. Quizá Norwich no tenga problemas para ir al descenso – quizá porque ha hecho buenas inversiones y sus jugadores tienen cláusulas que contemplan el descenso, según las cuales los salarios sufren recortes si ya no juegan en la primera división – siempre y cuando reciban la indemnización y, quizá, un poco de ayuda de los ingresos por derechos televisivos de los clubes ascendidos el próximo año: digamos, un 10%, que serían unos £10m o, en el caso de Leeds, probablemente un poco más.

Puedes pelear las cifras, pero no hay dudas de que hay que negociar un acuerdo. Uno que preferiblemente no signifique jugar pero que a su vez no termine en interminables litigios judiciales. Todo lo que se necesita es sentido común y la habilidad para negociar. Sin dudas, esas son cualidades que se pueden encontrar si tenemos en cuenta cuáles son las alternativas, ¿no es así?