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Everton llega líder de la Premier League y en condiciones de cortar la mala racha en el derby contra Liverpool

Everton está primero en la Premier League. Hace dos semanas, también estaba primero en la tabla de iTunes del Reino Unido, dejando a Miley Cyrus en segundo lugar, gracias a las descargas de "Spirit of the Blues", una canción que suele reverberar en Goodison Park justo antes del inicio de los partidos, por los simpatizantes decididos a disfrutar cada momento del resurgimiento del club.

Hace mucho que las cosas no iban tan bien para Everton, vecino y rival de Liverpool, pero cuando los campeones de la Premier League de Jürgen Klopp visiten Goodison para jugar el derby de Merseyside el sábado, por una vez, los Blues mirarán a los Reds desde arriba. Y es cada vez mayor la convicción de que esto no es flor de un día.

En este momento, bajo la dirección de Carlo Ancelotti, Everton está primero en la Premier League con cuatro triunfos en cuatro partidos (siete de siete en todas las competiciones), y el delantero Dominic Calvert-Lewin también comparte la punta de la tabla de goles con seis convertidos. James Rodríguez, fichado durante el verano, ha salpicado su brillo en Goodison Park, y la fe y el optimismo fluyen en el club y entre sus seguidores.

Desde que ganó 1-0 en Tottenham el primer fin de semana de la temporada 2020-21, el equipo de Ancelotti viene galopante; le metió cinco a West Brom y cuatro a Brighton, sumando 12 goles en apenas cuatro partidos. Con Liverpool a continuación, que tiene una serie de positivos de COVID-19 en el plantel, más los efectos secundarios de haber caído 7-2 en Aston Villa antes de la ventana internacional, existe una creciente sensación de que Everton tiene lo que hace falta para superar a su viejo rival y sostener su campaña de clasificación a la Champions League.

Pero vencer a Liverpool no es algo sencillo para Everton. No hay derby en el mundo que haya sido tan desparejo como el derby de Merseyside. Si haces un repaso de las rivalidades propias de las ciudades de Manchester, Milán, Madrid o Buenos Aires, no encontrarás una sequía más larga que la de 10 años de Everton.

El sábado marcará exactamente una década desde su última victoria en el derby --un 2-0 en Goodison Park, con goles de Tim Cahill y Mikel Arteta-- y la infructuosa ruina de Everton en Anfield se remonta a 1999. (Así es, no han ganado en Anfield este siglo).

Durante el ciclo de 11 años de David Moyes como DT, entre 2002 y 2013, Everton fue adusto, difícil de vencer y hasta clasificó a la Champions League terminando cuarto en 2004-05, pero rara vez fue entretenido o displicente. Y siempre parecía terminar séptimo.

Desde Moyes, una seguidilla de DTs -Ancelotti es el quinto entrenador permanente en siete años- han intentado, sin éxito, ganar y entretener. Algunos no lograron hacer ninguna de las dos cosas, pero 10 meses después de haber llegado para reemplazar al despedido Marco Silva, Ancelotti le ha brindado a Everton la confianza necesaria para desafiar a Liverpool nuevamente.

Si gana el sábado, ni se te ocurra decirles a los hinchas de Everton que no podrán hacer la gran Leicester y consagrarse campeones esta temporada. Everton es un club grande, con historia, y ha esperado demasiado por el optimismo generado por Ancelotti y su equipo.

Pero el sábado es clave en muchos sentidos. Ganar es una cosa, pero librarse de ese complejo de inferioridad contra Liverpool es algo que Everton ha estado desesperado por lograr durante años.

Hay que conocer el pasado para entender el presente, así que mientras un Everton renovado se prepara para enfrentarse a Liverpool en el derby de Merseyside número 235 el sábado, vale la pena remontarnos a octubre de 1984.

En aquel entonces, Everton se había cansado de vivir bajo la sombra de Liverpool. En ese momento, no habían logrado superar a los Reds en la liga desde la década de los '70 -hacía 14 años que no ganaban en Anfield- y los hinchas de Everton habían vivido más falsas esperanzas que títulos conquistados por sus vecinos.

Como ciudad, Liverpool estaba atravesando un mal momento. El desempleo era tan alto que, para mediados de la década de 1980, menos del 10 por ciento de los chicos que salían de la escuela lograban encontrar trabajo dentro de los seis meses de haber completado su educación. Los muelles del río Mersey estaban en declive y el trabajo escaseaba en toda la ciudad.

La única gracia salvadora para la ciudad en la década de 1980 fue el éxito de sus dos clubes de fútbol. Liverpool se consagró campeón de Europa en 1981 y 1984, y campeón de Inglaterra seis veces en la década de los '80. Además, ganó cuatro Copas de la Liga de Inglaterra y dos FA Cups en dicha década. Everton ganaría dos títulos de liga, una FA Cup y la Recopa de Europa en la segunda mitad de la década, pero tuvo que esperar hasta octubre del '84 para dejar su marca. Lo hizo de manera espectacular, cuando Graeme Sharp convirtió un gol impresionante en Anfield para sellar un triunfo por 1-0 sobre un conjunto de Liverpool que era campeón reinante de Inglaterra y de Europa.

El video del gol que puede verse en YouTube es notable no sólo por la técnica de Sharp en la conversión, sino también por las imágenes de los hinchas de Everton corriendo a la cancha para celebrarlo. Fue un momento de alivio y de fe, fundidos en uno.

"La gente dice que estaba a 25 yardas, pero con el correr de los años, prefiero decir que fueron 35", le dijo Sharp a ESPN. "Todos siguen mencionando ese gol, pero lo más importante fue que vencimos a Liverpool.

"Antes de eso, había un complejo de inferioridad contra ellos. Estaban ganando todo, y la cabeza te decía que no ibas a conseguir nada contra ellos. Pero ese partido cambió nuestra mentalidad, demostró que podíamos enfrentarlos de igual a igual, y fue un punto de inflexión para nosotros".

Everton ganaría el título esa temporada, y nuevamente en 1987, saliendo de la sombra para desafiar el dominio de Liverpool. Pero no duró, y desde entonces los años han contado una historia de decepción tras otra. La FA Cup de 1995 fue la última conquista de Everton.

Carlo Ancelotti es un cliente habitual de Il Forno, un restaurante italiano en la calle Duke de Liverpool, donde siempre buscan una mesa cerca de la cocina para el DT de Everton, lejos de las miradas curiosas. Pero el DT de 61 años no se esconde ni se muestra distante. En el club, el cuerpo técnico comenta sobre la humildad y la naturaleza relajada de Ancelotti, de cómo les ha devuelto la sonrisa a las caras que se habían acostumbrado a fruncir el ceño bajo el DT anterior.

Los hinchas también lo aman. Antes de que las medidas de aislamiento por el coronavirus obligaran a prohibir la entrada de los hinchas a los estadios, los simpatizantes de Everton hicieron un enorme cartel con la imagen de Ancelotti, junto a las palabras "Carlo Fantástico, Carlo Magnífico", que solía ser desplegado en Goodison Park.

"A Carlo le encanta Everton", le comentó a ESPN una fuente allegada a Ancelotti. "Lo está pasando de maravilla allí; anda en bicicleta por el sendero en Crosby Beach, pasando las estatuas de Antony Gormley, y ha abrazado la vida en Liverpool. Pero también le encanta el carácter de la vieja escuela del club. Hay un verdadero espíritu de familia y comunidad en Everton, y a pesar de todos los lugares en los que ha estado antes, siempre estuvo arraigado en esa mentalidad de club familiar".

Las fuentes dicen que Ancelotti se siente particularmente impresionado por las estatuas de Gormley. Llamada "Another Place", la obra se compone de 100 figuras de hierro sobre la arena mirando al mar y al horizonte. Se detiene a mirar la misma escena y a respirar el aire del Mar de Irlanda. Tras pasar gran parte de su carrera como DT en Milán, Madrid y Múnich, Ancelotti disfruta de la paz y la tranquilidad de su casa costera.

Tres veces ganador de la Champions League como DT de AC Milan y Real Madrid, Ancelotti también ha ganado títulos de liga con Chelsea, Paris Saint-Germain y Bayern Munich. Suma 19 títulos importantes en total, es un entrenador de elite con un CV brillante, y muchos se sorprendieron cuando aceptó unirse a Everton luego de irse de Napoli el pasado mes de diciembre. Sharp describe como un "golpe maestro" la incorporación del italiano, y el defensor Michael Keane lo pinta como "uno de los mejores técnicos del mundo". Pero el hijo de Ancelotti, Davide, quien trabaja como asistente de su padre en Goodison, dice que la gente de afuera no debería sorprenderse por la decisión de su padre de aceptar el cargo de Everton.

"Conocíamos la historia de Everton", Davide le dijo a ESPN. "Everton no es un club pequeño, es un club con historia y tradición, y el equipo tiene jóvenes como Richarlison, Calvert-Lewin, Mason Holgate. Era un equipo que tenía potencial con el cual se podía trabajar y el club tiene ambiciones de ser un equipo top, pero más que nada, mi padre quería regresar y vivir la atmósfera del fútbol inglés.

"Es así, su personalidad es así. No puede trabajar en un ambiente donde no haya una atmósfera familiar. En la que no se sienta cómodo”.

Hay una concepción errada con respecto a que Ancelotti es un entrenador que sólo trabaja bien con equipos establecidos en los clubes más grandes. Sus primeros días con Reggiana y Parma en la década de 1990 se han visto opacados por sus subsiguientes roles en algunos de los clubes más importantes de Europa, pero sus principios siempre han sido los mismos: sin egos, sin súper estrellas y resaltando la importancia de una unidad colectiva.

"En las prácticas y en el vestuario no hay súper estrellas", Ancelotti le dijo a ESPN Brasil. "La etiqueta de súper estrella viene de afuera. Adentro, ellos son jugadores y antes de ser jugadores son personas. Me manejo con hombres, no con jugadores. Siempre me he manejado con personas, no con súper estrellas”.

Ancelotti ha cambiado a Everton dirigiendo a hombres en vez de orientarse por el enfoque matizado y táctico de un Pep Guardiola o un José Mourinho. El italiano no da discursos largos y tampoco pasa horas delante de una pizarra repleta de estrategias. Él prefiere pocas palabras de aliento y retoques menores, como decirle a Calvert-Lewin que sea menos egoísta y se dirija a la zona de las seis yardas en vez de gastar energía buscando la pelota más abierta.

También ha hecho que Everton se eleve negociando con la dirigencia del club. Cuando el director de fútbol, Marcel Brands, le dijo al final de la temporada pasada que no había dinero para nuevas incorporaciones, Ancelotti le explicó la necedad de firmar a los mediocampistas, Allan y Abdoulaye Doucoure. Le detalló cómo el dúo iba a proporcionar una plataforma sólida delante de la defensa, antes de ir en contra de su propia metodología para presentar el caso del reclutamiento de James Rodríguez desde Real Madrid.

"Carlo nunca se ha basado en las estadísticas al momento de juzgar a un futbolista”, dijo una fuente cercana a Ancelotti. "Pero con James, había un poco de dudas en Everton. Carlo había trabajado antes con él en Real y en Bayern, por lo que acudió a su conocimiento del jugador y las estadísticas de sus asistencias y participación en goles para crear un argumento sólido y fuerte a fin de que el club lo fichara… Y así fue”. Allan, Doucoure y James han sido elementos cruciales en el gran comienzo de temporada que ha tenido Everton, pero para Davide Ancelotti, uno de los factores más importantes en el éxito del equipo esta temporada, y desde que su padre tomó el mando, ha sido un jugador menos celebrado.

"Tenemos un gran capitán en Seamus Coleman, y eso es muy importante para mi padre y su modelo de liderazgo", dijo Davide. "Cuando tienes un verdadero capitán, como Sergio Ramos en Madrid y Paolo Maldini en Milán, es muy importante para nosotros porque crea una sensación de pertenencia dentro del equipo.

"Seamus hace eso en Everton. Se asegura de que todos los jugadores conozcan la historia de Everton y sepan qué es lo que queremos lograr. Es un gran factor tener un capitán así”.

Calvert-Lewin se hizo mayor en Everton una noche de noviembre de 2016, delante de unos cuantos espectadores en el Haig Avenue de Southport. Pero la noche no había comenzado bien.

El equipo sub-21 estaba jugando en Manchester City y Dom estaba siendo dominado durante el primer tiempo", comentó una fuente de Everton a ESPN. "Southport es un estadio viejo y los vestuarios están justo debajo de las gradas principales, por lo que se podía escuchar todo el sermón que Dom recibió de David Unsworth, el entrenador de la academia, en el descanso. Fue realmente enfático.

"Pero Dom tiene una personalidad fuerte. No es del tipo de personas que se amedrentará ante un reto de esa clase y respondió con un gol fantástico. Esto llegó a oídos de Ronald Koeman, el entrenador en ese momento, y él lo puso en el primer equipo y Dom nunca volvió a mirar atrás”.

El camino de Calvert-Lewin hacia la cima no es la de un joven prodigio que ha sido preparado para el estrellado desde que era pequeño. Nacido y criado en Sheffield, entró en la academia de Sheffield United cuando apenas tenía 8, con un ex entrenador en Bramall Lane contándole a ESPN que el joven era "puro brazos y piernas, sin presencia física y que se imaginaba como un número 10".

Períodos a préstamo en Stalybridge Celtic y Northampton Town fueron importantes para fortalecer físicamente al adolescente, pero el entrenador de United, Chris Wilder, necesitaba un delantero con experiencia, no un joven con potencial, para elevar a su equipo de la League One, por lo que los Blades aceptaron felizmente la oferta de Everton de £1.5m por él en 2016.

Hasta que Ancelotti se hizo cargo de Everton, Calvert-Lewin era más bien prometedor antes que prolífico, y según el héroe de la década de 1980, Sharp, era la victima de jugar en un equipo pobre.

"Sentía pena por Dom porque estaba jugando en equipos que no creaban muchas chances", dijo Sharp. "Tenía que avanzar, aguantar la pelota, seguir la jugada hasta el arco. Yo tuve que jugar en ese rol por momentos y es horrible para un delantero porque sabes que así nunca podrás anotar. Haces el trabajo de todos y terminas fuera de tu posición. Pero Carlo quiere [que Calvert-Lewin] se quede dentro del rango de las seis yardas y ahora consigue los goles que no ha podido marcar, porque ahora tiene jugadores de calidad como in James Rodríguez detrás de él".

Ancelotti también sacó aparte a Calvert-Lewin para darle una charla motivacional acerca de los legendarios Nro. 9 de Everton, desde Dixie Dean hasta Duncan Ferguson, y le dijo que él se podía sumar a esa banda de genios. Ancelotti también le dijo al jugador de 23 años que estudiara los movimientos de otro delantero – el ex delantero de Juventus e Italia, Filippo Inzaghi.

"Creo que la idea es más un énfasis para estar en el lugar adecuado en el momento indicado, para no decir que tengo que ser una copia exacta de Inzaghi", dijo Calvert-Lewin. "Miré algunos de sus goles en YouTube, vi un resumen de 15 minutos de sus hazañas y, obviamente, muchos de sus goles son con definiciones de un toque.

"Tenía un movimiento genial, siempre puedes aprender, y si hay elementos en su juego que he podido mostrar en el mío por el momento son las definiciones de un toque y estar en el lugar indicado para poder colocar la pelota en el fondo de la red”.

La influencia de Ferguson, entrenador asistente de Everton, también ha sido clave, con Davide Ancelotti comentándole a ESPN que el ex delantero trabaja en las prácticas con Calvert-Lewin para "hacerlo escuchar el sonido de la red todos los días".

Sharp también ha notado una mentalidad motivada en Calvert-Lewin y la determinación de ser el mejor, sobre todo cuando se trata de su técnica de cabeceo.

"Ha impresionado mucho a los entrenadores con su dedicación", dijo Sharp. "Ha trabajado en la fortaleza de sus piernas y su habilidad aérea es la mejor. No sé si hay otro delantero -- quizá Cristiano Ronaldo – que salte como Dominic.

El record de Everton contra Liverpool es deplorable. El sábado será el décimo aniversario de su última victoria en el derby, cuando el equipo de David Moyes logró un 2-0 en Goodison, y no han ganado en Anfield desde 1999. Cuando un equipo de jóvenes de Liverpool superó al primer equipo de Everton en la FA Cup en Anfield la temporada pasada, un seguidor Everton amigo de Ancelotti le dijo que él había presidido el “peor resultado en la historia de Everton".

Simplificándolo, Everton realmente necesita una victoria este fin de semana; no se trata sólo de terminar con esa racha, sino de seguir con el impulso de esta campaña y, por supuesto, darle al equipo azul de la ciudad algo por lo cual enorgullecerse.

"Los fans están desesperado por un poco de éxito", dijo Sharp. "La última vez que hubo un destello fue quizá bajo Roberto Martínez, hace unos seis o siete años, pero han estado pidiendo a gritos que suceda algo y ahora ven que puede suceder.

"El fichaje de Allan ha elevado el ánimo de los fanáticos y él ha unido a todo el escuadrón. El marca el nivel de qué es lo que se necesita -- a Everton le faltaban líderes, y Allan y Doucoure lideran con el ejemplo”.

De modo que la pregunta es, ¿Everton finalmente podrá conseguir la victoria que desea desesperadamente ante Liverpool?

"Me siento más confiado de cara a este juego de lo que me he sentido durante mucho tiempo", contó Sharp. "Simplemente queremos continuar haciendo lo que hemos estado haciendo hasta ahora.

"Liverpool estará afectado después de la derrota [por 7-2] ante Aston Villa y no va a querer sufrir otro golpe. Permitieron que los atrapen con demasiada facilidad ante Villa, y estoy seguro de que Carlo estará atento a ver cómo los podemos superar. De todas maneras, hay una fe generalizada entre los jugadores ahora y se los puede ver disfrutando cuando juegan.

"Gracias a Ancelotti, hay una sensación realmente positiva en el club. Todo marcha sobre ruedas por el momento".