El AC Milán sigue vagando a la deriva en el campeonato italiano y ni siquiera la fulgurante llegada de Krzysztof Piatek al equipo en este mercado invernal ha sido suficiente para revitalizar al equipo.
El polaco ha entrado en el tiro como un tiro, vamos, de la misma manera que lo hizo en el Genoa al llegar el verano pasado.
En su primer partido como titular con la camiseta rossonera anotó dos auténticos golazos ante el Nápoles, para clasificar a su equipo a las semifinales de la Coppa, un torneo en el que los de Rino Gattuso ponen ahora toda su ilusión, pues tienen por delante a una Lazio alicaída, aunque venció al Inter de Milán en cuartos de final, y luego se verían las caras en una hipotética final ante el ganador del Fiorentina vs Atalanta --el equipo que eliminó sorprendentemente a la Juventus.
Piatek volvió a anotar ante la AS Roma el pasado fin de semana, certificando así su cohesión con el equipo en menos de una semana de trabajo con sus compañeros, pero el AC Milan volvió a desinflarse y acabó empatando ante la Loba.
1-1 fue el resultado final contra su inmediato perseguidor en la tabla, pero la victoria de la Lazio le coloca a un punto de los milanistas, empatado el conjunto lazial con su rival capitalista en el acecho a esa cuarta posición que da acceso directo a la Champions League del año que viene.
Como hemos comentado en el pasado, sólo la pobre imagen de los dos equipos romanos este año están permitiendo a los de Gatusso afianzarse en los puestos de Champions. Los rossoneri no han sido capaces de dar con la tecla del buen juego esta temporada, mostrándose como un equipo muy endeble en defensa y poco resolutivo en ataque.
Lo segundo se ha intentado subsanar con la marcha de su fichaje estrella del verano pasado, Gonzalo Higuaín, y la llegada de la sensación de la temporada en Italia, el polaco Piatek, pero lo primero tiene peor solución.
Ante la AS Roma este fin de semana, Gianluigi Donnarumma se convirtió en un verdadero muro, pues los de Di Francesco tenían ganas de olvidarse del correctivo que le aplicó la Fiorentina entre semana en la Coppa (7-1) y salieron al campo a morder a su rival.
Todo el poder ofensivo romanista se volcó sobre la portería del adolescente arquero milanista, y su defensa no hizo mucho por cortar el paso de los Dzeko, Zaniolo o De Rossi.
El encuentro se tornó en un asedio de la portería visitante, mientras que los milanistas no eran capaces de frenar el vendaval de juego de los hombres de Di Francesco. El tempranero gol de Piatek --a pase de Paquetá, otra incorporación en el mercado invernal-- fue empatado por el propio Zaniolo en la primera jugada del segundo tiempo y aunque es cierto que el árbitro no pitó un claro penalti de Kolarov a Suso, los de Gatusso no lograron hacerse con el mango del partido en ningún momento.
La situación del AC Milan es preocupante, aunque parece que el club mantendrá la confianza en Gatusso. Al fin y al cabo, el equipo sigue en puestos de Champions y clasificado para las semis de Coppa. Como además parece que, poco a poco, va asentando al equipo en un once inicial reconocible y algo fiable, quizás el aguantar al entrenador no sea la peor opción.
El equipo necesita encontrar soluciones en defensa, o que todo el bloque ayude a paliar la falta de velocidad de sus centrales, que suelen ser la gotera por la que se escapa el agua que está inundando a este equipo.
Lo que está claro es que, pese a su gran arranque goleador, la llegada de Piatek no es suficiente aún como para volver a confiar en el conjunto lombardo.