El jueves marcó el inicio del fin para el icónico San Siro en Milán.
El Inter de Milán y el Milan revelaron los dos proyectos finalistas para su nuevo estadio, que llevaría a la demolición del Giuseppe Meazza — conocido comúnmente como San Siro.
Los dos clubes rivales juegan sus partidos en casa en el San Siro _ construido en 1925 y que es el mayor estadio en Italia, con una capacidad de 80.000 personas _ y compartirían la nueva instalación también.
Dos firmas arquitectónicas revelaron sus respectivos planes en una presentación en el Politécnico de Milán, con Manica-Cmr Sportium mostrando su “Los Anillos de Milán” y Populous presentando su proyecto “Catedral”.
"Pensamos que tenemos un proyecto muy excitante que creemos será una luz para la ciudad de Milán y para el futbol italiano”, dijo el director general del Milan, Ivan Gazidis. "Se trata de traer a dos clubes adonde les corresponde .. pero también de traer al fútbol italiano de regreso adonde le corresponde. Estamos completamente convencidos de que podemos hacerlo. Los principales clubes del mundo están construidos sobre bases sólidas y la primera base es un estadio de clase mundial”.
El concejo municipal decidirá si le da la luz verde a uno de los dos diseños luego de consultas con los clubes, hinchas y residentes. El concejo pudiera decidir en lugar de ello renovar el estadio existente, lo que costaría aproximadamente 510 millones de euros, comparado con los 650 millones requeridos para un nuevo estadio.
Sin embargo, los clubes insistieron en que esa es una opción “inviable”, especialmente porque causaría pérdidas de ingresos porque los dos equipos tendrían que jugar sus partidos en casa en otra ciudad mientras dura la renovación.
Un nuevo estadio además tomaría tres años para construir, mientras que la renovación llevaría entre cinco y seis años, con demoras poniendo potencialmente en peligro su uso en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2026.