Zlatan Ibrahimovic, delantero y leyenda del AC Milan que acaba de anunciar su retiro del fútbol tras más de 23 años de carrera, ha coleccionado historias y anécdotas desde mucho antes de convertirse en una estrella del futbol mundial, algunas de ellas de cuando era joven en Suecia
El sueco ha sido uno de los jugadores símbolos de su época y dejó huella en cada uno de los equipos en los que jugó. Y, por supuesto, la polémica no estuvo ausente en su vida.
Sus peleas públicas con Pep Guardiola durante su etapa en el Barcelona, su carrera internacional y sus provocaciones hacia compañeros y rivales, tanto dentro como fuera del terreno de juego, le han valido titulares a lo largo de los años.
Pero hay algunos momentos en la vida de Ibra de los que rara vez se habla. Por ejemplo, ¿sabías que una de las aficiones del joven Zlatan era robar bicicletas? ¿O que consiguió que los padres de sus compañeros de equipo firmaran peticiones para que se le despidiera como jugador juvenil?
Descubra todo esto y más sobre Ibrahimovic, extraído de la autobiografía del delantero de 42 años, que incluye sus exitosos pasos por algunos de los clubes más importantes del mundo, como el Ajax, la Juventus, el Inter de Milán, el Barcelona, el AC Milan y el PSG.
Ladrón de bicicletas
Ibrahimovic es natural de Rosengard, un suburbio de la pequeña Malmö (Suecia). Ahí pasó su infancia y la mayor parte de su adolescencia antes de convertirse en profesional. Uno de sus pasatiempos en esa época era robar bicicletas.
Según el propio Ibra, todo empezó cuando le robaron la bicicleta. Desde entonces, aprendió a romper cerraduras y a divertirse a costa de los demás, que a menudo ni siquiera se enteraban. Zlatan cogía su bicicleta, salía a dar una vuelta y la abandonaba en algún sitio.
La afición fue incluso más allá, ya que el sueco se hizo con las bicicletas de un cartero y del segundo entrenador del Malmö FC cuando estaba en las categorías inferiores del club. "Fue más por la adrenalina que por la bicicleta en sí", dice Zlatan en su biografía.
Robo en el mercado
Además de sus frecuentes robos de bicicletas, Ibrahimovic también tuvo sus problemas en otros ámbitos. Uno de ellos fue en un supermercado local, donde el actual número 11 del AC Milan y un amigo intentaron llevarse raquetas de ping-pong y otros productos sin pagar.
Ibra y su amigo fueron sorprendidos por el vigilante del mercado, que no lo dejó pasar desapercibido. Llamó a los padres del chico e incluso envió una notificación por escrito al domicilio de ambos. Sin embargo, Zlatan rompió la nota antes de que su padre la viera y evitó una gran reprimenda...
Petición contra él
¿Te imaginas liderar una petición para que Ibrahimovic abandone tu club? Es difícil pensarlo después de ver en qué se ha convertido el delantero, pero esa historia es real y ocurrió en las inferiores del Malmö.
Ibrahimovic siempre tuvo talento, pero también era un hombre con un temperamento explosivo que irritaba a sus compañeros. Tras varios enfrentamientos, el joven Zlatan se enfrascó con uno de los chicos y le dio un cabezazo.
Su arrepentimiento instantáneo, con disculpa incluida, no impidió que el padre del jugador organizara una petición exigiendo la expulsión de Ibrahimovic del club. El documento llegó a recoger varias firmas, pero para cuando se presentó al entrenador...
"Qué mier... es esto", dijo Ake Kallenberg, que dirigía el equipo de Ibrahimovic, poco antes de romper el papel sin pensarlo dos veces.
¿Problemas con la policía?
La apuesta del entrenador fue más que acertada. Ibrahimovic se quedó en el Malmö, se hizo profesional y el club ganó 7,8 millones de euros cuando fue vendido al Ajax en 2001.
Pero antes de poder conquistar algunos de los escenarios más importantes de Europa, Ibrahimovic seguía haciendo de las suyas cuando jugaba en el primer equipo del Malmö.
Una noche, mientras salía con un amigo en Rosengard, Ibrahimovic sorprendió a un hombre charlando con una prostituta. Frenó bruscamente el coche, se bajó sosteniendo un bote de jabón para el cabello y gritando "¡Policía! ¡Manos arriba!
El caballero se marchó, pero volvió con la policía de verdad para encontrar a los chicos que habían hecho esto. Ibrahimovic, en su libro, dice que se explicó a los policías, que se rieron de la situación y la dejaron impune.
Desmayo en el baño
Ibrahimovic tiene la longevidad necesaria para seguir brillando a los 40 años, pero está seguro de que nunca ha sido un bebedor. Pero no ha olvidado una de esas copas cuando era jugador de la Juventus.
Llegó a la Juve en 2004 y en un año ya celebraba su primer título de la Serie A en una plantilla en la que figuraban Buffon, Cannavaro, Nedved y Del Piero, entre otros.
"Me aterrorizaba cualquier sustancia tóxica y debía de tener unos 17 o 18 años cuando me emborraché por primera vez. No hubo muchos después de ese, sólo un desmayo en el baño después de mi primer Scudetto con la Juventus. Fue Trezeguet, ese tramposo, quien me animó a tomar una copa tras otra", relató Zlatan en su libro.
Lo curioso es que la motivación para desmayarse en la bañera acabó siendo retirada años después. La Juventus fue condenada por un escándalo de amaño de partidos y perdió las temporadas 2004/05 y 2005/06, y descendió a la Serie B. Ibrahimovic se quedó sin los trofeos, pero con su recuerdo, o no.