Será un buen enfrentamiento, primero porque los dueños no se soportan, segundo porque hay mucho poder en medio, y tercero, porque ningún grande llega a la final.
Señoras y señores… El América va de fracaso en fracaso.
A todos los que acusaban de fracaso a Santiago Solari, deberán señalar con dedo flamígero al América actual, porque también fracasó. Que arrancó en último lugar de la tabla, que remontó, que fue de muy mal a regular y a bien, pero es un equipo que terminó perdiendo, de nuevo, en la liguilla del futbol mexicano.
Por lo tanto, Fernando el ‘Tano’ Ortiz, entrenador argentino, sin la gloria de y sin el currículo de otros, también fracasó. Y lo hizo frente al Pachuca, porque el equipo de los Tuzos fue mejor y pasó por encima del América en las semifinales del Torneo Clausura 2022, aunque el equipo de Coapa diga que no.
Pachuca tuvo mejores jugadas de peligro, llegó mejor y se comportó como un buen equipo. Guillermo Almada le dio la lección de lo que es ser un buen director técnico a alguien que es un novato como el ‘Tano’ Ortiz. Así de fácil.
A alguien que entrena en fuerzas básicas, le pegas un salto al equipo de primera división, lógico que falle cuando se enfrenta a un técnico de prestigio y de importancia como lo es Guillermo Almada, a quien buscaba la Selección de Uruguay pero que no se dio y Pachuca lo tomó.
Guillermo Almada está haciendo de Pachuca una escuela de futbol, un equipo poderoso e importante. Que no sea mediático es otra cosa, igual que el Atlas. Por lo tanto, la Liga MX verá en la final a dos quipos que lamentablemente son de multiprpiedad, pero así es el futbol mexicano y la gente se tiene que acostumbrar a eso.
Por un lado, está Pachuca con una buena escuela de futbol, con buenas instalaciones, buenos jugadores, buen entrenador y directivos importantes. Jesús Martínez ha hecho un buen trabajo en este equipo y en el León.
Y está Atlas, una escuela de Grupo Orlegi dirigido por Alejandro Irarragorri, que también ha hecho un buen trabajo con los rojinegros y Sanos, hoy el equipo de Jalisco toma la batuta en una nueva final.
Será un buen enfrentamiento, primero porque los dueños no se soportan, segundo porque hay mucho poder en medio, y tercero, porque ningún grande llega a la final.
¿Dónde quedó el Cruz Azul y sus líos internos terribles de los mercenarios que lo manejan?
¿Dónde quedó el América y sus cambios intermitentes?
¿Dónde quedó Tigres y las locuras de su entrenador y algunos de sus jugadores?
¿Dónde quedó Monterrey y su gasto en Javier Aguirre, quien en vez de ganar con Rayados terminó salvando al Mallorca en España?
¿Dónde quedó todo eso? Simplemente en el aire.
Dos equipos que no son los más famosos de México, van a jugar la final entre jueves y domingo, y se merecen su capítulo aparte.
Atlas buscando el bicampeonato, que hace mucho no se consigue, y Pachuca regresando a ser protagonista e importante.