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América, a un paso de la gloria o del infierno

Los siete equipos que entren a la fiesta grande van a estar en cacería del América por el simple gusto de verlos caer.

No hay medias tintas para el América ni escala de grises, o son campeones en una temporada de liderato general, o se van a quedar otra vez con las manos vacías y la sensación de que, hagan lo que hagan, este grupo no está destinado para levantar la 14.

Es el premio que se ganaron al vencer al Puebla y confirmar su posición como el mejor equipo de la temporada, el único que tiene la posibilidad de sacar la aplanadora y llevarse la triple corona del futbol mexicano: liderato, mejor ofensiva y título; algo que no ocurre desde el campeonato de Cruz Azul en el 2021 y que sólo cuatro equipos han conseguido en la historia de los torneo cortos.

América, de hecho, nunca lo ha podido hacer, a pesar de que en el Apertura 2014 estuvieron cerca cuando terminaron en lo más alto de la tabla y levantaron el título de la mano de Antonio Mohamed, siendo superados por la ofensiva del León, que anotó un gol más durante la fase regular.

Los que sí han podido son Cruz Azul, Santos, Pachuca y Toluca, equipos que han firmado lo que estadísticamente podríamos llamar las mejores temporadas en las últimas tres décadas del futbol mexicano, una mesa para la que las Águilas no están invitadas todavía, pero que tienen la oportunidad de alcanzar por primera vez.

Claro que el riesgo de asumirse tan superior es muy alto, porque esta generación del América sabe más de fracasos que de títulos, quedándose con las ganas en todos y cada uno de los torneos jugados desde el regreso del repechaje, en los que siempre han terminado en el top 4 de la clasificación, con un reciente liderato general en el camino, pero siempre con la misma historia de impotencia en la liguilla.

Los siete equipos que entren a la fiesta grande van a estar en cacería del América por el simple gusto de verlos caer, pero además para mantener viva la idea de que este grupo no tiene lo que se necesita para ser campeón, como se ha comprobado desde hace cuatro años, teniendo grandes ejemplos de que sus refuerzos, su estadio y su afición, son vulnerables cuando más cuenta.

Es importante decir que pase lo que pase el ‘Tano’ Ortiz se merece la continuidad para el 2023 porque su trabajo ha sido extraordinario, pero si no levanta el título, el discurso de un América que no sabe cerrar se prenderá como incendio en pastizal de nueva cuenta, quemando al americanismo con una sola frase: el problema no era Solari.

Ahí está la gloria de la triple corona al alcance de este América, la posibilidad de confirmarse como el mejor libra por libra del futbol mexicano, todo lo que tienen que hacer es mantener su nivel futbolístico durante seis partidos y, quizás más importante que eso, mantener sus nervios sin voltear hacia abajo mientras siguen escalando.