LOS ÁNGELES — Él no se dio cuenta, pero Diego Cocca es el nuevo esclavo de “la otra FMF”.
Lo atiborraron de elogios, y lo liberaron de responsabilidades. Efluyendo sus aires de purga, Aires de Parga dijo que el nuevo entrenador del Tri no tiene obligación de ganar la Copa Oro, la Nations League, la Copa Panamericana 2024, ni la Copa Intercontinental 2025.
¿Por qué “la otra FMF”? Porque hay dos promiscuos Castillos de la Pureza. Uno, el oficial, el que preside Yon de Luisa, y el otro, el que regentea, extraoficialmente, Alejandro Irarragorri. Claro, ambas federaciones, la legítima y la ilegítima, le siguen rindiendo pleitesía a Emilio Azcárraga Jean.
En la presentación, Ares de Parga y Jaime Ordiales se deshicieron en elogios hacia Cocca, el hijo putativo del promotor Christian Bragarnik. Ambos directivos, en una verborrea exagerada, llegaron a caer en la aberrante estulticia de la que hizo gala Irarragorri antes del fracaso con Santos: “Es el Guardiola de América (perdón, Pep)”.
Más allá de presentar al técnico pluscuamperfecto, al epítome de los estrategas, el tipo de desastroso y torvo pasado en Pumas, se atrevió a deslindar de cualquier compromiso a Diego Cocca, reiterando además que sus talentos y sus alcances, rebasan totalmente a los otros candidatos al puesto: Guillermo Almada, Nacho Ambriz, Miguel Herrera y, sí, Marcelo Bielsa.
¿Y Cocca? Confirmó que en su agenda estará el compromiso de trabajar 24/7, que mantendrá su estrategia ratonera, y ratificó una enorme confianza en el futbolista mexicano, sin desatender, claro, en el mexicano por naturalización.
¿Esos mexicanos por naturalización los elegirá su promotor Christian Bragarnik, alguna vez involucrado en operaciones con tipos especialistas en invertir dinero del narcotráfico en equipos de la Liga Mx?
Mientras Cocca se mantenía en un discretísimo discurso, orientado a la maliciosa labor de convencer que es un agradecido con la forma en que el futbol mexicano lo ha convertido en multimillonario, Ares de Parga seguía desflemando sus cerebrales aires de purga, como al afirmar que el 50% de los jugadores del próximo mundial hoy están aún en fuerzas básicas.
Hay, Rodrigo, unos cursos de aritmética elemental en las escuelas nocturnas afiliadas a la UNAM, aunque desconozco si te aceptarán después de los estropicios que hiciste en esa casa de estudios, y si tengan o no maestras “que se vistan cachondamente”, como aquella que despediste, pese a se hostigada sexualmente por uno de tus jugadores jóvenes, Marcos García. Por cierto, ya que lo defendiste tanto, Rodrigo, ¿es ese el perfil de jugador joven que quieres para el Tri? Es sólo una pregunta.
Más allá de su pueril y abaratada verborrea para venderse como mexicano, y de su fe en el futbolista nativo, lo cierto es que Diego Cocca sólo ha debutado a un futbolista de raza en su gestión en clubes mexicanos, y fue a Luis Chávez, con Xolos, pero por presiones de la directiva, entre lesionados y castigos.
Porque eso es lo más ofensivo de todo: la palabrería, la charlatanería, tanto de Ordiales como de Parga, y el hecho de caer en el servilismo verbal por parte de Diego Cocca. Querían, todos, venderle a los medios y a la afición, una mentira similar a la de cada cuatro años, en medio de un descontento popular por la marginación visceral, sucia, dolosa, de Guillermo Almada y Marcelo Bielsa, ordenada por Grupo Orlegi y Grupo Televisa.
Ciertamente, en una inevitables y espontánea comparación, escuché y vi más honestidad, franqueza y sinceridad en las palabras de Gerardo Martino a lo largo de cuatro años, que lo que este viernes, estrictamente, escuché y vi, de Cocca. Ojo, hablo de palabras, expresiones, conceptos, lenguaje corporal, porque ya el bochorno ante Argentina, ése, es aparte.
¿Por qué era innecesaria tanta cháchara y fanfarronería por parte de los tres atrevidos en la palestra? Diego Cocca demostró con el Atlas que sabe hacer su chamba. No puede soslayarse que más allá de que la columna vertebral de su plantel era de extranjeros, hizo un trabajo sobresaliente consolidando y/o rescatando mexicanos. Ya se han dado los nombres de Rocha, Reyes, Abella, Jeremy, Barbosa, Hernández, Garnica, Trejo, Angulo, etcétera.
Por otro lado, la desaprobación (o el miedo) de Yon de Luisa y de Azcárraga Jean fue evidente, cuando mandaron a sus achichincles a a hacer la presentación de Cocca. Allegados a Emilio afirman que recurrió al viejo refrán, ése que dice: “Al tonto dale una cuerda y solito se ahorca con ella”.
Recuérdese que esa estrategia ya la siguió dos veces Azcárraga Jean. L e dio libertad a Jorge Vergara para que eligiera al técnico nacional. Primero se equivocó con Sven-Goran Eriksson y después con Chepo de la Torre. En la primera, Javier Aguirre fue el rescatista. En la segunda, el mismo Vergara, con su frase de “me la tengo que tragar enterita”, presentó a Miguel Herrera para el repechaje ante Nueva Zelanda.
Entonces, De Luisa y Emilio son los principales ansiosos de que fracasen Cocca, Irarragorri y Grupo Caliente, para después, burlonamente, poner, a su adoradísimo Miguel Herrera. Al tiempo.
Pero, ya es oficial, Cocca es el próximo técnico de la selección nacional que será despedido. Este viernes fue presentado, pero sabe que es el primero de sus últimos días como entrenador del Tri, porque así de insufrible e inevitable es el destino de cada estratega.