México debe ser el único país en el mundo –o uno de los pocos— que le cuelga etiquetas de “héroes” a personajes que en su tierra están a años luz de dicha distinción.
¿Alguien cree que hoy en día Diego Cocca podría ser siquiera candidato para dirigir a la Sub 17 o Sub 20 de Argentina? Vamos un poco más allá: ¿en su país lo tienen en el radar como un entrenador que está entre la élite casera?
La respuesta es contundente: No. En México fue Bicampeón con el Atlas (antes le fue mal en Xolos y Santos), después tuvo un torneo en el que no clasificó entre los 12 que entran a la Liguilla y decidió marcharse del club, hasta que aparecieron los Tigres para convencerlo, a base de biletazos, de desistir de probar suerte en Europa.
Por supuesto que Diego Cocca es un entrenador capaz y a sus dos títulos en la Liga MX se suma otro con Racing, teniendo éstos el común denominador que los consiguió tras largas sequías, 70 y 13 años, respectivamente.
La capacidad de Cocca no está en tela de juicio, pero sí su elección como técnico de la Selección Mexicana de Futbol. Hace una semana no estaba ni entre los candidatos hasta que a “alguien” se le ocurrió que era buena idea pactar una reunión con él para tener un acercamiento y conocer si estaría interesado en dirigir al Tricolor.
De esta manera, el ‘personal de Recursos Humanos’ de la FMF conformado por Jaime Ordiales y Rodrigo Ares de Parga, platicó con Cocca el pasado 3 de febrero, y el propio timonel de los Tigres en ese momento, no parecía muy convencido de que podía ser el elegido.
"Hablé con Rodrigo, con Jaime, una charla de futbol, estuvimos como dos horas hablando, qué pensaba de varias cosas, simplemente mi visión y nada, estoy metido en el partido del sábado (ante Cruz Azul), que necesitamos estar en los primeros puestos.
"Quiero dejar las cosas claras: no me imagino, no me ilusiono, estoy acá, pensando en mañana, en que Tigres gane mañana, que sigamos haciendo goles, creciendo y ganando. Para mí fue una entrevista, así que me causó una buena impresión, fue muy amena y cordial"… Juzgue usted.
Cinco días después, por “arte de magia”, entiéndanse así las artimañas y venganzas baratas de Alejandro Irarragorri, el extécnico del Atlas se metió entre Guillermo Almada y Miguel Herrera, y les ganó la carrera. Facilito.
¿Dos títulos de Liga en México convierten a un entrenador en “elegible” para el Tri? ¿No hay un análisis mayor que los simples resultados? ¿Qué estilo se busca si entrevistaron a seis técnicos totalmente distintos entre sí? ¿Qué les hizo elegir a Cocca más allá de la influencia de Irarragorri? ¿En verdad creen que es mejor opción que Guillermo Almada?
De nueva cuenta los llamados ‘hombres de pantalón largo’ hacen gala de su ineptitud, priorizan intereses personales y engañan a la gente con falacias como la de asegurar que Marcelo Bielsa fue uno de los candidatos. ¡Por favor, a Bielsa no lo eligen ni mucho menos lo ponen a competir, él decide a dónde quiere dirigir!
Es de dominio público que Irarragorri (Grupo Orlegi) y Jesús Martínez (Grupo Pachuca) tienen una marcada enemistad —por llamarlo decentemente—, entonces está claro que el directivo del Atlas y Santos no iba a permitir que Almada, hoy con los Tuzos, llegara al Tricolor, porque eso se vería como un triunfo de su adversario y una derrota para él.
¿Les interesa elegir al mejor? Claro que no, lo único que les importa es ganar sus batallas personales y demostrar quién tiene más poder. Así, Irarragorri ‘movió sus fichas’ y Diego Cocca no solo se subió al barco de última hora, si no que de inmediato tomó el timón del mismo.
Es una tristeza el carnaval en el que está convertido el futbol mexicano y ya no deberían sorprender las decisiones que se toman. Siempre se superan y cuando se piensa que ya tocaron fondo y que la estupidez no podía alcanzar un tono más alto, ahí están ellos para demostrar lo contrario.
No, Cocca no es la elección adecuada para asumir las riendas de la Selección Mexicana. Ese Atlas que rompió con 70 años de sequía no será recordado por su ‘juego bonito’ o propuesta ofensiva. Sí se tendrá en la memoria una dupla letal en ataque: Julián Quiñones y Julio Furch. Esto, sin demeritar a piezas clave como Aldo Rocha y el ‘Hueso’ Reyes (mexicanos), y sobre todo al portero Camilo Vargas (colombiano).
Guillermo Almada era una mejor alternativa por donde se le vea. El tipo es explosivo, temperamental y lo que se guste y mande, pero más allá de su CV: dos finales perdidas (una con Santos y otra con Pachuca), y un título de Liga (con los Tuzos), su trabajo habla por él.
Sus equipos tienen una identidad, no juegan a ganar como sea o a costa de lo que sea. Los futbolistas que han pasado bajo su gestión crecen de forma notable, Luis Chávez, por citar solo un ejemplo; o resucitan, ahí está Javier ‘Chofis’ López.
Apuesta por jóvenes, no tiene empacho en desprenderse de figuras, porque tiene perfectamente identificados a los sucesores. En fin que si se quería a un entrenador que trabajara en verdad y no se la pasara de vacaciones en su país, el uruguayo era la mejor alternativa.
Así las cosas, no “ganó” el mejor. Ganó el que impuso el directivo que se siente el nuevo ‘mesías’ del futbol mexicano. Y así les irá.