André-Pierre Gignac observó desde las gradas la final del Torneo Esperanzas de Toulon 2017, mientras en la cancha brillaba Koffi Dakoi en el mediocampo de Costa de Marfil, selección que enfrentó a Inglaterra por el campeonato.
A pesar que los Elefantes cayeron en penales, el jugador africano llamó la atención del francés y su representante, mismo que lo llevó a Tigres para que firmara por tres años, pero actualmente está cedido por seis meses a Correcaminos.
Dakoi, quien pateó sus primeros balones descalzo en una de las canchas de tierra en la región de Agnéby-Tiassa, recuerda el momento que derivó en la firma de su primer contrato profesional vía Jean-Christophe Cano, agente de jugadores, quien lo llevó al conjunto de Nuevo León luego de jugar con el Ivoire Académie de la Segunda División de su país.
"Fuimos para jugar en el Esperanzas de Toulon en Francia, el representante de Gignac estaba allá para ver a los jóvenes que juegan bien y para conseguir equipo, luego me vine aquí porque el representante de Gignac me vio allá en esa competición", declaró Dakoi, de 19 años, en entrevista para ESPN Digital.
La relación con el delantero francés nació y creció en México, donde han podido coincidir en algunos entrenamientos del primer equipo de Tigres, a pesar de que el marfileño ha estado en la Liga Premier y Sub-20 de los regiomontanos, quienes lo han cedido a la Universidad San Martín en Perú en el 2018 y actualmente a Correcaminos hasta diciembre.
"Gignac es mi amigo, siempre hablamos, pero ahora tiene como dos semanas que no hablamos. Me dice que el día que quiera puedo visitar su casa para platicar con él. Es como un hermano para mí porque me ha ayudado mucho en las cosas que yo hago en el equipo. Es una persona que está cerca de mí, porque nuestro representante vive en Francia", dijo.
Dakoi valora todo lo que le ha dado el balompié, pues recuerda que su infancia no fue sencilla por los pocos recursos que tenía su familia a través del trabajo de su papá.
"Desde pequeño tenía el futbol en mis piernas, en mi cuerpo. Le dije a mi papá que quería jugar futbol y luego me fui para entrenar en lo equipos de Costa de Marfil. La vida de Costa de Marfil es muy dura, no tenía zapatos para jugar, estaba muy difícil para mi familia, porque mi familia no tenía dinero, entonces estaba muy difícil para mí para pagar tachones, para que jugara, para ir a entrenamientos y para hacer todo eso", comentó.
Creció con el ejemplo de otros jugadores africanos, pero en especial se inspiró en el senegalés Sadio Mané, con quien se identifica.
"Mis ídolos son los africanos, como Sadio Mané, que la vida no estaba fácil para él, viene de una familia pobre como yo, entonces puedo decir que Sadio Mané y muchos jugadores africanos que están en el extranjero. Ahora significa una cosa muy grande para mí, porque cuando estaba en Costa de Marfil no tenía eso para jugar, no tenía la infraestructura, ahora estoy muy contento porque tengo zapatos para jugar, tengo mucho de cosas para trabajar y estar en condición para jugar", expresó.
"Mi familia está lejos, pero no está lejos para mí, porque mi familia es como una curación siempre hablamos. Estoy aquí tranquilo, estoy trabajando, estoy apostando para ellos. Después en vacaciones voy a visitarlos, ellos están muy contentos", dijo.