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Romano: "No tengo dudas de que pude ser técnico del Tri si ganaba en Toluca"

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Romano, sobre penales ante Santos: "Fue una película de terror" (2:19)

El técnico argentino perdió la oportunidad de romper su ayuno de títulos en una dramática tanda de penales en 2010. (2:19)

La décima diablura de la historia significó también el pasaje más doloroso en la trayectoria de Rubén Omar Romano. Hace una década, Toluca se proclamó campeón del Torneo Bicentenario contra Santos; resultado que le arrebató al argentino su ansiado título de liga por tercera ocasión. Dicho recuerdo aún ronda la cabeza del exjugador de Atlante y América, pues cree que la dramática tanda de penales le costó incluso la posibilidad de dirigir a la Selección Mexicana.

Aquella tarde en el Estadio Nemesio Díez, Romano salió al área técnica seguro de sus muchachos, pues los consideraba superiores tras lo expuesto en el juego de ida. Sin embargo, se marchó entre lágrimas, luego de dilapidar una ventaja de dos goles en la definición por penales tras 90 minutos sin goles. “Fue una película de terror, no se puede entender. Lo primero que recuerdo es mi recorrido al vestidor, fui soltándome en llanto, porque al estar a un penal del triunfo y que se escape así... sólo lo puede explicar el destino”, apuntó.

Romano Cachia también recuerda las implicaciones para su contraparte, pues aquel resultado proyectó a José Manuel de la Torre al ‘Tri’ luego de alzar su tercer campeonato como entrenador. “Ese título pudo haber cambiado el rumbo de mi carrera, nosotros llegamos después a una final contra Monterrey; Toluca no calificó y el entrenador era ‘Chepo’. Acá en México es normal que el técnico del momento sea el de la Selección; no tengo duda que si hubiese si ganaba ese día hubiese sido técnico de la Selección”, remató.

“No hablé cuando entramos al vestuario, llegué y me encerré en un rincón. Lo viví muy mal, incluso mi familia bajó a consolarme. Llegué a Torreón y vi el partido seis veces, días después me dirigí al grupo y les dije lo competente en estos casos, que fuimos muy superiores y que daríamos vuelta a la página. Los resultados ahí están”, confesó sobre los primeros instantes tras el descalabro. Además, afirma que dicho episodio no hizo mella en Santos para el siguiente torneo y, por consiguiente, no repercutió en la final perdida ante Rayados.

Romano no da lugar a los reproches, pues considera que el planteamiento fue el adecuado y las estadísticas así lo reflejan. Incluso tampoco reconsideraría la elección de los cobradores de penales, porque eran los mejores a disposición. “Oribe Peralta y Darwin Quintero llegaron acalambrados a ese momento”, explicó sobre su ausencia entre los lanzadores. Sin embargo, enfatiza en que la diferencia la marcaron los jugadores, pues un entrenador influye “sólo hasta en un 30 por ciento en el resultado de un partido”.

Asimismo, no se tortura con tal decepción y asume que es una lección para trabajar mucho más duro. “Llegar a seis finales como hice yo, no sé si me alcancen los dedos de una mano para encontrar otro técnico con tantas”, explicó. En contraparte, pide que no se juzgue a los técnicos sólo por los títulos, sino por el recuerdo entre los aficionados. “Muchos critican a La Volpe por no ganar nada, pero muchos se acuerdan de sus equipos. Hay campeones que ni nos acordamos y equipos que no ganaron que recordamos.”

En la actualidad, con 62 años y cuatro torneos sin dirigir, Romano no tiene deseos de retirarse y, por el contrario, confiesa que ha desechado ofrecimientos de Centro y Sudamérica por no presentar aptas propicias para romper su ayuno de títulos. Error que, según menciona, cometió al tomar su último trabajo en Liga MX con Atlas.