El futbol no está exento de los mecanismos de fraude y cada vez son más reconocibles algunos de los métodos que utilizan jugadores, bandas del crimen organizado y aspirantes a figuras del balompié, quienes hacen cualquier cosa con tal de acceder a la atmosfera del futbol.
Tres historias que tiene en común el engaño, la falta de pruebas y la aspiración de pertenecer a la élite del balompié.
La primera: un joven de 22 años que se ostenta como futbolista llega a Morelia para cerrar su fichaje con Atlético Morelia, pero en ninguna base de datos de futbol hay registros de su actividad. ESPN documentó la historia de Jhon Fernando Minda, un supuesto jugador ecuatoriano que dejó su país para firmar un contrato con el nuevo equipo de Liga de Expansión.
ESPN hizo contacto con el jugador, pero al ser cuestionado por su experiencia en las canchas, decidió colgar el teléfono.
Según el Código Penal Federal, se comete el delito de fraude el que, engañando a uno o aprovechándose del error en que éste se halla, se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido.
En Oaxaca, Dionisio Farid cobraba hasta 1,500 pesos por charlas motivacionales a niños y clínicas de futbol, al compartir sus experiencias en las Fuerzas Básicas de Juventus, junto a Cristiano Ronaldo.
El prospecto de futbolista se creó una historia de superación que, según su relato, comenzó en Lobos BUAP y Pumas, y en un golpe de suerte, un visor internacional lo llevó a la academia de futbol del multicampeón italiano.
En la base de datos de la Liga MX no aparece registro de Dionisio Farid y su trama comenzó a declinar cuando un fotomontaje reveló que tomó una imagen de Joao Serrao, futbolista de la Juventus, para incrustarle su rostro. La trampa se cayó y los perfiles del supuesto jugador con más de 16,000 seguidores fueron eliminadas.
Un mecanismo más sofisticado y que alcanzó la élite del futbol mundial fue la que afectó a Boca Juniors, a quien le cometieron un fraude por 520,000 euros que nunca llegaron a sus cuentas bancarias por los derechos de formación de Leandro Paredes, debido a que un grupo criminal se hizo pasar por integrantes de la directiva del club argentino, intercambió comunicación correo electrónico con Paris Saint-Germain para recibir los beneficios económicos de la transferencia del mediocampista argentino.
Las agencias que combaten las bandas criminales denominaron la operación como fraude del CEO a la modalidad por el que fue estafado Boca Juniors, mientras que PSG nunca supo que intercambieron información financiera con criminales que se hicieron pasar por directivos de futbol, a través de un simpre intercambio de mensajes por correo.