El iraquí Yousuf Zetuna sueña con jugar en el futbol europeo, pero antes quiere hacer algo importante en el futbol mexicano
Yousuf Zetuna guarda buenos y malos recuerdos de la vida que vivió en medio de la guerra de Iraq, aunque esta vez, sumergido en un presente alentador en el futbol mexicano, a donde llegó hace alrededor de tres años para enrolarse en Alebrijes de Oaxaca, mira el presente y el futuro de otra manera.
Actualmente, Yousuf Zetuna milita en el Atlético Saltillo de la Liga Premier Serie A, a donde dio el salto tras durar aproximadamente un mes en La Piedad, al suspenderse el torneo anterior por la pandemia.
Hoy, asegura Yousuf Zetuna que “quiero jugar en la Primera División de aquí, y si Dios quiere, poder llegar a una división grande de Europa. Eso es mi sueño y trabajaré duro para llegar ahí, pero hoy en México no me veo como un jugador iraquí, me veo como un futbolista que quiere lograr un nivel más alto cada día”.
Antes de pisar suelo azteca, Yousuf Zdetuna residía con su familia en Michigan, Estados Unidos, donde era parte de un equipo de futbol en las fuerzas básicas de la Vardar Academy, “donde se competía al nivel más alto de jóvenes de Estados Unidos”, explicó.
Yousuf Zetuna ya jugaba futbol cuando, hace muchos años, dejó Iraq con sus padres y sus dos hermanos, en busca de mejores condiciones de vida.
“En mi familia todos crecimos futbolistas, porque mi papá (Sabhan Zetuna) era futbolista y siempre nos entrenaba a mi hermano menor y a mi hermano mayor. Siempre me gustó jugar futbol, me gustaba mucho entrenar y desde que era chico quería ser futbolista profesional”. Explicó que en Oaxaca vive un tío suyo, también de origen iraquí, que se vino a vivir con su esposa y luego procreó hijos mexicanos: “Él conocía a algunas personas de Alebrijes y pidió que nos hicieran pruebas a mi hermano Yohan y a mí, realizamos las pruebas y hasta el año estábamos firmando los contratos, ya que éramos menores de edad; mi hermano tenía 16 años y yo 17”.
Manifestó Yousuf Zetuna que "en México nos tratan muy bien, son buenas personas, son como la gente de Iraq. Nos hablan, nos invitan a comer. La comida y la cultura en México me gustan mucho”.
¿CÓMO DEJARON ATRÁS EL PAÍS BÉLICO?
Yousuf Zetuna también se refirió a sus orígenes: “Yo nací en Iraq, ahí viví hasta los ocho o nueve años; vivía en un pueblo cerca de Mosul, se llama Telkef. De ahí nos fuimos toda la familia a Turquía como inmigrantes”.
Lo hicieron por medio de la Organización de las Naciones Unidas (United Nations), quien les buscó un destino donde pudieran tener una vida más digna.
Así decidieron emigrar a Estados Unidos, ya que esta organización les ayudó para irse legalmente y se instalaron en Michigan, “donde hay una comunidad muy grande de católicos de Iraq; ahí tengo mucha familia”.
Reconoció que “Iraq es un país muy peligroso, hay mucha gente que muere por nada, hay mucha guerra. A veces sí escuchaba bombas y balazos, y todo eso... Como enfrente de mi casa había una cancha de futbol, a veces venía la gente del ejército de Estados Unidos. No los vi matar a alguien, pero ponían sus helicópteros en la cancha, ahí se quedaban un ratito y se iban; no sé qué hacían”.
Expresó que él y los demás niños, esperaban ansiosos la llegada de los soldados, porque les regalaban juguetes: “Nos daban balones, nos daban cosas. Cuando los veíamos, todos los niños del pueblo nos emocionábamos, porque sabíamos que nos iban a dar regalos”.
El jugador del Atlético Saltillo nunca supo que familiares suyos hubieran muerto a causa de la guerra, pero sí recuerda que en 2013, un tanque de ISIS destruyó la fábrica de la familia (una cementera) y parte de la casa que habían habitado.
No dudó al manifestar que, a diferencia de los otros niños del mundo, los de origen iraquí maduran más rápido: “Como hemos crecido en un país donde hay guerra y con gente distinta, hemos crecido con una visión del mundo diferente”.
A IRAQ, SÓLO DE VISITA
Acerca de si regresaría, alguna vez, a su natal Iraq, respondió Yousuf Zetuna que sí le gustaría volver de visita, “porque son buena gente, pero, la verdad que yo veo mi futuro en Estados Unidos, por el tema de seguridad y de orden, y porque ahí crecí, ahí fui a la escuela y ahí tengo a mi familia, a mis amigos”.
En la actualidad, su padre tiene una pequeña compañía de tráilers en Michigan y su madre trabaja en un supermarkt.
“Creo que la acción que tomaron mis padres, fue al mejor decisión, pues no es lo mismo buscar un futuro en Estados Unidos que en Iraq”, concluyó.