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El Piojo vs. El Tata

La queja de Miguel Herrera sobre la concentración de la Selección Mexicana es una de los malestares contra el manejo de las convocatorias del equipo de Gerardo Martino

MÉXICO -- Toda buena pelea tiene a un buen referee.

Alguien que pone orden en el caos, reglas en la anarquía y justicia en el escándalo.

Un ser frío, calculador, observador, capaz de a manera incógnita descifrar los momentos más inestables de los peleadores.

Yo no espero que el 'Piojo' y el 'Tata' lleguen a subirse a un ring a dirimir sus obvias diferencias, pero hubiera esperado que tuvieran un mejor juez. Un capaz tercero sobre la superficie.

Desafortunadamente están abandonados a su suerte.

Este incómodo pasaje, de este cada vez más incómodo proceso de Martino pudo haberse evitado si al frente de las Selecciones Nacionales de Futbol hubiera alguien medianamente competente que lo hubiera evitado.

Martino, obligado por la pandemia, tuvo que esperar casi un año para volver a entrenar a un equipo al que le falta muchísimo trabajo. Cada sesión, cada micro ciclo, cada juego -aunque sea contra Guatemala- tiene un valor incalculable para quien, en teoría, ocupa la posición más importante del futbol mexicano.

Por lo que realmente me imagino que se ha tomado un par de minutos para hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué diablos hizo Gerardo Torrado en todo este tiempo? ¿No que la Selección era prioridad y todos los clubes estaban al tanto de los planes?

Miguel Herrera podrá tener razón o no; pero está en todo su derecho de pelear la suya. Aparentemente al Club América no llegó el memorándum con la determinación de la prioridad de las convocatorias.

Eso sería una linda explicación. El problema es que no fue sólo el América. Fue también a Pumas, Chivas, Tigres y Rayados. Vamos, un descontrol total. Una carencia impresentable.

Y una peor: la MLS. Un jugador de esta liga me contaba hace algún tiempo la comunicación con Selección Nacional es extraña, fuera de tiempo y confusa. No se sabe si manda Torrado, si ahora hay que hacerle caso a Nacho Hierro o de plano esperar a que el mismo Martino inicie los contactos.

La MLS está firme en no ceder futbolistas y ha acudido a la FIFA para que le dé la razón.

Gerardo Martino gana mucho dinero en su puesto, casi dos millones de dólares al año. No suele ser un tipo que deje trabajos a medias, como su antecesor. Con México no será la excepción.

Pero su círculo cercano cuenta que con cada piedrita en el camino se desencanta del proyecto que le prometieron y que al día de hoy ve lejos de cristalizar.

El pleito contra el Piojo es apenas uno de sus primeros rounds.