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El que no arriesga, ¿no gana?

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Gómez Junco: 'Se eleva el discurso de los técnicos con Solari y Aguirre' (1:23)

Nuestro analista aplaude la apuesta de América y Monterrey por contratar a técnicos con experiencia europea. (1:23)

Los dos nombramientos han abierto un duro debate. Ninguno de los dos convence unánimemente, por más que eso nunca pase. Y sobre ambos parece haber más dudas que certezas.

América y Cruz Azul han hecho sus apuestas. Los dos tendrían nuevo entrenador y ambos han generado muchos comentarios al respecto.

Santiago Solari será el nuevo técnico de las Águilas y Hugo Sánchez volvería a dirigir para hacerse cargo de la Máquina. El argentino toma el lugar de Miguel Herrera con la responsabilidad de mantener al equipo con el protagonismo que le regresó el 'Piojo'. El 'Penta' por su parte, se haría cargo de un equipo marcado por sus 23 años sin ganar la liga y en medio de sus horas más inestables como club.

Los dos nombramientos han abierto un duro debate. Ninguno de los dos convence unánimemente, por más que eso nunca pase. Y sobre ambos parece haber más dudas que certezas.

A Hugo lo acompaña su nombre. Ese que va con él por delante y que para nada es poca cosa. A su gigantesca autoestima se ha agarrado siempre para conseguir todo lo que ha conseguido. Aunque la mayoría de eso fue como futbolista y no como entrenador.

Su bicampeonato con Pumas es su máximo logro aunque la Copa América de 2007 tuvo cosas buenas. El fracaso en el Preolímpico, su paso por Necaxa o Pachuca y la insulsa experiencia en España dirigiendo al Almería hacen más notorios los sin sabores de su carrera como técnico que los triunfos que pudo saborear. Tiene ocho años sin sentarse en un banquillo y volverá para hacerlo en uno que de entrada ya quema y bastante.

Solari llega a Coapa con lo que pocos entrenadores en el mundo pueden presumir: haber dirigido al primer equipo del Real Madrid. Se dice fácil, por más que para él pudo haberlo sido. Aunque su paso por las distintas categorías inferiores del club merengue le podían merecer una oportunidad en Primera, ésta llegó más por rebotes y casualidades que por meritocracia.

Zidane decidió no seguir en el cargo tras la Champions que el equipo ganó en Kiev en 2018. El club apostó entonces por Lopetegui y la apuesta duró apenas unos meses. En medio del golpe de realidad que aplastaba entonces al Madrid, su presidente Florentino Pérez necesitaba a alguien de confianza que navegara por la tempestad tratando de no naufragar en el intento en lo que él y su directiva daban con un nuevo capitán.

Aunque llegó a ser ratificado en el cargo, seguramente ni él mismo esperaba permanecer ahí mucho tiempo. Acabó naufragando en apenas una semana inolvidable para el madridismo. El Ajax en Champions y el Barça en Liga y Copa sentenciaron a Solari.

Por él apuesta ahora por América. Con su formación en una de las escuelas más importantes en el mundo, su experiencia -como haya sido y por lo haya durado- en el primer equipo del Madrid y su extraordinaria retórica suponen un perfil de entrenador muy interesante. Pero es una realidad que de su trabajo en cancha se ha visto poco y que con ese poco cualquier aficionado americanista tiene derecho a sentir dudas por su nuevo entrenador.

Las mismas que deben tener en Cruz Azul por un personaje que ofrecería más garantías de ser un pararrayos para todo lo que pasa en el club que un técnico capaz de terminar con la larguísima sequía. Esto no quiere decir que Hugo no pueda lograrlo. Ya se ha cansado de demostrar que su voluntad es capaz de muchísimo. Pero lo de Cruz Azul no parece ser tema de voluntades y, en caso de serlo, son demasiadas las que tendrían que alinearse en el mismo objetivo.

Decir que Hugo o Solari son malos entrenadores resulta demasiado tajante y probablemente falso. Asegurar que sus contrataciones son arriesgadas y que ninguno arrastra resultados como para entusiasmar, parece lo justo. Al primero le sobra personalidad y el segundo presume un conocimiento como pocos. América y Cruz Azul han hecho apuestas arriesgas conscientes de que a los dos les vale un solo resultado. El turno ahora es para ellos.