Enrique Borja, quien fuera presidente de los felinos, define los puntos que llevaron al equipo universitario a convertirse en un actor estelar
Enrique Borja, mundialista en Inglaterra 66 y México 70, además de haber sido también directivo del balompié nacional y en la actualidad comentarista deportivo, explicó las razones que llevaron a los Tigres no sólo a convertirse en un protagonista del futbol mexicano, sino también a colocarse en los reflectores del futbol internacional, en este caso, en el Mundial de Clubes, donde está a unas horas de pelear la Final ante Bayern Múnich.
De entrada, Enrique Borja no dudó al sostener que 'Tuca’ Ferretti está entre los mejores entrenadores del futbol mexicano: "Ha estado muchísimos años en esa posición, y es de los mejores técnicos mexicanos y extranjeros, ni duda cabe, pues debido a sus logros ha dejado escuela”.
Recordó que él fue quien llevó al brasileño por vez primera a los Tigres, “después de que sale campeón con Chivas; él pide permiso al presidente de Chivas y ya después sale de Tigres, y vuelve a regresar… El tiempo te dice que la determinación de haber llevado al ‘Tuca’ fue importante, por su capacidad, su calidad y lo que es como ser humano, como profesional”.
“Yo lo conocía muy bien por muchísimas cosas, pero también por su paso por Pumas, tanto de jugador, como de entrenador. Teníamos amigos mutuos, tenía también una filosofía de forma de trabajar y su capacidad nunca ha estado en tela de juicio. La capacidad ya la había demostrado, siendo campeón, y haciendo grupos en los equipos donde había estado. Eso te hace pensar en planes a corto, mediano y largo plazo con él".
Resaltó Borja que además de que cuenta con el brasileño, Tigres tiene a un elemento de la calidad de André-Pierre Gignac: “De Gignac hay que ver cómo se mueve, cómo se desmarca, cómo apoya a sus compañeros, defendiendo y atacando. Porque tú lo ves en los córners; el 60 por ciento, o más, de los rechaces, son de él".
"Gignac pelea todas las pelotas, hace que los compañeros eleven el nivel de competencia, exige en la cancha, pero él se exige mucho a sí mismo. A él le duele mucho fallar. Entonces, hace que sus compañeros cuando fallan, sientan que les debe doler, pero también tienen que volver a intentarlo. Eso es lo importante de un jugador que es un respetuoso de su institución”.
Dijo que otra cosa que le agrada mucho de Gignac, es su don de ayudar y colaborar con causas altruistas: “Es un ser humano excelente, con todo lo que emana de él. A mí me da muchisimo gusto que extranjeros como este vengan a México y dejen esa escuela”.
CEMEX EXIGE RESULTADOS… NO CANTERANOS
Enrique Borja fue presidente de los Tigres de 1999 a 2000, y de 2007 a 2009. En su primera etapa fungía también como presidente de la Federación Mexicana de Futbol.
“Para ser presidente de la federación, tienes que ser lo más parejo posible con todos los equipos y así fue en mi caso, pero creo que no es bueno; es mejor como se maneja ahora… En ese tiempo no se cobraba por ser presidente de la federación, por lo menos a mí no me tocó recibir ningún dinero. No sé si los presidentes ahora cobren, pero yo no tenía un sueldo; yo tenía el sueldo que tenía en Tigre y se acabó”.
Borja desestimó el hecho de que al ‘Tuca’ Ferreti no le agrade la gente joven y suela apostar por los de prestigio y experiencia, dejando ver que al brasileño le exigen resultados y no la formación de jugadores.
“Aunque a veces parezca que no, primero tienes que ver cuál es la filosofía del club. Tigres pertenece a la Autónoma de Nuevo León, pero lo maneja Sinergia Deportiva, que viene siendo CEMEX; esos son los que te ponen cuál es la filosofía. En este caso, un equipo ganador".
"Acuérdate que ‘Tuca’ trabajó en Pumas y él tuvo esa filosofía de trabajar con jóvenes en Pumas. y la tiene ahora, eso no se pierde. Trata de tener a los mejores jugadores mexicanos y extranjeros, y tiene que buscar darle ‘chance’ a los jóvenes en base a lo que él piensa, que es ganar, y además, él sabe lo que le exige la directiva”.
En este sentido, señaló Enrique Borja: “Hoy por hoy, Tigres ha logrado lo que no había logrado un equipo de México. Y tiene esa competencia internacional que lógicamente nos hubiera gustado tener a los que pasamos por algún equipo, pero la UANL no quiere que se pierda en el equipo ese espíritu de universidad, los colores, el escudo, la mentalidad”.