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América vs. Cruz Azul, el Clásico Joven y mi padre

ESPN Digital

Quien diga que el Clásico Joven es un partido cualquiera está completamente equivocado. Estas dos instituciones son grandiosas y tuve la enorme fortuna de dirigir a ambas y ser campeón en los dos clubes

Lo único que les puedo decir de un partido como el América vs. Cruz Azul es que tuve la fortuna de ser campeón en 1997, cuando Carlos Hermosillo metió el gol del triunfo en la cancha de León. Recuerdo que lo único que hice fue preguntarle al Dr. Nicolás Zarur, jefe de los servicios médicos de Cruz Azul, si Carlos podía jugar, si no corría riesgo, porque tenía una fractura de costilla.

Me dijo: "Mario, no le pasa nada". El técnico en ese tiempo era Luis Fernando Tena, yo me encargaba de todo lo que hago, de la parte táctica y las posibles variantes, variables y si el técnico en turno lo permite y autoriza.

Nos habíamos quedado sin un hombre por la expulsión de Omar Rodríguez y metimos a Nicolás Morales de lateral derecho, para que hiciera una función de volante derecho y después que regresara como lateral derecho.

En ese momento se vino la falta de Comizzo y solo un hombre con alto nivel mental como Hermosillo, los niveles mentales son determinantes en una final, y Cruz Azul fue campeón de Liga en 1997.

Por casualidad en 2002 tomé al América, logramos de ocho partidos, ochos partidos ganados. Invicto me tuve que ir y después en 2005 recuerdo que logramos 33 partidos invictos hasta ser campeones de Liga en 2005.

Les menciono esto, primero por gratos recuerdos, y segundo porque hablar de Cruz Azul es hablar de una institución grandísima, en donde hay seguidores por todo el país.

Alguna vez llegó mi padre a las canchas del América. El señor Emigdio Carrillo, llegaba a las canchas de Coapa como si nada y llegó toda la prensa con mi papá. Le preguntaron: ¿Qué opina del América de su hijo?

Mi padre les dijo: "Discúlpenme, pero yo le voy a Cruz Azul". Yo estaba a un lado de mi papá, cuando dirigía al América, y simplemente les dije a todos: "pónganlo tal cual, es mi padre".

El hablar de Cruz Azul es estar hablando de jugadores históricos, futbolistas de una gran trascendencia y un gran nivel de calidad. Hablar de Cruz Azul es hablar de uno de los equipos más grandes del país.

Pero ahora vayamos a San Angel, vayamos a Avenida Chapultepec. Estamos hablando del América, el lugar que me acogió después de llegar al club a los 15 años de edad. Llegué a la reserva profesional, era suplente de Narciso Ramírez y Mario Pérez de Guadarrama, así, en ese escalafón.

De ahí me fuí a la Selección Olímpica. En este tiempo, el técnico era José Antonio Roca y mi primer campeonato fue en 1971 con Edelmiro Arnaut. Después de ahí me fui a la Selección Olímpica, pero regresé años después a dirigir al América y en una junta donde estaban Emilio Azcarraga, Guillermo Cañedo White y Manuel Lapuente me dijeron: "lo único que queremos de tí Mario es que ganes, que golees y gustes, que des espectáculo. Nosotros representamos a la televisión mexicana en todo el país y en muchas partes del mundo, necesitamos que este equipo sea trascendental".

Así lo entendí, porque es un equipo que tiene que ganar siempre y lo tiene que hacer jugando bien, tiene que ganar convenciendo a todos, tenemos que ir encima del rival hasta que se sienta derrotado, ese es el América, eso es el americanismo.

Por eso, quien diga que el América vs. Cruz Azul es un partido cualquiera está completamente equivocado. Estas dos instituciones son grandiosas y tuve la enorme fortuna de haber dirigido a ambas y ser campeón en los dos clubes. Es un honor, por eso este clásico debe ser un golpe de autoridad, donde los fundamentos principales son la creatividad ofensiva, la recuperación de la pelota y sobre todo, el temple y dominio de la mente.

Esto es el América vs. Cruz Azul y esto es... Desde la cancha para ESPN.