El empate sin goles entre América y Pumas, que se dio en Ciudad Universitaria, dio la impresión de una postura conservadora de Santiago Solari
El América dominó por completo la fase regular del torneo. Fue el equipo que más victorias consiguió, junto con Atlas la mejor defensiva y una de las mejores ofensivas. Solari buscó e implementó orden en su equipo y lo consiguió, dejando de lado el espectáculo y la feria de goles.
Para muchos, una estrategia válida partiendo del orden y cuidado defensivo, apostando por un contragolpe o una pelota parada en donde pudieran resolver el partido. Y así sucedió en varias de las diez victorias que consiguieron.
Este paso del equipo de Coapa, emocionó a sus seguidores quienes presumieron el “frío” que se sentía en la solitaria cima de la tabla general. Nada ni nadie le puede restar méritos a la eficiencia que sostuvo el equipo que dirige Solari, pero el liderato general premia poco o nada una vez iniciada la liguilla.
El partido de ida de los cuartos de final en Ciudad Universitaria exhibió lo que ha sido el América a lo largo de 17 fechas. Y aunque muchos aficionados se molestaron con su equipo, la realidad es que el América fue el mismo que vivió con frío en lo más alto de la tabla.
Solari apostó por una estrategia temerosa, más que conservadora. Las ¨águilas jugaron con miedo, arrinconados en su campo, pensando más en no perder que en poder ganar. Con el cuerpo en cancha enfrentando a Pumas, pero con la mente y el corazón sufriendo por lo que les pasó la liguilla pasada ante Pachuca y recientemente con Monterrey en la final de la CONCACAF Liga de Campeones.
Guste o no, la postura de Solari entregó dividendos en la ida. Un empate que les favorece en el criterio de desempate pero que representa la historia y grandeza del América.
Lejos ha quedado en el recuerdo ese América de Reinoso, de Leo Beenhakker, de Carrillo. El América actual prioriza el resultado final por encima de las formas. Postura válida y hasta cierto punto inteligente. Pero carente de esencia y ADN americanista.
Solari ha hecho un gran trabajo al frente de las “Águilas”, pero si no consigue el título o peor aún, si es eliminado por Pumas, su puesto corre mucho peligro por la forma en que ha encarado los partidos eliminatorios. Porque de la fase regular, del liderato general y de las victorias seguidas, nadie se acuerda si no se consigue un título.
América puede y debe eliminar a Pumas, pero debería hacerlo con categoría, con autoridad, y no con miedo como lo hizo el miércoles en Ciudad Universitaria.