Estamos a 200 días del comienzo de la Copa del Mundo de Qatar 2022, un Mundial que desde su concepción misma se presentó como diferente a todos y que desde el sorteo de grupos realizado el 1 de abril ya se palpita en todo el planeta.
El país anfitrión ya está listo. Al contrario que en las últimas Copas, en las que Sudáfrica, Brasil y Rusia trabajaron hasta el último minuto para terminar las obras, en la nación de medio oriente los ocho estadios están en condiciones y la infraestructura también, más allá de algunos ajustes particulares que se deberán hacer en los próximos meses.
No es la única diferencia. De hecho, si hay algo que sobra a la hora de comparar este Mundial con los anteriores son discrepencias. Este evento será único, por una gran cantidad de motivos que van desde la fecha hasta la extensión geográfica.
Todo es nuevo. Las fechas son desconocidas, los momentos del año extraños. El sorteo en abril, el final de las Eliminatorias después del mismo, partidos de clasificación en junio y, como corolario, la disputa del campeonato en noviembre y diciembre. El sofocante calor qatarí de mitad de año obligó a cambiar algo que así era desde 1930. Para el hemisferio sur, disfrutar el máximo hecho cultural en pleno verano será una experiencia que se presume gratificante.
La planificación de equipos y jugadores también será diferente. Ya no habrá que esperar al final de una temporada, cuando los futbolistas están extenuados y con serio riesgo de lesiones. Ahora será en el momento de mejor actividad, en plena competencia. Sí, se cortará al medio el curso, pero se puede ganar en calidad de juego.
El otro gran cambio será la extensión territorial en la que se disputarán los encuentros. Los estadios más alejados estarán separados por menos de 60 kilómetros, algo que solo ocurrió en 1930, cuando el fútbol y el mundo eran otros. Los afortunados que estén en Qatar podrán ver dos partidos el mismo día, un hecho utópico en las últimas ediciones.
A 200 días del 21 de noviembre, los medios europeos destacan el avance de las obras de infraestructura y de los estadios pero al mismo tiempo consignan que la gran incógnita es cómo será el arribo de hinchas. Los organizadores han afirmado en más de una ocasión que la capacidad de hospedaje está asegurada, pero la red de hinchas Football Supporters Europe ha mostrado su preocupación por la falta de información sobre la logística.
De todos modos, la venta de entradas ha sido un verdadero éxito, con amplia aceptación en todo el mundo, sobre todo en Europa y Sudamérica. FIFA informó que la última fase de venta de localidades por selección aleatoria tuvo 23.5 millones de solicitudes registradas. El interés por la Copa es absoluto.
Según la agencia AFP, los precios y la inflación son otro motivo de preocupación. Hay cierta incertidumbre acerca de esta cuestión más por la volatilidad económica mundial que por cuestiones relacionadas con el Mundial en sí.