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Diego Abreu, el hijo del Loco que sueña con jugar el Sudamericano Sub-20, en exclusiva con ESPN

Diego Abreu apunta al Sudamericano Sub-20. ESPN

Diego Abreu, el hijo del Loco, conversó en exclusiva con ESPN sobre sus cualidades como delantero, las coincidencias y diferencias a nivel futbolístico con su padre y su sueño de poder jugar con la Selección Uruguaya el Sudamericano Sub-20 de Colombia 2023.

A su vez, el atacante destacó el valor de la familia y manifestó por qué finalmente eligió defender a la Celeste pese a también tener la posibilidad de jugar para la Selección de México, donde llegó a ser sparring del equipo del Tata Gerardo Martino.

Aquí las mejores frases del mano a mano con ESPN Uruguay:

LAS SIMILITUDES Y DIFERENCIAS CON SU PADRE Y SUS PROPIAS CUALIDADES

Diego Abreu, de 19 años, se recuperó de una rotura de ligamentos cruzados de su rodilla izquierda sufrida en diciembre del 2021, volviendo a jugar tras varios meses y pudiendo convertir primero en las juveniles de Defensor Sporting y luego con la Selección Uruguaya sub-20.

El atacante dijo al ser consultado sobre características que lo asemejen o diferencien con el Loco: “Antes de la lesión siento que no era tan parecido a papá, era más un nueve que marcaba las diagonales, que presionaba. Ya ahora que estoy retomando tenemos bastante cosas similares, como el ser referencia en el área, el juego aéreo y esos apoyos, pivotes, que son fundamentales. Es lo que rescato del parecido con papá”.

“¿Mis virtudes principales? Creo que son el hecho de estar bien posicionado dentro del área, el saber qué va a pasar, el estar confiado y el ser oportunista”, valoró.

Y señaló sobre su relación con el gol, advirtiendo que parece tener virtudes particulares y un ángel especial para casi siempre estar en el momento y lugar indicados para poder convertir: “Gracias a Dios últimamente con Uruguay y en Defensor estoy pudiendo convertir goles después del largo tiempo que tuve sin poder hacer un gol. Estoy contento en ese sentido porque los delanteros vivimos de eso”.

LA POSIBILIDAD DE JUGAR EN MÉXICO Y LOS OBJETIVOS EN SU CARRERA

Abreu nació el 27 de agosto del 2003 en el Distrito Federal de México, y estuvo varias veces convocado a las selecciones juveniles del combinado azteca. En febrero del 2021 le comentaba a ESPN que aún no tenía decidido a qué país podría defender en un futuro, dado que quería vivir la experiencia de también jugar en la Selección de Uruguay.

Unos meses más tarde, en setiembre, fue convocado por Gustavo Ferreyra, entonces DT de la sub-20 de Uruguay, y en diciembre del 2021 fue nuevamente citado para el elenco juvenil de la Celeste, marcando un gol en un amistoso ante Chile, pero rompiéndose los ligamentos cruzados días después en un segundo amistoso ante Colombia.

“Estuvieron arriba de la mesa las posibilidades de México y Uruguay, mi decisión fue en base a mi lesión, pesó mucho por el hecho de que fue con Uruguay que me lesioné, fue con estos compañeros que estuvieron en todo el proceso de recuperación”, destacó el hijo del Loco.

Y recordó su experiencia durante mayo y junio del 2021 como sparring de México en los trabajos de cara a la Liga de Naciones de la CONCACAF: “El Tata Martino es un gran técnico, aprendí mucho por el hecho de que los jugadores de la mayor eran cercanos con nosotros los juveniles, nos aconsejaban y en base a eso, si bien fue poco tiempo, pude rescatar algunas cosas de lo que ellos me hayan dicho”.

Respecto a sus sueños, Abreu afirmó: “Primero poder debutar en Primera División. A corto plazo poder ir al Sudamericano Sub-20, y luego lo que le pasó a Alan (Maturro) de poder ir ya a jugar a Europa y competir a gran nivel”.

SU TATUAJE DE 1950 Y EL VALOR DE LA FAMILIA

En el brazo derecho de Abreu destaca el tatuaje del año ‘1950’, fecha en que Uruguay ganó nuevamente la Copa del Mundo venciendo a Brasil en el Maracaná. Al ser consultado sobre cuándo tomó esa decisión, el futbolista reveló una respuesta un tanto inesperada: “Me lo hice hace dos años por el hecho de que en 1950 nació una de mis abuelas, y justamente también por el Mundial de Brasil que ganó Uruguay, pero fundamentalmente es por mi abuela. En el antebrazo tengo el año 1951, el año de nacimiento de mi otra abuela”.

Y señaló entre risas: “Mis abuelas se llaman Charo Pereira y Piera, quien es quien me defiende en las redes sociales. Le tenemos que decir nosotros que afloje porque va a llegar un momento en que va a terminar mal. Me defiende en Twitter, Facebook e Instagram. Antes tenía redes pero era una señora pasiva, y desde que empecé a jugar en séptima dio un giro increíble. Cuando alguien me ataca en redes, al instante mi hermana me manda lo que escribió mi abuela y nos reímos en familia”.

A propósito de la familia, Abreu destacó: “Para mí es fundamental, porque justo en estos doce meses que estuve sin competir ellos fueron importantísimos por el hecho de que las lesiones son jodidas y hubo bajones, por ejemplo había días en los no quería ir a entrenar, y ellos siempre estaban al pendiente diciéndome que tenía que seguir porque la recompensa no iba a ser en dos días, sino que esto es a largo plazo, eso fue lo que más me quedó y por eso le doy un valor muy importante”.