El joven entrenador Félix Sánchez Bas llegó al Fútbol Club Barcelona en 1996, el mismo año en el que Johan Cruyff dejó la institución tras haber cambiado su historia para siempre. El catalán tenía solo 21 años de edad pero conocía a la perfección la filosofía del neerlandés, ya que se había educado en la escuela culé. En La Masía trabajó durante una década, hasta que unió a la Aspire Academy con el objetivo de trasladar esas ideas a un fútbol en vías de desarrollo: el de Qatar que se preparaba para organizar la Copa del Mundo.
La Aspire Academy for Sports Excellence es en la actualidad el mayor centro de alto rendimiento deportivo del mundo. Fundada en 2005 por el emir Hamad Bin Khalifa Al-Thani y con financiamiento directo del estado, la Academia contó con solo 31 estudiantes en su primer año. Hoy, tiene miles de aspirantes, instalaciones de primer nivel y una red de scouting en 17 países, la mayoría de África.
Antes de fundar la Academia, las autoridades qataríes se pusieron en contacto con el especialista Andreas Bleicher, director de uno de los centros de entrenamiento olímpico de Alemania. Bleicher no tardó en darse cuenta de que el pequeño país árabe tenía una limitación difícil de superar: la muy escasa población. Entonces, comprendieron que "importar" talentos jóvenes era la mejor manera de potenciar el fútbol nacional. Y fueron a pesar al mismo río donde pescan los grandes de Europa: África.
La Academia consigue a los mejores porque tiene los medios para "invadir" las canchas de países mucho menos privilegiados y tentar a las familias con un futuro alejado de las penurias de África. El "saqueo de piernas" que sufre el continente no sólo tiene a los europeos como protagonistas, sino también a los árabes. Además, el dinero sirve para que figuras como Raúl o Xavi se conviertan en la imagen del proyecto, lo que le da visibilidad y prestigio.
Después de encontrar la materia prima, es necesario formar un equipo sólido. Encontrar once que se la pasen entre sí y ganen partidos. Para eso, la Federación fue a buscar a un graduado de La Masía, la cúspide en materia de formación de futbolistas. En 2005 Josep Colomer, socio de Sandro Rosell (luego detenido en el marco de la investigación contra una red internacional de blanqueo de capitales), tentó a Félix Sánchez Bas para ser uno de los líderes de la Aspire.
Por supuesto, el estilo que se inculca en las canchas de Doha tiene como ideal el del equipo culé. Josep Guardiola es el modelo a seguir por Sánchez Bas: "Pep Guardiola para mí es un referente. Ha conseguido ganar títulos jugando de una manera que, en mi opinión, tiene un mérito bestial. Ya sé que tiene a los mejores, pero lo que propone tiene mucho mérito y es de admirar. La verdad es que cuando miras cómo juegan sus equipos y cómo plantea sus partidos, lo veo un entrenador top, el mejor del mundo".
Tras entrenar con éxito al Juvenil A de Barcelona, Sánchez Bas se hizo cargo en 2007 de la Selección de Qatar sub 15, cuando sólo había 220 fichas de jugadores menores de 15 años en el país. En 2013, ya con un trabajo de ocho años en la Academia, se convirtió en el director técnico de la sub 19 y allí empezó a plantar las semillas del hoy campeón de Asia y próximo debutante en el Mundial. Por supuesto, para esa época ya conocía a todos los posibles convocados para todos los seleccionados juveniles.
En 2014, Qatar se coronó campeón de la Copa Asia de la categoría por primera vez en su historia. La base de aquel plantel es la que fue campeón del último certamen continental de mayores y la que no logró hacer un gran papel en la Copa del Mundo del 2022.
Su buen trabajo en la Academia y en las selecciones menores le dio la oportunidad a Sánchez de hacerse cargo de la absoluta, justo cuando sus mejores proyectos ya estaban con condiciones de dar el paso definitivo. Reemplazó a Jorge Fossati en 2017 y poco más de un año después logró el máximo éxito de la historia del fútbol qatarí. De todos modos, eso no debilitó el trabajo en juveniles, ya que la sub 20 participó en el Mundial 2019 que ganó Ucrania.
Así explica el DT el proyecto: "Fue un proyecto para intentar mejorar el nivel del fútbol en el país y crear una estructura. Luego también la paciencia que han tenido, porque está claro que cuando empiezas un proceso las cosas no surgen y no se empieza a ganar a partir del primer día. En Qatar han tenido la paciencia y se ha creído en el trabajo para conseguir lo que logramos en la Copa Asia en Emiratos Árabes, que es muy importante".
Acerca de las similitudes con el estilo de juego representativo de Barcelona, ha puesto algunos límites: "Decir que jugamos como el Barcelona sería mentir. Tenemos nuestra manera de jugar. Evidentemente, nos gusta ser dominadores del juego, pero también entendiendo que en muchos partidos no podemos serlo porque el rival es el que es. Hay que dominar todas las facetas del juego y estar preparados para afrontar distintos tipos de partidos o distintas fases en un mismo partido".
El objetivo de Sánchez Bas en el Mundial fue consolidar la evolución de su equipo, que además de ser campeón de la Copa Asia, participó de la Copa América 2019, de la Copa Oro y de la Copa árabe. Ha sabido competir contra rivales de todos los continentes y llegó en condiciones de dar pelea, más allá de las diferencias de jerarquía y de la inexperiencia. El cuerpo técnico ha sabido encontrar otras virtudes.