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El gol imposible de Ernesto Grillo: a 70 años de una jugada histórica

El 14 de mayo de 1953, Ernesto Grillo inscribió su 'gol imposible' en la historia del fútbol. @Argentina

No fue un gol más. Fue un gol que quedó en la historia del fútbol argentino. El gol de Grillo a los ingleses se recuerda aunque haya pasado mucho tiempo. Con el correr de los años da la sensación que todo el mundo estuvo presente en las tribunas. "Sí, yo vi el gol de Grillo a los ingleses", se escuchaba decir, como con otros sucesos históricos: el debut de Maradona ante Talleres, la primera vuelta olímpica en un Mundial de la Selección... Por esa conquista del 14 de mayo de 1953, hace ya 70 años, se celebra el Día del Futbolista Argentino.

Era la primera vez que Inglaterra jugaba en la Argentina. El único antecedente entre ambos seleccionados era el amistoso disputado en 1952 en Londres, que los locales ganaron 2 a 1 y le valió al arquero Miguel Rugilo el apodo de León de Wembley por las atajadas que evitaron una goleada.

Ahora, la Selección dirigida por Guillermo Stábile salía a a la cancha con Julio Mussimessi en el arco, los zagueros José García y Pedro Dellacha, más Ernesto Gutiérrez, Eliseo Mouriño y Francisco Lombardo. Tres de Boca y tres de Racing. Y la histórica delantera, toda de Independiente: Rodolfo Micheli, Carlos Cecconato, Carlos Lacasia, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz.

Empezó ganando Inglaterra con un gol de Tommy Taylor, un tanque que jugaba para el Manchester United, a los 41 minutos. Un minuto después, llegó la obra cumbre de Grillo.

El mismo protagonista lo contó más tarde, en una declaración seguramente adornada por el redactor que escribió la nota: “Vino un avance nuestro y, de pronto, los delanteros que éramos los cinco de Independiente, nos vinimos tocando. Recibí la pelota, burlé a un rival y a otro y a otro más. Fueron tres o cuatro, aunque yo siempre digo uno menos. Me encontré que la cancha se me acababa, miré hacia el arco y reparé que el arquero inglés, pensando que yo iba a tirar un centro, se había adelantado unos pasos con la intención de cortarlo. Vi el hueco y tiré entre él y el primer palo, medio chanfleado. Entró y todavía me parece estar viendo la cara de asombro del arquero. Ni yo podía creerlo”.

En la revista El Gráfico, el legendario Félix Daniel Frascara relató la acción de manera bastante parecida: “Al término de una magistral acción individual, Ernesto Grillo ha rematado desde un ángulo sumamente difícil para batir a Ditchburn con un tiro a media altura. La maniobra de Grillo fue hábilmente finalizada porque primero amagó patear consiguiendo que el arquero se descolocara y luego pateó. El gol de Grillo, dechado de habilidad y visión, fue lo mejor de ese periodo y, por lo tanto, del partido".

Tiempo después, el autor del tanto lo describió con menos ángel y honestidad brutal: “Mire, si usted quiere ganar la lotería, tiene que comprar un billete".

Lo cierto es que, así como con el correr del tiempo cada vez fueron más los supuestos espectadores en las tribunas, en los recuerdos también se fue cerrando el ángulo desde donde había pateado el delantero de Independiente.

En algún momento, el gol de Grillo a los ingleses se había convertido en un remate imposible, casi desde el borde de la línea de fondo, algo que quedó definitivamente desmentido cuando imágenes prácticamente nunca difundidas antes empezaron a circular en Internet.

Allí se ve el final de la jugada, a Grillo que llega por la izquierda del ataque argentino, tal vez hace un amague (lo cierto es que en lo borroso de la escena no queda claro) y le pega fuerte al primer palo desde el borde lateral del área chica, a unos dos o tres metros de la línea de fondo.

El arquero Ditchburn, quien había estado como suplente en el Mundial de 1950, primero da un paso adelante como para cortar un posible centro y, cuando se da cuenta de cómo va a seguir el recorrido del balón, se tira para tratar de cubrir su primer palo, bastante antes de que Grillo efectivamente remate. Cuando la pelota va hacia la red, Ditchburn ya está desparramado.

En el segundo tiempo, dos tantos anotados por Micheli y, otra vez, Grillo, sentenciaron el 3 a 1.

Una curiosidad de aquel partido es que durante mucho tiempo no fue considerado un enfrentamiento internacional entre selecciones. Es que originalmente no estaba previsto dentro de la gira que Inglaterra hacía por Sudamérica y que tenía pactados encuentros contra Argentina el domingo 17 de mayo, Chile el 24 y Uruguay el 31.

Pero fue tal la expectativa generada en Buenos Aires que, de apuro, se armó otro partido tres días antes, sin el aval de la FIFA, pero que terminó siendo el más recordado. Pasaron más de seis décadas antes de que el máximo organismo del fútbol mundial reconociera el 3 a 1 del 14 de mayo como oficial.

Esa tarde en el Monumental no estuvieron todos los que después decían haber estado pero sí hubo mucha gente. Oficialmente, 85.483 espectadores. El entusiasmo provocado por el triunfo hizo que tres días después se alcanzara un récord aún vigente para el fútbol argentino, con 91.397 entradas vendidas para la revancha. Pero los hinchas vieron nada más que 23 minutos, y como pudieron. Una lluvia torrencial obligó a suspender el partido y, como Inglaterra continuaba su gira por América del Sur, nunca se completó.