James Rodríguez trabajó a fondo en Sao Paulo para volver a Selección Colombia. Paso a paso retomó el control del equipo que terminó invicto y tercero de la Eliminatoria al Mundial 2026.
Durante su presentación a mitad del año anterior, el DT dejó en claro los fundamentos de su mandato. Confía en James. Lo expresó con palabras elogiosas a su capacidad aunque condicionada a la continuidad en su club.
"James no va a dejar de ser menos jugador por faltar un mes o dos meses en las canchas. Él tiene una categoría impresionante, siempre estará en el ámbito de la Selección mientras yo esté", adelantó.
Fue una promesa cumplida. En tiempos de Olympiacos, cuando alternaba entre buenos partidos y lesiones molestas, lo puso titular en el comienzo de la gira amistosa por Asia ante Corea del Sur de marzo. Hizo gol en el empate 2-2 y salió con dolencias físicas que complicaron que pudieran mantenerse con minutos en la Liga de Grecia.
Lorenzo fue coherente. Si viene, juega. El '10' dejó Europa en medio de un conflicto con dirigentes, que el propio James dejó en claro, y volvió a Sudamérica para brillar cerca de los suyos. Llegó a Sao Paulo, un gigante brasileño, y se esforzó para corresponder de la mejor manera esa mano que le tendió el entrenador. El comienzo de la Eliminatoria lo encontró en la adaptación al nuevo equipo. Estuvo cuatro meses sin competir y su puesta a punto física demoró.
Integró la primera convocatoria de septiembre como alternativa. Recambio de Jhon Arias para los últimos 15 minutos frente a Venezuela en Barranquilla. Media hora más para sostener la pelota en el empate 0-0 ante Chile en Santiago. Lo asumió con humildad.
Se metió entre los titulares de Sao Paulo y volvió en octubre para ser capitán. Con la cinta desplegó la versión de líder. Marcó golazo, puso el fútbol que alabó Marcelo Bielsa frente a Uruguay y todo su oficio para traer un punto de Quito contra Ecuador.
Si bien en Selección subió su nivel, en Brasil no fue todo positivo cuando estuvo en cancha. Quedó marcado por errar un penal clave ante Liga de Quito en CONMEBOL Sudamericana, juego que le costó la eliminación a los brasileños. También le tocó fallar otro remate desde los doce pasos ante Fortaleza, algo que sin dudas no cayó bien entre el público paulista.
Como en toda su carrera, el volante no estuvo exento de críticas. Jugadores como Luis Fabiano y Lugano le 'dieron palo' por su rendimiento y hasta lo catalogaron como "un problema para la institución".
Sumado a eso, en el cierre del año, James dejó una incógnita sobre su futuro. Dorival quiere contar con él y la directiva cree que se verá su mejor versión en 2024, año en el que tendrá competencia internacional dura. ¿Se quedará?
Indiscutido en la Selección, devolvió el brillo a su camiseta. Cerró el año respetado por sus compañeros. “Este es ídolo de ídolos, lo respeto y admiro mucho”, le dijo Luis Díaz tras la victoria frente a Brasil de noviembre. Fue el mejor en el último compromiso ante los paraguayos en Asunción. Criterio para manejar la pelota, pases precisos, un remate al palo y el reconocimiento de los hinchas.
La FIFA resumió su campaña con Colombia con un artículo que celebró ese regreso. "El renacimiento de James Rodríguez, la 'bendición' de Lorenzo que salió bien", tituló.
En 2024 lo espera el calendario ajustado del fútbol brasileño con torneo paulista, Copa Brasil, Brasileirao y CONMEBOL Libertadores. Muchos partidos para mantener esa continuidad con la tricolor. Sabe las condiciones de Lorenzo. Con él, su prestigio se renueva día a día.