“La perdió el nene”, dijo el relator de la televisión la primera vez que Lionel Messi jugó ante Uruguay por las Eliminatorias en el Estadio Centenario. De aquel partido han pasado 20 años… Este 21 de marzo, el astro argentino se encamina a cumplir el partido que puede significar su última función en el escenario donde se jugó el primer Mundial.
Probablemente cuando pise el césped del Centenario y quede de cara a la particular Torre de los Homenajes, los recuerdos y las vivencias que tuvo en la capital uruguaya invadirán a Messi. Fueron tantas cosas...
Pacto de no agresión
Lionel Messi era un chiquilín de apenas 18 años cuando, el 12 de octubre de 2005, el técnico José Pekerman lo mandó a la cancha del Estadio Centenario a falta de 11 minutos para el final del juego. El astro argentino, que aquel día jugó con la camiseta número 19, entró por Lucho González y dispuso de un remate al arco que contuvo Fabián Carini.
El partido fue tan curioso que se interrumpió dos veces por el ingreso de hinchas a la cancha. Uno de ellos incluso abrazó y tiró al técnico de Uruguay, Jorge Fossati, en el césped. Por si fuera poco, en los minutos finales el DT de la Celeste pisó la pelota ante Juan Pablo Sorín, que quería tomar un lateral rápido, generando un tumulto.
Uruguay necesitaba la victoria para mantener viva su ilusión de clasificar al Mundial de Alemania 2006 y se dio la particularidad de que, cuando Messi entró al campo de juego, los equipos estaban en modo “pacto de no agresión”.
Uruguay ganaba 1 a 0 con gol de Álvaro Recoba y Argentina, que ya estaba clasificada, sacó el pie del acelerador y se dedicó a tocar para los costados facilitando que la Celeste pudiera acceder al Repechaje con Australia.
El temor de la eliminación
La noche del 14 de octubre de 2009, la Argentina de Diego Armando Maradona vino al Centenario con el temor en el cuerpo. Una derrota ante Uruguay dejaba al equipo fuera del Mundial de Sudáfrica 2010.
Para ese entonces, Messi ya jugaba con la 10 y fue titular en un partido que los albicelestes ganaron 1 a 0 con gol de Mario Bolatti a cinco minutos del final.
El "Loco" Sebastián Abreu habló con ESPN sobre aquel juego que cerró las Eliminatorias para Sudáfrica 2010. Uruguay venía de dos victorias consecutivas y clasificaría de forma directa a la Copa del Mundo por primera vez en mucho tiempo si ganaba. Argentina necesitaba el triunfo para asegurarse su presencia en el torneo.
“Aprendí un aspecto a futuro que era que estábamos soñando con la clasificación directa, pero por primera vez, -en un hecho que iba a generar algo especial desde lo pasional y la rivalidad-, teníamos la chance de ganarle a Argentina, clasificar directo y dejarlos afuera. Visualizamos más el poder dejar afuera a Argentina que entrar directo”, reconoció Abreu.
Y agregó: “Dejar afuera a Argentina era un impacto fuerte, más allá de que el triunfo te daba la clasificación. Estábamos equivocando el camino de la visualización de lo real”.
Al final de aquel encuentro el "Cebolla" Cristian Rodríguez le pegó una trompada a Gabriel Heinze, y la FIFA le aplicó una sanción de dos partidos. Ello fue determinante para que el técnico Oscar Tabárez lo dejara fuera de la lista de jugadores que llevó al Mundial de Sudáfrica.
Figura en 2017
El 31 de agosto de 2017, Messi fue la figura del partido que Uruguay y Argentina igualaron 0 a 0 en el Estadio Centenario.
El juego quedó marcado por la famosa foto que el 10 se sacó con su compadre Luis Suárez luciendo las camisetas con los números 20-30, en clara promoción al Mundial que Uruguay y Argentina pretenden organizar en 2030.
La Selección Albiceleste era conducida técnicamente por Jorge Sampaoli y el 10 jugó los 90 minutos. El golero de Uruguay, Fernando Muslera, le tapó dos oportunidades de gol y al inicio del segundo tiempo el volante Álvaro González le entró durísimo y el árbitro le perdonó la vida porque podía haber sido expulsado.
Última función
El 21 de marzo Argentina visitará a Uruguay en el Centenario. Primero y segundo de la tabla de posiciones estarán frente a frente. A juzgar por la edad, el referido partido, para el cual ya se agotaron las entradas, puede significar la última función de Leo Messi en el declarado por la FIFA como Monumento Histórico del Fútbol Mundial.