Cuando se trata de la selección nacional masculina de Estados Unidos debo admitir que veo los toros desde la barrera. Los veo jugar en torneos importantes. Pude apreciar un par de partidos del torneo Hexagonal, pero más allá de ello, solo me conformo con ver los resúmenes.
Habiendo dicho esto, he estado haciendo esto durante mucho tiempo y la controversia que se desatará tras la eliminación de la selección del Mundial de Rusia 2018 me es sumamente familiar.
La mayoría de los países grandes pasan por ello (y, sí, estar entre los 30 primeros del ranking FIFA y siete mundiales consecutivos te convierten en un país “grande”), bien sea tras no poder clasificar a un torneo importante o una salida en primera ronda. El debate se desata sobre el entrenador, jugadores, federación, los sistemas, medios, aficionados, desarrollo de jugadores jóvenes, árbitros y el formato de las competencias y, en ocasiones, sobre todo lo anterior.
Por ende, desde lejos, aquí les indicamos varias cosas a entender:
1. Hay que entender que los márgenes de acción eran muy pocos en el caso del hexagonal CONCACAF 2017. Si el gol de Blas Pérez para Panamá es descalificado (como debió haber sido desde un principio) ni estuviéramos teniendo esta conversación. Y el equipo, sin embargo, se encontraría en la misma situación en cuanto a su desempeño, si bien Estados Unidos (dependiendo de un empate o triunfo) hubiese tenido que ir a un repechaje en noviembre o clasificado a Rusia de forma directa. Hemos leído con respecto a sus necesidades de mejora, la importancia que tiene Christian Pulisic para su éxito y, a la hora del Mundial, todo se habría olvidado y nos concentraríamos en lo que ocurra en Rusia.
Eso es tanto poco saludable como irracional. La actuación de Estados Unidos (más allá del estado del fútbol estadounidense) no mejoraría o empeoraría por una sentencia incorrecta de un árbitro.
2. Hay que entender que ganar 3 de 10 encuentros contra este grupo de naciones en la CONCACAF es sumamente malo. Basta de hablar de lo temible que es San Pedro de Sula. Sí, juegan con ganas y están comprometidos y orgullosos de jugar para su país. La mayoría de las selecciones nacionales, incluyendo la estadounidense, generalmente lo son. Cuando dos equipos juegan con ganas y compromiso, otros factores hacen toda la diferencia. Tales como la calidad de los jugadores.
3. Entender que, cuando se busca a quién culpar, si hay mucha lógica en hablar con respecto a la expansión de la MLS, la cual prácticamente duplicó el tamaño de la Liga al agregar 10 equipos en 11 años lo cual significa que, a menos que te hayas convertido en un país capaz de producir el doble de talento, se va a disminuir la calidad, los temas inherentes en las canteras de promoción y relegación, además del tristemente célebre “pagar por jugar”, nada de eso va a producir mejoras al corto plazo. Ciertamente, no mejorará las cosas de aquí a Catar 2022.
4. Entender que si bien la calidad ayuda (véase el punto 3), no será la razón por la cual Estados Unidos se sentirá atraído a ver el Mundial por televisión. Una estrella de clase mundial te podrá ayudar en otros aspectos, pero no es imperante: Estados Unidos nunca ha tenido una y, aun así, ha clasificado. Además, la falta de calidad no es el tema cuando se trata de competir contra Honduras o Trinidad. El once de Trinidad y Tobago tenía el gran total de un jugador que participa en una liga de nivel similar o mayor al de la MLS (Levi García, quien acumula 49 minutos con el AZ Alkmaar).
¿Qué pasa con la temible Costa Rica, quien los venció de local y visitante? Tienen a Keylor Navas, muy bien. Juega para el Real Madrid. Celso Borges con el Deportivo, lo mismo. El caso de Bryan Oviedo, quien está con el Sutherland en el Championship. Christian Gamboa y Bryan Ruiz son jugadores experimentados con cierta calidad, pero además han jugado cero minutos con clubes desde mayo. El resto son hombres que hacen vida en la MLS o están en Costa Rica. No estamos tratando de denigrarles. Pero la MLS es donde juega la mayor parte de la plantilla de Estados Unidos. No es que los hombres de MLS que juegan para sus rivales de la CONCACAF sean sustancialmente mejores que su selección.
Creen en los mercados, ¿cierto? La mayoría de los jugadores va al mejor equipo posible y consiguen los mejores sueldos que puedan obtener, ¿verdad? ¿El mercado de los talentos el fútbol determina quien juega en el Real Madrid y quién se queda estancado en el W Connection? Estas nóminas les indican algo. Les dicen que hombre por hombre, libra por libra, estos jugadores fueron lo suficientemente talentosos como individuos a fin de avanzar en el concierto del fútbol mundial.
5. Entender que, si el talento no era el problema principal en el Hexagonal, tiene que ser algo más. Si tus rivales (con jugadores que eran inferiores o iguales a ti) te sobrepasan, posiblemente se debe a uno o varios de los siguientes factores: mentalidad, entrenamiento o cohesión.
Puesto de otra forma, Estados Unidos no fue superado por mejores jugadores. Fueron superados por jugadores que hicieron mejor labor que ellos. Existe una diferencia.
6. Entender que lo que funciona en otras partes quizás no te funcione a ti. Por lo que más quieran, sí hay que estudiar a otros países y lo que han hecho, tratar de importar las mejores prácticas, pero no comiencen a creer que existe una fórmula mágica.
El llamado reinicio alemán después del 2000, tantas veces mencionado, es considerado como una especie de Santo Grial. Lo que sí funciona en un país acaudalado de 80 millones de personas con una cultura futbolística muy intrínseca como deporte dominante por la mayor parte de su historia (excepto por aquel pequeño descalabro a principios del milenio) quizás no funcione en Estados Unidos. Posiblemente será el reinicio alemán. O posiblemente se deba a un retroceso a la media. Ninguna de estas ideas necesariamente les funcionará a los norteamericanos.
7. Entender que en la mayor parte de los casos la gente a cargo de toma de decisiones está consciente de los problemas y de sus soluciones potenciales. Todos están claros que hay una generación que falta en la selección de Estados Unidos. (Cuando se ve que hay cinco jugadores en un roster de 23 con edades entre 23 y 27 años, y uno de ellos, Jozy Altidore, debutó en la selección hace una década atrás, siendo precoz en aquel momento, significa que hay algo que falló en el desarrollo de jugadores en algún momento).
No es que los ejecutivos a cargo tengan una visión de túnel pensando que la MLS es la mejor formadora de talento para el equipo nacional. Steve Nicol, entre otros, ha indicado los riesgos que hay cuando la expansión tan súbita conlleva la dilución de talento. Tampoco ignoran el hecho que el “pagar por jugar” es un problema. “Tenemos que llegar a un punto en Estados Unidos en el cual, lo primero que se te entrega no es una factura por varios miles de dólares”. ¿Quién dijo eso? Pues, el presidente de U.S. Soccer Sunil Gulati, hace dos años.
El tema aquí es ver cuales pasos se están tomando para reconocer los problemas y atacarlos de forma efectiva.
Gabriele Marcotti es redactor senior de ESPN FC.