Si en 1958 hubieran existido las casas de apuestas que en el siglo XXI son un furor en toda Europa, alguien podría haber ganado una fortuna al arriesgar que el primer 0-0 de la historia de las Copas del Mundo sería protagonizado por Brasil e Inglaterra. Los hoy pentacampeones y los inventores. Dos super potencias fueron los primeros en terminar un partido sin convertir, 28 años después del comienzo de la historia.
En el estadio Ullevi de Gotemburgo, el 11 de junio y en la segunda jornada del grupo D, ingleses y brasileños no supieron cómo abrir el marcador. Ese extraño resultado dejó al conjunto europeo, gran favorito al título que luego ganaron los sudamericanos, al borde de la eliminación.
Así comentó el diario La Vanguardia este partido: "Los jugadores ingleses actuaron bastante mejor que contra Rusia, el domingo último, y el encuentro ha sido uno de los mejores que ee han presenciado en el Campeonato. Inglaterra dominó durante los veinte primeros minutos, mientras que el conjunto brasileño mostraba precauciones defensivas.
En los últimos minutos de la primera parte, ambos conjuntos hicieron desesperados intentos para marcar, pero todos los avances se vieron frustrados por las defensas respectivas.
Al reanudarse el juego los brasileños no parecían tan precisos en sus pases como en el tiempo anterior. Inglaterra, por el contrario, mejoró su juego, y tomó gradualmente el control del juego. Sin embargo, el marcador permaneción en blanco hasta el final".
Inglaterra: McDonald. Howe, Banka, Clarap, Wrigth, Alajer, Douglas, Robson, Kevan. Haynes y A. Court.
Brasil: Gilmar de Sordi. Nilton, Santos, Diño, Bellini, Orlando, Joel, Didi, Mazzola, Vava y Zagallo.
Arbitró el alemán Dusch.