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El método Ortega: el profe del Cholo Simeone que aprendió con Luis Garisto

El preparador físico del Atlético de Madrid del Cholo se suma al CT de Alonso por lo que resta de las Eliminatorias. Getty Images

Apasionado por su tarea. Vocacional desde los inicios. Comenzó en el rugby y pasó al fútbol donde no niega en manifestar que Luis Garisto fue su padre deportivo.

Un hombre de largo recorrido que logró un reconocimiento internacional al trabajar muchos años en Europa donde fue apodado como el sargento de hierro de Diego Simeone en el Atlético de Madrid.

El profesor Óscar Ortega, que inicia su nuevo camino en la selección nacional, comenzó su carrera en las inferiores de River trabajando con Carlos Aguilera, el papá del Pato, y con Jesús Rodríguez como técnico.

“Era muy joven, tenía 21 años y los muchachos 18 o 19, estaban en Cuarta. Aunque me apasionaba el fútbol respetaba la docencia. Trabajaba en un Colegio muy importante de Uruguay, el British, donde empecé a aprender la parte formativa del rugby y a extraer cosas que veía de entrenadores europeos que estaban formando jugadores de rugby enseñando el deporte en el colegio. Fue ahí donde conocí el sistema de cuadrículas, entrenar en situaciones de juego…Es mucho más apropiado para el rugby pero también me hizo abrir los ojos para el fútbol”, comenzó diciendo en una nota con María Cappa en la Revista Túnel.

Ortega reveló que trabajó en la sexta de Progreso y recordó que se tomaba el 306 en Carrasco para llegar de noche a La Teja.

En 1985 Alfredo Estavillo lo llevó a las inferiores de Peñarol. En 1987 llegaron Oscar Tabárez y el profesor José Herrera y Ortega trabajó en el segundo equipo con Ramón Silva como DT. Hasta que Luis Garisto se cruzó en su camino y lo invitó a trabajar en el fútbol argentino.

Ortega, reconoció a Garisto como su padre deportivo y narró una anécdota.

“Luis me enseñó la otra parte. Dejemos la docencia de lado, dejemos los metabolismos de lado”, me decía. Me enseñó cómo debía trabajar en esta profesión. Trabajé ocho años con él. Un día, cuando estábamos en Unión de Santa Fe, hice un trabajo de circuitos. Muy bueno, estaba muy bien, era muy novedoso para la época porque eran situaciones de juego que se mezclaban con cargas físicas. Y cuando terminó el entrenamiento se me acercó Luis y me dice: ‘Muy bien el entrenamiento de hoy, muy bien dosificado, tuviste en cuenta lo táctico. Me ha gustado. Pero, ¿ves el cono que está allá? ¿El naranja? Tiene que ser amarillo. ¿Ves el palo que está allá? Le falta la bandera. ¿Ves la portería? Tiene la red rota’. Y yo lo miraba sin entender muy bien. Entonces agarró un papel de diario y me preguntó si conocía el chocolate suizo. Sí, lo conozco. No tuve la suerte de probarlo pero lo conozco”, le dije. Y me sorprendió: ‘Sabés que es muy bueno entonces. Bueno, yo lo voy a envolver en este papel de celofán. ¿Te acordás del chocolate de Uruguay? Uno cualquiera, el que te guste. Bueno lo voy a envolver en papel de celofán. Si vos no sabés qué tiene cada envoltorio, ¿cuál agarrás?’. El de celofán le dije. ‘Bueno –respondió- hay que vender bien el trabajo. Tenés que poner el cono bien, la bandera donde va…’. Todo ese tipo de vivencias me fueron formando”.

Ortega agregó: “Aprendí a armar un entrenamiento antes que entren los futbolistas, porque si está todo armado, todo bien colocado, el jugador que entra piensa: ‘Esto sí es organización, esto es un entrenamiento de verdad’. Aprendí mucho con Luis, a vender mejor las tareas profesionales, a darle una imagen, lo mismo que la vestimenta o los lugares. ¿Los lugares? Quiero decir que los jugadores tienen que cuidarse cuando van a un lugar. Qué toman, cómo van, hasta cuándo están. Tienen que cuidarse porque viven del deporte y de su estado físico”, expresó en la nota con Túnel.

Método de entrenamiento

A la hora de hablar de su metodología de entrenamiento, Ortega brindó pistas en la nota con Túnel de lo que se podrá ver en la selección nacional.

Ortega reveló que trabaja la que denomina como metodología integrada plural. “Es decir, integro estructuras de muchos lados. Considero, sin ser el dueño de la verdad, que el método integrado necesita cubrir las fugas que habría si trabajáramos solo sobre las situaciones de juego. Creo que hay que utilizar también métodos más ortodoxos. El futbolista está mucho tiempo sin el balón en el campo y necesita estar en el juego en condiciones, tanto cuando es definitorio en la toma de decisiones como cuando tiene que salir a recuperar. Necesita las cualidades físicas”.

Posteriormente agregó: “Trabajamos para una forma de jugar y con un entrenador que es muy dinámico. Es un fútbol en el que hay que salir a presionar, si perdés la primera presión tenés que recuperarte muy atrás y de ahí salir al contragolpe. Son distancias largas y es distinto entrenar eso a un equipo que juega sobre la base de la posesión del balón”.

Y concluyó: “Si nos encontramos con un equipo más físico sabemos que domina el juego largo, que se trabaja mucho el juego aéreo, que nada más llegar a banda te va a colocar las pelota de primera al punto de penal. Entonces trabajamos mucho el juego aéreo –porque sabemos que nos van a tirar centros de todos lados- la segunda pelota que es muy importante y que tiene que ver con los cambios de ritmo hacia atrás, porque no solo se achica para adelante, sino también hacia atrás”.